Con el desafuero de Deschamps pretenden tapar todos los fraudes de Banca Unión, sostiene López Obrador
El jefe de Gobierno del Distrito Federal, Andrés Manuel López Obrador, aseguró que la petición de desafuero contra el diputado federal priísta Carlos Romero Deschamps es una "cortina de humo" con la cual se pretende desviar la atención de los resultados de la revisión de la cuenta pública federal de 2000, entregada a la Cámara de Diputados, en la cual "exoneran" al PRI y a Banca Unión por los 20 millones de dólares que esta última aportó para la campaña presidencial de Ernesto Zedillo en 1994 y del propio dirigente de ese partido, Roberto Madrazo Pintado, como candidato a gobernador de Tabasco.
"Todo esto me huele mal", agregó, "y no vaya a ser que ya hayan negociado en el casino de arriba la exoneración del PRI de toda responsabilidad" por los fideicomisos del PRI que alimentó Banca Unión, institución propiedad de Carlos Cabal Peniche, que otorgó créditos a empresas que en varias ocasiones resultaron fantasma.
Además, dijo, hay que advertir que el titular de la Auditoría Superior de la Federación, Arturo González de Aragón, fue quien en su momento aseguró que el movimiento financiero que realizó el ex director de Pemex fue legal y ahora es requerido por la justicia. No es posible "que los diputados federales no se den cuenta de esto", dijo López Obrador, quien no descartó la posibilidad de realizar una protesta ante el Congreso de la Unión.
Aseguró que llevarán el caso "hasta sus últimas consecuencias", porque tenemos "todas las pruebas para decir que hubo quebranto en Banca Unión por los fideicomisos del PRI", y propuso crear una comisión de la verdad integrada por gente honorable, porque a "esto no se le puede echar tierra así, nada más".
En conferencia de prensa, López Obrador insistió en la necesidad de reabrir el expediente del Fobaproa, porque existen los elementos para ir al fondo de todas las transacciones que se realizaron en favor de los bancos.
Explicó cómo Banca Unión financió al PRI al mejor "estilo de las mafias": el banco sacaba el dinero mediante cheques de caja y lo entregaba al PRI. Para reponerlo, con el propósito de tener el mismo estado contable, otorgaba créditos sin garantía a empresas que muchas veces eran fantasma o estaban vinculadas al banco. Los deudores no pagaron, y no tenían problemas porque al no haber dejado garantía ni hipoteca esa deuda se fue al Fobaproa y ahora la tenemos que pagar todos. "Se trataba de una clara dinámica de lavado de dinero", aseguró.
Después leyó la conclusión sobre los fideicomisos operados por Banca Unión: "Se revisaron las aportaciones realizadas concluyéndose que son legales, y contablemente éstas no generaron quebranto alguno a esa institución. De acuerdo con los procedimientos de auditoría aplicados, se realizó una consulta a la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, que determinó que los actos generadores de los quebrantos en cita fueron originados precisamente por autorizaciones de créditos a empresarios insolventes, en cuyo caso no se encuentran los fideicomisos citados".
Así, dijo López Obrador, "exoneran al PRI y a Banca Unión de todos los fraudes cometidos en el sexenio pasado". ELIA BALTAZAR