Al terminar su misión de 3 años
en la isla, la diplomática descarta un "fidelismo sin Fidel"
Divide a EU bloqueo a Cuba, admite Huddleston
La apertura sólo serviría para inyectar
recursos al régimen castrista y que éste siga sin abrirse,
dice
GERARDO ARREOLA CORRESPONSAL
La Habana, 6 de septiembre. La jefa de la oficina
diplomática de Estados Unidos, Vicky Huddleston, terminó
hoy su misión de tres años en Cuba, y aunque reconoció
que su país está dividido frente al bloqueo económico
de Washington contra la isla, defendió esa política como
garantía de una "transición pacífica a la democracia".
También descartó un futuro "fidelismo sin
Fidel" (Castro) y se mostró convencida de que esta nación
caribeña ha cambiado en una década, y seguirá cambiando,
dijo.
Huddleston,
quien fue designada embajadora en Malí, convocó hoy a la
prensa extranjera en La Habana, pocas horas antes de viajar de regreso
a su país. A mediados del mes llegará su sustituto, James
Cason.
La jefa de la sección de intereses (rango inferior
al de embajada) respondió a una pregunta sobre el creciente movimiento
de empresarios, congresistas y autoridades locales en Estados Unidos, que
están pidiendo a la Casa Blanca y al Capitolio eliminar gradualmente
las represalias económicas contra la isla.
"Es parte del debate; cada uno tiene su punto de vista,
pero no debemos perder lo más importante, que es la transición
pacífica hacia la democracia.
"No sabemos quién tiene la razón, porque
es imposible saberlo", dijo la funcionaria sobre una discusión que
a mediados de este mes desembocará en Washington en sendas movilizaciones
de partidarios y adversarios de la política estadunidense hacia
La Habana.
Derechos humanos y sociedad civil, "asuntos de primer
plano"
La ruptura del consenso bipartidista en la posición
de Estados Unidos hacia Cuba es un fenómeno de ascenso reciente,
cuyo impacto explica la matizada aclaración de Huddleston. Pero
la diplomática confirmó que su país mantiene condiciones
para modificar la coerción económica contra la isla: "Los
asuntos de primer plano entre ambas naciones son los derechos humanos y
el crecimiento de la sociedad civil".
En cuatro décadas, Washington ha modificado sus
condiciones para levantar el bloqueo económico a la isla, y Huddleston
expresó la versión actualizada de esa línea, argumentando
que una apertura, incluso moderada, como autorizar los viajes de los estadunidenses,
sólo serviría para inyectar recursos al régimen cubano,
que así seguiría sin abrir su sistema. "Hay grandes preocupaciones,
evidentemente, de que los recursos (de turistas y negocios estadunidenses)
puedan enriquecer al gobierno de la isla, y entonces éste siga haciendo
lo que hace hasta ahora", señaló.
"Me gustaría ver que el gobierno empieza a abrirse
para que la gente se prepare hacia la transicion". ¿Qué significa
esto? "Que dejen a los cubanos trabajar, invertir, crear sus riquezas aquí
mismo. Sería fantástico, por ejemplo, si el gobierno determina
que los cubanos puedan recibir los salarios directamente de las empresas".
Huddleston aludía a la norma por la cual los empleados locales de
firmas extranjeras sólo pueden recibir un salario en pesos por medio
de una intermediaria oficial, la que, sin embargo, cobra esos recursos
a los patrones en moneda dura.
Respecto a la relación de su oficina y su gobierno
con la oposición interna, rechazó que haya una línea
de financiamiento. "Ellos están trabajando por sus ideas y sus creencias.
En los tres años que actué aquí nunca sugerí
nada a la disidencia. Sería tonto hacerlo. Ellos tienen que decidir
por su cuenta y tener sus propios planes.
"Las ONG y otros gobiernos -agregó- deben tratar
de ayudarlos en foma legítima, como lo hicieron en Europa del este,
con materiales, informaciones, computadoras, teléfonos. Así
tendrían la posibilidad de difundir sus ideas entre la población.
Es muy injusto que el gobierno controle todo. La gente conoce solamente
lo que dice la Mesa Redonda (el programa político diario de la televisión),
la Tribuna Abierta (los mítines semanales) y Granma (el diario
oficial). No tienen oportunidad de escuchar o leer opiniones diferentes".