"El gobierno pretende marginarla, al darle más valor utilitario a la investigación"
En riesgo, la ciencia básica, advierten catedráticos
En duda, que se unan a la campaña del Conacyt para conseguir más fondos
CLAUDIA HERRERA BELTRAN ENVIADA
Cuernavaca, Mor., 4 de septiembre. Catedráticos de excelencia se quejaron ante el director del Conacyt, Jaime Parada, de que este gobierno pretende marginar a la ciencia básica, al darle demasiado "valor utilitario" a la investigación, y consideraron que sus metas se basan en "cifras irreales" que, si no se cumplen, pueden generar "frustración" en el país.
Un foro organizado para convencer a los investigadores de que hagan cabildeo con diputados en favor del incremento del presupuesto destinado a ciencia y tecnología derivó en un espacio de críticas y quejas de los catedráticos que concurrieron al Instituto de Biotecnología de la UNAM.
En respuesta a las afirmaciones del científico Jorge Flores, en el sentido de que es "irreal" la meta de incrementar de 8 mil a 25 mil el número de integrantes del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) en cuatro años, Parada Avila dijo que es posible porque ahora las cosas se van a "hacer bien".
Como muestra de ello señaló que no quiere dar becas "para formar economistas que terminan siendo políticos y presidentes", sino otorgar estímulos a aquellos que pretenden dedicarse a la carrera científica y tecnológica.
En el auditorio del instituto, el especialista en biotecnología Alberto Darszon expuso su preocupación porque en la reciente convocatoria para apoyar proyectos de investigación no se incluyeron los montos de recursos que se asignarán y eso, dijo, ha generado incertidumbre en la comunidad científica.
Sobre el discurso de Parada Avila en el sentido de que sólo se apoyarán los proyectos de investigación que busquen resolver problemas nacionales, pidió que en la repartición de fondos no se deje a un lado la ciencia básica.
Señaló que debemos estar conscientes de que muchas contribuciones han surgido de la ciencia básica, cuyas investigaciones en algún momento se habían considerado inútiles.
Frente al titular del Conacyt y la presidenta de la Comisión de Ciencia y Tecnología de la Cámara de Diputados, Silvia Alvarez, refirió que el impacto que tiene la ciencia básica sobre la cultura es imprescindible, y mencionó los resultados de un estudio en Estados Unidos que demuestra que 70 por ciento de las citas de patentes industriales provienen de la ciencia básica.
Durante la sesión de preguntas y respuestas y después en entrevista, el físico Iván Ortega expuso también que los científicos están preocupados porque hay indicios de que la ciencia básica va a quedar disminuida a causa del "valor utilitario" que le da este gobierno.
Puso en duda que muchos científicos se unan a la campaña del Conacyt por conseguir más fondos, porque hasta ahora no han visto en la ciencia básica el impacto de los mil millones de pesos adicionales que se consiguieron el año pasado.
El doctor en biofísica Lourival Possani señaló que el impedimento para cumplir las metas es que en los últimos 10 años se han abierto pocos centros de investigación, y se preguntó a dónde van a trabajar los jóvenes que están terminando sus doctorados.
Sector "siempre en crisis"
El biotecnólogo Enrique Galindo se mostró "pesimista" de que la industria invierta más en ciencia y tecnología, pues ésta siempre se encuentra en crisis. Consideró que en esas condiciones es muy difícil cambiar el paradigma de un país maquilador a uno de productor de bienes de alto valor agregado.
Parada Avila respondió que tiene "gran fe" en que la mediana empresa va a promover los cambios, pero reconoció que la industria mexicana ahora está muy lejos de aprovechar la ciencia y la tecnología para hacer otros productos, porque de los 8 millones de empresas que existen en el país la mayoría son negocios familiares.
Por su parte, Jorge Flores puso en duda la viabilidad de las metas del Conacyt. Indicó que para cumplir el objetivo de incorporar 17 mil nuevos integrantes al SNI se necesitaría otorgar 200 mil becas de doctorado en cuatro años (actualmente se reciben mil doctores por año).
"Están muy bien sus metas, pero deben tener presente un componente de realismo, si no van a generar frustración", advirtió Flores. Añadió que no percibe cambios que vayan acordes con las metas del gobierno de convertir a México en un país productor de bienes de alto valor agregado.
Mientras tanto, el director del Conacyt calificó las cifras de Flores como "numerología", y expuso que los objetivos oficiales no son inventados, porque las estimaciones se hicieron con base en el Programa Nacional de Educación 2001-2006. Insistió en que son metas posibles de alcanzar, porque este gobierno no va a repetir los errores de los últimos 30 años en la formación de recursos humanos de alto nivel.
Sobre ese tema, el presidente de la Academia Mexicana de Ciencias, el matemático José Antonio de la Peña, reconoció que "hay graves problemas" para la formación de investigadores, porque no existe una cultura científica en México. Sin embargo, dijo, Inglaterra hace 15 años estaba en la misma situación que nuestro país.
El biotecnólogo Javier Soberón señaló que hay un alto grado de escepticismo en la comunidad científica sobre cómo van a funcionar los fondos sectoriales -fideicomisos de las secretarías de Estado para promover la investigación-, pues se piensa que va a haber "mano negra" en la selección de los proyectos.