Obtiene anualmente entre 25 y $30 millones, dice el rector
Los ingresos de la Basílica, apenas para nómina y mantenimiento
Presentó Monroy Ponce plan para reunir a empresas donantes
JOSE ANTONIO ROMAN
Aun cuando recibe a casi 20 millones de peregrinos cada año, renta aproximadamente 2 mil metros cuadrados de zona comercial y tiene concesionados dos amplios estacionamientos subterráneos, los ingresos anuales de la Basílica de Guadalupe son de "entre 25 y 30 millones de pesos", según las cifras que dio a conocer ayer el rector de la Basílica, Diego Monroy Ponce.
El prelado presentó el programa Ama a tu Madre Amorosa (AMA), que pretende reunir a cientos de empresas, fabricantes de diversos artículos, distribuidores y prestadores de servicios en general para convertirlos en "benefactores" y que donen parte de sus ganancias al desarrollo de obras guadalupanas.
Según el sacerdote, los ingresos del recinto mariano apenas cubren la nómina de 400 trabajadores -incluyendo los 35 sacerdotes del cabildo guadalupano- y los "cuantiosos" gastos de mantenimiento del inmueble, dejando poco dinero para las obras asistenciales que atiende la Basílica.
"No es que tengamos déficit, aunque algunos meses del año trabajamos con números rojos, y nos compensamos en otros", pero hace falta dinero para el desarrollo de nuevos proyectos. "Ustedes saben que no hay dinero que alcance para atender las necesidades espirituales y la formación pastoral de los católicos", dijo.
En conferencia de prensa en el auditorio Guillermo Schulenburg del recinto eclesiástico, el rector Diego Monroy insistió en que en materia de gastos, la Basílica "va al día", aun cuando con frecuencia se reciben donativos en especie que no se contabilizan, como cemento y varilla.
Este argumento era el mismo que expresaba Guillermo Schulenburg, antiguo abad de la Basílica, cuando informaba sobre las finanzas del templo mariano, hasta que, por una serie de diferencias -entre ellas algunas de índole económico- con el arzobispo primado de México, cardenal Norberto Rivera, presentó su renuncia a la administración del santuario mariano, en medio de un descrédito generalizado.
Diego Monroy citó en la conferencia de prensa una decena de nuevos proyectos, entre los que se encuentran la construcción de dos nuevos edificios, dos albergues de atención a peregrinos, comedores para migrantes e indígenas, talleres de formación para laicos, restauración y adquisición de obras para el Museo Guadalupano y compra de nuevos predios.
Sin embargo, el plan inmediato, para el cual se requerirán unos 50 millones de pesos en la primera etapa, es la construcción de la plaza mariana, con lo que el conjunto religioso de la Basílica se extenderá 22 mil metros cuadrados más y llegará, al oriente, hasta delimitar con la delegación Gustavo A. Madero.
Incluso, está a revisión un proyecto a mediano plazo, por el que se pretende construir el monumento santuario a la mexicanidad en el cerro del Zacahuitzco, ubicado en la parte posterior del conjunto del Templo del Tepeyac, y que podría unir a ambos cerros por vía de un teleférico. La idea es levantar un complejo turístico-religioso.
El proyecto AMA, anunciado ayer por el rector Diego Monroy dependerá de la limosnería guadalupana como mecanismo de acopio de recursos, y el plan pastoral será el instrumento para convertir la ayuda de los "benefactores guadalupanos" en las obras que necesita la Basílica.
Hasta el momento están incorporados al proyecto AMA unos 40 benefactores guadalupanos, entre los que se encuentran Kodak de México y Grupo Textil Providencia. En los planes se considera incluir, incluso, a alguna línea aérea para que por cada boleto vendido done alguna cantidad -"aunque sea simbólica"- a las obras de la Basílica.
Lo que llamó la atención de la prensa son los "25 o 30 millones de pesos" que, según el rector, tiene como ingresos la Basílica de Guadalupe, contando no sólo donativos y limosnas de los millones de peregrinos que llegan cada año, sino también por la concesión de los estacionamientos y la renta de la zona comercial, que no se hace por local, sino por metro cuadrado ocupado.
No obstante, es la primera vez que un responsable de la administración de la Basílica -antes como abad y posteriormente como rector- da una cifra de los recursos económicos que recibe el santuario católico más importante del continente y el segundo a escala mundial, después del Vaticano.