SEGUNDO INFORME
La ausencia de perredistas marcó la respuesta de la priísta al segundo Informe
Vigilará el Congreso que al asignar recursos no haya intereses partidistas: Paredes Rangel
No existe crisis de gobernabilidad en México, asegura El flujo de recursos al sector agropecuario de EU puede someter al campo mexicano a una crisis sin precedente, advierte
CIRO PEREZ SILVA
El vacío que diputados, senadores y la dirigencia nacional del Partido de la Revolución Democrática (PRD) hicieron ayer a la presidenta de la mesa directiva de la Cámara de Diputados, Beatriz Paredes Rangel, como manifestación de rechazo a su continuidad en ese órgano de gobierno, obligó a que su respuesta al segundo Informe de Gobierno de Vicente Fox Quesada se iniciara lamentando la ausencia de estos legisladores "por lo que aporta su pensamiento al país, a pesar de que su representación en el Congreso alcanza apenas 11 por ciento".
Su permanencia en la mesa directiva, por la falta de acuerdos entre las bancadas, mereció una consideración adicional y marcó la tendencia de una intervención que careció de la fuerza y amplitud que caracterizó la respuesta al primer Informe foxista.
Recordó que se mantenía al frente de la mesa directiva por mandato de ley, pero sin que la voluntad de consenso de los diputados haya recaído en su persona para formular una réplica "con la legitimidad que da representar la unidad en la pluralidad que existe en el Congreso de la Unión", por lo cual, advirtió, su alocución sería de circunstancia y no "lo deseable" en un acto como éste.
Estableció que por encima de inexperiencias o incongruencias, de sobredimensionamiento de ofertas, de diferencias de percepción o de legítimas discrepancias entre perspectivas distintas sobre el destino del país, en México no existe crisis de gobernabilidad.
Paredes Rangel mencionó que en los próximos días los legisladores procederán a revisar el Informe presidencial, aunque es evidente, dijo, "que la calificación esencial es la que da la ciudadanía, la que se esparce en el comentario en la calle, la que se recoge en el rumor de pueblos y ciudades, la que se expresa en la sonrisa, en el rechazo, en la aceptación o ironía de la gente del pueblo".
Enfatizó que compete a diputados y senadores sistematizar y evaluar, interpretar la sanción popular y volverla crítica constructiva o adhesión racional, y reconocer que toda acción de gobierno se lleva a cabo en una realidad específica y en un momento histórico dado.
La responsable de la conducción de los trabajos legislativos destacó que mientras en otras latitudes transformaciones como la alternancia en el gobierno se han dado en medio de guerras civiles, enfrentamientos fraticidas, desmembramientos de naciones o purgas internas que bañan en sangre o desprestigio a toda la función estatal, en México, con las tensiones naturales de una etapa de tan importante recambio, la vida institucional se mantiene y se producen acuerdos o desacuerdos en un ambiente de diálogo que, aseveró, es indispensable preservar.
"La fuerza institucional es la columna vertebral de la estabilidad del país", enfatizó la legisladora tlaxcalteca, y convocó a no permitir "que se escape entre las manos la certidumbre que da a nuestro país la existencia de instituciones consolidadas".
Aseguró que las relaciones entre los poderes se dan en un marco de normalidad democrática, con las tensiones inherentes a la expresión plural de una sociedad que expresó su diversidad en las urnas. "El Poder Legislativo ha reivindicado el ejercicio de sus espacios, no siempre con la comprensión requerida. El papel del Poder Judicial, en momentos como éste, es crucial", sostuvo.
Advirtió que el Congreso estará atento a que no haya intereses partidistas en la asignación de recursos para el sector social, luego de rechazar los recortes al gasto público y las transferencias que afectan el desarrollos social, especialmente en lo que toca a políticas de salud, infraestructura, educación y entidades federativas.
Se refirió también a los acontecimientos internacionales de los dos años anteriores que, dijo, han tenido consecuencias para todo el mundo y especialmente para México, por la vecindad "con el país que marca la pauta en la época", hecho que ha obligado a posponer la agenda internacional del desarrollo y de la flexibilización migratoria.
Apuntó que sin menoscabo de las medidas que permitan la erradicación del terrorismo, resulta indispensable que el siglo 21 no quede atrapado en una agenda vindicativa y se recupere un equilibrio multipolar que garantice y proponga iniciativas que incidan en las causas y no sólo en los sucesos que han sacudido al mundo.
En este contexto, consideró pertinente ratificar la importancia del acuerdo migratorio, que garantice el pleno respeto a los derechos humanos de los mexicanos en el extranjero y regularice condiciones apropiadas para el trabajo de los connacionales que participan en una economía que requiere su concurrencia.
Expresó la preocupación de los mexicanos por los flujos de recursos al sector agropecuario estadunidense, que profundizan la asimetría entre las condiciones de agricultores y campesinos del país y que, como consecuencia del Tratado de Libre Comercio, pueden someter al campo mexicano a una crisis sin precedentes.
Preocupa también, agregó, la problemática ambiental y de recursos naturales, y el diferendo sobre las aguas fronterizas, "o se asume un compromiso consecuente con el cuidado y la recuperación de un medio ambiente sano... o las nuevas generaciones encontrarán un planeta devastado y una sociedad sin esperanza", dijo.