Emigración e identidad en Colombia, temas de la nueva novela de Jorge Franco
Paraíso travel refleja arquetipos de inmigrantes
Ofrecerá una conferencia sobre la narrativa de su país, en la Feria del Libro del Zócalo
CARLOS PAUL
La emigración y la identidad, en el caso de los colombianos, son dos problemas vinculados ''con el riesgo de perder la vida, ser secuestrado, involucrarse con la droga o empobrecerse", explica en entrevista Jorge Franco (Medellín, 1962), autor de Paraíso travel (Editorial Mondadori), su más reciente novela, en la que una joven pareja colombiana emigra a Nueva York para huir del destino que les depara su país, Colombia.
Migración e identidad son, además, cuestiones de orden mundial, sin embargo, en cada país se genera una interpretación distinta. En Estados Unidos o España, por ejemplo, las perciben muy diferente de como las sufre un latinoamericano, que debe salir de su país por las condiciones económicas adversas en las que vive, comenta Franco.
''En Colombia, antes eran pequeños grupos los que emigraban, motivados por conocer, estudiar o por la aventura. Ahora, de cuatro años a la fecha, conforme se deteriora la situación, esos grupos aumentan y emigran debido al riesgo de secuestro, muerte o de empobrecimiento, pues ha crecido la tasa de desempleo, la inseguridad y la intolerancia. Además, las decisiones y situaciones las resuelven los que están armados, sea por parte del gobierno o por los que están fuera de la ley, como paramilitares, guerrilleros o narcotraficantes.
''Los que no estamos armados -añade el escritor- vivimos al margen de las decisiones y hay muchos de todos los estratos sociales, y lo que nos queda es emigrar."
Sin embargo, ''al llegar a Estados Unidos se derrumba el sueño y surge el gran problema de la identidad. Se produce una colisión cultural bajo una aparente armonía y una doble moral. Esto se ve reflejado en los restaurantes, donde el estadunidense llega a comer comida árabe, vietnamita, mexicana, pero ignora las historias dramáticas de los que trabajan en la cocina o los baños", historias que no son conocidas por esos estadunidenses que no quieren trabajar lavando platos, pero sí condenan la inmigración, ahí está la doble moral''.
El estigma de un problema
Uno de los detonantes de Paraíso travel, expresa Franco, ''es la dificultad de ser colombiano en el extranjero. Me llama la atención que uno llega a un aeropuerto y comienza a sentir una especie de culpa por algo que no ha hecho. Existe una estigmatización por ser parte de un problema que es de orden mundial y no sólo de Colombia, que involucra la oferta y la demanda de la droga, de consumidores y productores. Mientras haya países como Estados Unidos que demandan mucha droga, existirán los productores. Son pocos los gobiernos conscientes de que son los países del Primer Mundo los que ocasionan esta situación".
Entre otros reconocimientos, Jorge Franco ganó el Premio Nacional de Narrativa Pedro Gómez Valderrama, en 1996, con Maldito amor, y en 1997, el Concurso Nacional de Novela Ciudad Pereira con Mala noche.
En Paraíso travel ''se ven reflejados ciertos arquetipos de inmigrantes", mediante la búsqueda obsesiva de una bella mujer por un joven enamorado de ella, quien debe recurrir a trabajos humillantes para sobrevivir en Nueva York.
Sobre la actual narrativa colombiana, comenta: ''En principio, considero que se ha dado una ruptura natural con respecto a los escritores del boom latinoamericano, es decir, más por el paso del tiempo que por un conflicto. Mi generación los leyó como lo que son: grandes maestros".
Sin embargo, como han pasado ya varias generaciones, ''en la actualidad hay más sintonía muchas veces con autores estadunidenses e ingleses, que por ejemplo con (Gabriel) García Márquez".
En Colombia, añade, ''hay muchos escritores. En este momento, así, entre los que recuerdo que venden fuera del país y son traducidos a otros idiomas, se encuentran Santiago Gamboa, Mario Mendoza, Enrique Serrano y Juan Carlos Botero. Luego esta otra tanda, como 10 años menor que nosotros que tienen veintipico y que publican muy bien, como Antonio García, Efraín Medina, Fernando Quiroz y Alvaro Robledo".
Con todos ellos, indica Franco, ''el lector ha entrado en sintonía, porque narran la actual realidad de Colombia, aunque es difícil agruparlos bajo una misma temática. Como sucede con la generación mexicana del crack, que muchos no tocan el tema mexicano, sino que cuentan historias que suceden en Europa, lo mismo ocurre con los escritores colombianos.
''Creo que temática y estilísticamente hay una atomización. En esta literatura, así se toquen los problemas sociales colombianos, destaca que no hay una posición política o religiosa del autor frente a los problemas, a diferencia de los del boom, lo cual quizá se deba a que en el ámbito internacional se han derrumbado las ideologías y la religión ha perdido todo su prestigio.
''Lo único que siento en común es que hay una especie de regreso a la esencia de contar historias de la mejor manera posible, que seduzcan."
Jorge Franco ofreció anteayer, en el contexto de la segunda Feria del Libro que se realiza en el Zócalo, la conferencia La narrativa colombiana actual.