La acerera operó 50 años en las orillas del río Bravo
Acusan a Asarco de contaminar el agua que abastece zonas fronterizas
RUBEN VILLALPANDO CORRESPONSAL
Ciudad Juarez, Chih., 31 de agosto. Aparte de contaminar el subsuelo y suelo de la zona donde funcionó durante más de 50 años, la empresa fundidora de acero Asarco, ubicada en la orilla del río Bravo, en El Paso, Texas, también contaminó con plomo y arsénico, entre otros materiales, el agua de la región, dijo Evangelina Ortega, presidenta de Fuerza de Tarea Ecológica y Ciudadana de la alcaldía paseña.
"La Agencia Ambiental de Estados Unidos definió que la Asarco contaminó un área de al menos cinco kilómetros a la redonda, lo que afecta directamente a zonas ampliamente habitadas en Ciudad Juárez, Chihuahua, y El Paso, Texas".
Explica "que la zona afectada es muy extensa y que el problema de la contaminación del agua no ha sido considerado, por lo que necesitan realizar estudios de fondo para determinar la cantidad de plomo, arsénico y otros metales en los mantos freáticos que abastecen a la población fronteriza".
La Asarco niega que hayan contaminado el agua, pero la funcionaria explica que su postura no es válida porque utilizaba grandes cantidades del líquido para operar, por eso se instalaron a la orilla del río Bravo y tienen tres estanques en sus instalaciones que no están protegidos con cemento o concreto, en los que vertían grandes cantidades de materiales tóxicos.
En julio del año pasado, cerca de 25 residentes de El Paso, Texas, demandaron a la empresa ante una corte federal, con el argumento de que las emisiones de plomo y arsénico les han causado daños a la salud. El abogado que presentó la demanda por los paseños es Tommy Jacks.
Los vecinos de Asarco también exigen a las autoridades federales de Estados Unidos, mediante la Corte, que tomen medidas estrictas para controlar las emisiones de materiales contaminantes que afecten a la población.
En Ciudad Juárez, desde 1990 la Secretaría de Salud, en coordinación con la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, realizaron estudios en los que niños y mujeres de las colonias Felipe Angeles y Puerto de Anapra, entre otras, tenían altos niveles de plomo en la sangre por las emanaciones de la planta fundidora. Los juarenses afectados nunca fueron atendidos de manera adecuada ni la empresa pagó sus gastos.
Las instalaciones de Asarco se encuentran frente a la colonia Felipe Angeles de esta fronteriza ciudad y por problemas de producción fue cerrada temporalmente en febrero de 1999, pero está previsto que abra sus puertas y opere de nuevo en 2003.