Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Domingo 1 de septiembre de 2002
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La revuelta inició con la toma de 2 custodios como rehenes; fue controlada tres horas después

Se amotinaron 130 reos en el penal de Chihuahua; exigían dotación de drogas

Es la cuarta sublevación desde 1997; el saldo final: 8 internos heridos y destrozos en instalaciones

MIROSLAVA BREACH VELDUCEA CORRESPONSAL

Chihuahua, Chih., 31 de agosto. Alrededor de 130 reos de la penitenciaria estatal se amotinaron al mediodía de este sábado, en demanda de dotación de heroína y cocaína, luego de que las autoridades del penal restringieron el acceso de drogas al penal, suministradas principalmente por familiares de los internos, informó el director del reclusorio, Rafael Nieto Pastrana.

La revuelta inició a las 11horas y fue controlada tres horas después por el grupo antimotines del penal, apoyados por agentes de la Policía Judicial del estado y la Dirección de Seguridad Pública Estatal, con un saldo final de ocho reos heridos y destrozos en las instalaciones carcelarias.

Nieto Pastrana indicó que el amotinamiento inició con la toma de dos custodios en calidad de rehenes, y la exigencia de que les fuera suministrada droga a los reos rebeldes, quienes destrozaron las cámaras del circuito cerrado de televisión en las áreas de sentenciados, el centro de observación y clasificación del penal, así como en la enfermería, donde buscaban medicamentos controlados.

Dijo que por la rápida intervención de los cuerpos policiacos, que utilizaron el equipo antimotines y gases lacrimógenos, se logró controlar la rebelión en poco tiempo y se evitó que se extendiera a toda la población penitenciaria, que asciende a dos mil presos.

El funcionario informó que los ocho presos con heridas leves fueron atendidos en la enfermería del propio penal.

Con éste suman cuatro los motines en el penal de San Guillermo desde la inauguración de sus instalaciones hace cinco años. En todos, el común denominador ha sido la exigencia de los presos de que se les suministren estupefacientes, a los que son adictos más de 60 por ciento de los reclusos.

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