El auge de los 90 enmascaró desequilibrios que ahora salen a la luz, sostiene
Enfrenta EU pérdida de empleos y bajas salariales, según informe del Instituto de Política Económica
Alarmante crecimiento de la brecha entre ricos y pobres en el país, indica el documento
JIM CASON Y DAVID BROOKS CORRESPONSALES
Washington y Nueva York, 31 de agosto. Los trabajadores estadunidenses están retornando a un periodo de bajas salariales y crecientes brechas entre ricos y pobres, lo cual ya está provocando mayor desencanto laboral, según el informe bianual sobre las condiciones del mundo laboral emitido este mes para coincidir con la celebración del Día del Trabajo en Estados Unidos, el próximo lunes.
El Instituto de Política Económica (Economic Policy Institute, EPI) reporta que aunque el auge económico de los años 90 mejoró el nivel de vida para la mayoría en este país, también enmascaró una serie de problemas estructurales que tendrán consecuencias negativas en el largo plazo para los trabajadores en Estados Unidos. Estos problemas incluyen un disminución de la calidad de empleos, una reducción del número de trabajadores sindicalizados, mayor desregulación de industrias claves y pérdida de empleos manufactureros de altos ingresos como resultado del libre comercio.
Estos desequilibrios estructurales sirvieron para disminuir el poder de negociación de los trabajadores de minorías, de cuello azul, sin educación universitaria, y como resultado llevó a una creciente desigualdad en este país, declaró el EPI en su publicación bianual The State of Working America. Esto es particularmente alarmante, afirman, porque durante los 90, por primera vez en décadas, estos trabajadores fueron beneficiados en su nivel de vida como resultado de la expansión de la economía. Sin embargo, esa tendencia resultó tener vida corta.
Casi 3 millones de personas han perdido su empleo desde que empezó la recesión económica, y la tasa de desempleo está creciendo mucho más rápido para negros y otras minorías, según el informe.
Ahora, al estallar el boom, los trabajadores estadunidenses están retornando a una economía empantanada por un crecimiento salarial lento y sin avance en empleo, con disparidades de salarios e ingresos que se amplían una vez más, advierte Lawrence Mishel, presidente del EPI.
Mishel y sus colegas advierten que aun si esta recesión concluye, la erosión estructural de la regulación económica a largo plazo, la destrucción de empleos manufactureros de alta remuneración por el traslado de empresas a países con mercados laborales más baratos, y la reducción de la tasa de sindicalización, probablemente continuarán minando los niveles de vida de millones de trabajadores en este país.