Representa un avance para generar los recursos que no tiene el sector público, afirma

La reforma eléctrica no es privatización: Bursamétrica

ANTONIO CASTELLANOS

La reforma eléctrica planteada por el Ejecutivo federal es una iniciativa de cambio estructural parcial. No representa una privatización, ni una apertura integral al sector. Se enfoca sólo a dar una mayor claridad jurídica para los posibles jugadores en la generación de energía y a abrir un mercado acotado de compradores calificados.

Será difícil que los inversionistas privados compitan con la Comisión Federal de Electricidad (CFE), sostuvo la consultora Bursamétrica. Esto será más complicado para los particulares, agrega, si a las empresas del Estado se les otorga una verdadera autonomía de gestión.

Sin embargo, en su reciente informe, divulgado entre inversionistas nacionales y extranjeros, destaca que es mejor lograr un pequeño avance a "quedarnos con una carga de inversión de recursos públicos que no existen y que pueden generar un importante "cuello de botella" para el desarrollo de largo plazo.

Es mejor abrir un poco el sector que seguir importando a precios altos gasolina y gas, y próximamente energía eléctrica. Ese, consideran los especialistas, además del Presupuesto de Egresos para 2003, será el punto más importante que tendrán los legisladores en el próximo periodo ordinario de sesiones.

Hacen notar que es de fundamental relevancia política el acercamiento del Ejecutivo federal con los partidos PRI y PAN, para lograr un consenso en la reforma al sector energético. A esto hay que sumar ahora la participación del PRD, después de una serie de desencuentros.

Recuperación interrumpida

Los expertos de Bursamétrica sostienen que tres indicadores claves del desarrollo confirman sus pronósticos de una economía débil afectada por un mercado interno frágil y por el impacto de menores exportaciones. Estamos en una "interrupción de corto plazo en el proceso de recuperación.

"Nuestra expectativa de inflación para 2002 se mantiene en 4.75 por ciento". Los incrementos en los precios de electricidad, vivienda y alimentos no ayudarán a revertir la tendencia ascendente observada desde el inicio del año.

En primer lugar, destacan el incremento en la tasa de desempleo abierto de 2.9 por ciento en junio, en línea con "nuestras expectativas"; la caída de 0.2 por ciento en el mismo mes de las ventas al menudeo y de las ventas al mayoreo en más de 10 por ciento, así como el dato del IGAE (el PIB mensual) que cayó 0.7 por ciento en el sexto mes del año.

La tasa de desempleo, exponen, vuelve a ubicarse en julio cerca de 3 por ciento, lo que muestra que a pesar del crecimiento observado en el segundo trimestre aún no se presenta una mayor creación de empleos, lo que debilitará el consumo privado.

Asimismo, señala que el déficit comercial de 548 millones de dólares superó las expectativas que se tenían para julio, provocado por una mayor importación de bienes de consumo y por la mayor actividad de la industria maquiladora y en la construcción, donde se emplea una mayor cantidad de personas.