Fotocopias enviadas a La Jornada revelan
cuantía de los desembolsos
Con fondos del SNTE fueron pagados predial y agua de
inmuebles de Gordillo en zonas exclusivas
Las operaciones ocurrieron durante la gestión
de la profesora en el sindicato magisterial
ROSA ELVIRA VARGAS Y JENARO VILLAMIL
Con recursos del Sindicato Nacional de Trabajadores de
la Educación (SNTE), la secretaría de Finanzas de esta organización
pagó el impuesto predial y el consumo de agua de, por lo menos,
tres predios cuya propiedad estaba a nombre de la entonces secretaria general
Elba Esther Gordillo o de personas cercanas a ella como René Fujiwara
Apodaca y Estela Morales Ochoa. Los tres predios están ubicados
en Lomas de Chapultepec, en Polanco y en Bosques de las Lomas.
Esto se deriva de una serie de fotocopias, fechadas en
marzo y abril de 1993, que incluyen los comprobantes de dichos pagos bimestrales
y que están amparadas con una póliza del SNTE por mil 641.40
pesos de esa fecha. La póliza está firmada de recibido por
Sabas Bazán Ramírez.
Los documentos llegaron a la redacción de La
Jornada, en un sobre amarillo rotulado con la leyenda "confidencial",
el pasado 30 de agosto y con el remitente de Guillermo Sánchez,
cuya dirección es San Lorenzo núm. 806, de la colonia Extremadura.
Los comprobantes anexos son fotocopias de pagos hechos
a la Tesorería del Departamento del Distrito Federal por consumo
de agua e impuesto predial del edificio Virreyes 510, ubicado en la colonia
Lomas de Chapultepec, a nombre de Estela Morales Ochoa, y por impuesto
predial del departamento 11 de Galileo 7, en la colonia Polanco, a nombre
de René Fujiwara Apodaca, ex yerno de la actual secretaria general
del PRI.
La última fotocopia es de un recibo de pago de
primas, fechado el 22 de abril de 1993, por 4 mil 43 pesos y con impuestos
a trasladar por 368 pesos. Está a nombre de Elba Esther Gordillo
y el domicilio es Bosques de Caobas núm. 75, colonia Bosques de
las Lomas.
Estos documentos indicarían que, por lo menos durante
su gestión al frente de la secretaría general del SNTE, el
sindicato magisterial pagó los impuestos prediales y el consumo
de agua de tres edificios de personas cercanas a Elba Esther Gordillo.
Los recursos del SNTE y de la maestra
En febrero y marzo de este año salieron a relucir,
en distintos medios, testimonios de disidentes magisteriales que hablaban
de un patrimonio millonario de la maestra Elba Esther Gordillo, a quien
le adjudicaron la propiedad de siete inmuebles valuados en unos 115 millones
de pesos. Esta situación, han subrayado sus críticos, contrasta
con la condición precaria de la inmensa mayoría de un millón
200 mil trabajadores de la educación que cada mes aportan un mínimo
de 53 pesos como cuota sindical al SNTE, por plaza.
En declaraciones publicadas el 31 de agosto, en La
Jornada, Teodoro Palomino, integrante de la Coordinadora Nacional de
Trabajadores de la Educación (CNTE), destacó que en relación
con la fortuna de Elba Esther Gordillo "no decimos enriquecimiento inexplicable
porque es un enriquecicimiento objetivamente explicable".
Palomino explicó que la actual "líder moral"
del SNTE se enriqueció con "el manejo de los dineros de las cuotas
que obligatoriamente nos descuentan a más de un millón de
trabajadores de la educación".
Otros grupos, como el de maestos de la sección
9, integrante del grupo Punto Crítico, solicitaron desde meses atrás
una auditoría a las cuentas de Gordillo y familia, pues aseguraron
que se desconoce la aplicación de las cuotas y la procedencia de
400 mil dólares con los que Maricruz Montelongo Gordillo, hija de
de la maestra, adquirió una lujosa residencia en Lomas de Chapultepec,
mientras su madre fungía como secretaria general del sindicato,
cargo que ostentó entre abril de 1989 y 1994.
En respuesta a estas críticas, vertidas desde la
campaña interna del PRI, la entonces compañera de fórmula
de Roberto Madrazo explicó en entrevistas de prensa que si tenía
dinero era porque provenía de una familia de recursos de Chiapas.
Según su testimonio, su abuelo materno poseía fincas, era
fabricante de alcohol y le dejó recursos por 10 millones de pesos,
a su madre, cuando falleció.
"En vida no nos dio nada, por eso tuve una infancia de
carencias, pero al fallecer mi abuelo, mi madre heredó dinero, que
hemos administrado muy bien", declaró a la revista Proceso, en
su edición del 17 de febrero de 2002.
Un perfil difundido por la agencia Notimex y CNI-Canal
40 calculaba los bienes inmuebles de la profesora en 115 millones de pesos.