EN EL CHOPO
Javier Hernández Chelico
Piercing, con Andrea
ESPIGADA, DE MIRADA firme y labios bárbaramente
desnudos -como diría Renato Leduc- es Andrea Serrano Sánchez.
Asistió por primera vez al Tianguis del Chopo cuando tenía
11 años: "fui con mi hermano Antonio (uno de los tatuadores más
conocidos) y quedé sorprendida: el Chopo era música, cotorreo
y gente. Eso me gustó". Con el tiempo, a Andrea le llamó
la atención las perforaciones corporales -piercing- más
que el tatuaje; primero fue observadora tenaz del llamado body art
durante un par de años, y hace siete hizo su debut. "Mis primeras
perforaciones fueron en los pezones de un amigo, me quedaron tan bien que
seguí en esto". Andrea descubrió el gusto por este oficio
y que el Tianguis del Chopo es el espacio ideal para practicarlo.
ANDREA
CONSIDERA QUE su trabajo es arte, y esto le agrada, pero también
acepta que es un negocio. "En este trabajo no hay un promedio en las percepciones,
porque en dos semanas puedes hacer una o dos perforaciones, o 10 o 12 y
con precios diferentes; lo más caro es el oro (de 14 y 18 kilates),
lo demás es acero quirúrgico. En el tianguis he cobrado hasta
80 pesos -en un estudio es el doble- por mi trabajo, pues la pieza se cobra
aparte", comenta Andrea, quien agregó que ''han llegado chavos que
ofrecen a cambio de una perforación desde una playera hasta un pomo
de tequila; ése sí lo acepté, porque era del bueno''.
Andrea está en el local 23 del tianguis, donde realiza piercing
a chavos de todos los grupos sociales, lo mismo a mujeres que a hombres;
la mayoría, por cierto, son jóvenes. "Por la forma de vestir
me doy cuenta de quienes vienen: los fresillas se perforan demasiado
y los gruperos lo que se llegan a perforar es una oreja, en cambio el rockero
lo hace en cejas, labios, pezones; los que más vienen son estudiantes
de prepa y de secundaria; un oficinista es difícil que se
perfore, porque tendría que quitarse el broquel o el arete y si
lo hace se le cierra la perforación". Para concluir, Andrea apunta
sobre las consecuencias estéticas-lúdicas-eróticas
de las perforaciones: "en ciertos lugares del cuerpo -los genitales, por
ejemplo- es estimulante, igual que en la lengua, y por lo que he platicado
con la gente, hay quien se lo hace por moda, otros sí lo hacen para
provocar excitación en ellos o en su pareja. He realizado como 10
perforaciones en genitales -todas a chavas-, y la verdad no ha sido fácil;
el clítoris es un lugar muy sensible, pero hacerse la perforación
no es doloroso, según comentan las que se la han practicado, sólo
se siente como un pellizquito al hacer la perforación; también
me han dicho que a veces al caminar se tiene una sensación orgásmica...
no tanto como un orgasmo, pero si una sensación. Lo difícil
es hacer la perforación, en primera porque es un lugar difícil
de localizar, es muy resbaloso y hay que perforar con las manos -no se
pueden usar pinzas- y con mucha delicadeza.
''Lo que nunca he realizado es una perforación
genital en hombres, siento que a veces se cohiben conmigo y no se animan",
dice resignada Andrea, quien como comentario final recomienda alejarse
de los lugares insalubres, de los charlatanes y exigir seriedad y profesionalismo
en cada piercing que se hagan. Andrea está cada sábado
en el puesto 23 del tianguis, a un lado de la galería central.
... Un segundo
RADIO CHOPO RECIBE este día (11 horas) a
una de las bandas con más expectativas en la escena del rock nacional:
Cabezas de Cera, trío de músicos comprometidos con la búsqueda
de nuevos sonidos, tal como lo demuestra su más reciente grabación
...Un segundo, cidi que desde el arte -el cuadernillo y el estuche
fueron diseñados por Israel Miranda- demuestra el esmero con el
que fue realizado. Cabezas pondrá este material a la consideración
del público chopero. En este mismo sitio estará el narrador,
dramaturgo y poeta Ricardo Guzmán Wolffer, autor de libros como
Que Dios se apiade de todos nosotros, Bestias de la noche
y Colman los muertos el aire, entre otros. En esta ocasión,
Guzmán Wolffer entregará lecturas de su más reciente
libro La frontera huele a sangre, el cual también será
comentado en el programa de radio El rock sigue en el Chopo, que
se transmite por el 105.7 de FM a las 8 horas.