Autoridades pretenden imponer la intolerancia y la imposición, aseguran

Denuncian trabajadores de la Universidad Iberoamericana campaña de acoso laboral

Sindicalizados analizarán hoy las acciones a realizar para defender sus derechos

JOSE GALAN

El Sindicato de Trabajadores de la Universidad Iberoamericana (STUIA), institución educativa a cargo de la Compañía de Jesús, denunció que el nuevo reglamento interior de trabajo obstaculiza la libre expresión de las ideas, además de que propicia "la intolerancia y la imposición, lo que ha provocado que la cordialidad y eficiencia en el trabajo cotidiano se hayan visto afectadas".

El sindicato puso como ejemplo que en el artículo 51 del reglamento se advierte que serán causales de despido comportamientos inmorales, la organización de colectas o la difusión de propaganda política, lo que representa "una nueva campaña de acoso y amenazas contra los trabajadores".

El documento fue registrado ante la Junta Local de Conciliación y Arbitraje por el comité ejecutivo anterior. Los trabajadores sindicalizados de la universidad realizarán hoy viernes una asamblea a puerta cerrada para establecer la estrategia a seguir en repudio a cualquier medida que obstaculice la libre expresión de las ideas.

Laura Pérez Rosales, secretaria general del STUIA, denunció además que en ese reglamento se excluyó de la legislación laboral interna al personal académico, ya que "los artículos quinto y sexto definen respectivamente al trabajador administrativo y al de apoyo". En su lugar, se afirma que dicho personal estará regulado por los Reglamentos del Personal Académico.

"Esto resulta a todas luces incomprensible e improcedente", dijo. "En primer lugar no existen varios reglamentos del personal académico. El único que existe se refiere exclusiva y convenientemente a los aspectos relacionados con la docencia, la investigación y difusión académica de nuestra universidad.

"Vincular una reglamentación de índole académica con aspectos laborales significa distorsionar y confundir dos ámbitos aparentemente distintos."

Para el sindicato, las relaciones laborales están reguladas por el contrato colectivo de trabajo, que incluye a los académicos de la universidad. "Al marginarlos, se pone en riesgo su estabilidad laboral", agregó Pérez Rosales, quien consideró que con los contenidos del nuevo reglamento de trabajo "la intolerancia y la imposición han provocado que la cordialidad y eficiencia en el trabajo cotidiano hayan sido sustancialmente afectadas".

El sindicato denunció también que las autoridades universitarias decidieron subrogar el servicio de vigilancia, y para ello la dirección de personal de la universidad llamó a trabajadores de base adscritos a esa área para informarles que debían firmar su pase al área de limpieza. "Reprobamos la táctica de imponer hechos consumados, de manera unilateral y violando el contrato colectivo vigente", añadió la secretaria general.

Por ello, este día el sindicato analizará la estrategia a seguir para establecer con las autoridades los mecanismos necesarios para modificar las decisiones "unilaterales" adoptadas a espaldas de los acuerdos suscritos con los trabajadores. "No nos vamos a dejar. Y de eso deben estar conscientes las autoridades universitarias. Actuaremos conforme a nuestro derecho laboral, y acudiremos ante las instancias adecuadas", adelantó Pérez Rosales.