Conmemoran aniversario del natalicio de El Profesor

Homenaje priísta a Hank en Santiago Tianguistenco

ENRIQUE MENDEZ E ISRAEL DAVILA ENVIADO Y CORRESPONSAL

Santiago Tianguistenco, Mex., 28 de agosto. La clase política priísta del estado, los que siempre negaron la existencia del Grupo Atlacomulco, pero que hoy se dijeron discípulos de Carlos Hank González, conmemoraron aquí el aniversario 75 del natalicio de El Profesor con un homenaje para "cumplir con el deber de la gratitud" hacia "uno de los líderes más admirados del estado de México".

Para esta fecha, a diferencia de la misa del 11 de agosto pasado -convocada por el primer año del fallecimiento de Hank González-, cuando el gobierno del estado envió un funcionario de segundo nivel con un arreglo floral, no sólo asistió el Ejecutivo local, Arturo Montiel Rojas, y la mayor parte de sus colaboradores, sino casi todos los ex gobernadores surgidos, precisamente, del Grupo Atlacomulco.

En el mismo presídium, situado en la Plaza Libertad de este municipio, se sentaron Mario Ramón Beteta, César Camacho Quiroz, Ignacio Pichardo Pagaza, Alfredo Baranda y Emilio Chuayffet, que se prodigaron abrazos, a pesar de las diferencias que existen entre ellos.

Incluso Montiel Rojas depositó una ofrenda floral en la estatua de Hank González, ubicada a un costado del palacio municipal, y en la ceremonia lo acompañaron la viuda del ex regente, Guadalupe Rhon, y sus hijos Carlos, Jorge, Ivonne y Maricela. También se le dio un lugar especial al nieto de Hank y del empresario Roberto González Barrera -sentado en la primera fila de las sillas-, que se llama Carlos Hank González, quien agradeció, en nombre de la familia, el homenaje para su abuelo.

El "discurso oficial" estuvo a cargo del ex procurador de la República Humberto Benítez Treviño, que es el flamante presidente del Tribunal de lo Contencioso Administrativo del estado de México. Fue él quien afirmó que esta muestra de fidelidad al maestro de los priístas mexiquenses cumplía con un deber de gratitud. Y es que hace 17 días, a la misa por el primer aniversario de las exequias de Hank, sólo asistió la familia y gente del pueblo.

Benítez Treviño ofreció un discurso pleno de elogios, calificativos y loas para "uno de los prohombres más queridos del estado de México, de personalidad poliédrica, con un carácter fuerte, duro como el granito, pero a la vez dulce, delicado y bueno". En ese tono, el funcionario comparó a Hank con Víctor Hugo, porque "se ganó el corazón antes que la mente de sus alumnos, con el embrujo y majestuosidad de su cátedra".

El contenido de su mensaje fue apenas equiparable al del alcalde de Tianguistenco, Alejandro Olivares Monterrubio, quien también se dijo discípulo de Hank. "Vamos a seguir su ejemplo -expresó-, sus consejos, sus enseñanzas, para ser dignos alumnos de un verdadero maestro".

La competencia por quién elogiaba más al también ex regente y ex secretario de Agricultura -este último cargo durante el sexenio de Carlos Salinas de Gortari- llevó al edil a considerar a Hank como "patrimonio histórico de Tianguistenco, que compartimos orgullosamente con todos los mexicanos".

Aunque Benítez Treviño y Olivares Monterrubio afirmaron que una de las mejores cualidades del profesor fue la de privilegiar el valor de la amistad, el presidente municipal no pudo evitar reconocer que además fue paradigma de los políticos que logran amasar fortunas.

La Plaza Libertad se llenó con familiares -los nietos en primera fila, junto a González Barrera-, empresarios, habitantes del municipio y alumnos de las escuelas locales, a quienes para reforzar la idea inicial del presidente del Tribunal de lo Contencioso Administrativo y el alcalde se les distribuyeron banderitas con una frase atribuida a Hank González: "La mayor riqueza es el hombre".

A la relación de cargos públicos que ocupó Hank González, el alcalde agregó en su discurso que fue "un gran señor, un gran hombre", pero la mejor definición sobre la ceremonia de hoy la dio el moderador, un empleado del gobierno estatal:

"En un día como hoy, hace 75 años, los clarines se convirtieron en divinos heraldos y le anunciaron al mundo el nacimiento de un nuevo prócer de México y de la tierra mexiquense".