En un informe, los activistas documentan las contradicciones de la versión oficial
Ataque premeditado, los asesinatos en Amaytik, asegura brigada de observación
HERMANN BELLINGHAUSEN ENVIADO
San Cristobal de las Casas, Chis., 28 de agosto. La brigada de observación civil que acudió a la ranchería Amaytik y recorrió otras poblaciones del municipio autónomo Ricardo Flores Magón entre los días 26 y 28 constató los asesinatos de Lorenzo Martínez Espinosa y Jacinto Hernández Guitérrrez (vocal suplente y agente rural autónomos, respectivamente) la mañana del domingo en la mencionada ranchería.
"A juzgar por los hechos y sus resultados concluímos que fue un ataque planeado con premeditación", expresan conjuntamente hoy la Red de Defensores Comunitarios por los Derechos Humanos, el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas, el Comité de Derechos Humanos Fray Pedro Lorenzo de la Nada y el Centro de Derechos Indígenas. También concluyen que el objetivo del ataque era asesinar a los miembros del ayuntamiento autónomo.
Los visitadores de los principales organismos de derechos humanos independientes que laboran en la región consideraron también que la seguridad pública, el agente del Ministerio Público y la Agencia Estatal de Investigaciones destacamentados en la ciudad de Ocosingo "actuaron con agilidad sospechosa", "considerando que recorrer la distancia entre la cabecera municipal y el lugar de los hechos lleva aproximadamente cinco horas". (Los hechos ocurrieron en Amaytik a las 10 y a las 16 ya estaba uno de los cadáveres en manos del MP en Ocosingo).
"Estos hechos no pueden aislarse de sucesos violentos en contra de los municipios autónomos y sus autoridades en los últimos meses", apunta la brigada de observación civil, antes de exigir "una investigación exhaustiva y el deslinde de responsabilidades de los perpetradores de estos crímenes, incluyendo su posible vinculación con grupos paramilitares".
Los observadores constataron los asesinatos de Lorenzo Martínez Espinosa y Jacinto Hernández Gutiérrez en la ranchería Amaytik, en los alrededores de Peña Limonar, donde la policía estatal tiene un cuartel, y no lejos de la Base de Operaciones Mixtas del Ejército federal en el ejido Cintalapa.
De acuerdo con las información que recabó la brigada de observación de las ONG independientes, los representantes del municipio autónomo Ricardo Flores Magón "habían citado desde el día 21 de agosto a una reunión en aquella ranchería, de origen no zapatista, el 25 de agosto a las 9 de la mañana, con el propósito de solucionar un asunto matrimonial. Alrededor de las 10 de la mañana se desencadenaron los hechos violentos en los que perdieron la vida los anteriormente citados".
En lo que transcurría el recorrido de la brigada civil, el cuerpo de Lorenzo Martínez Espinosa se encontraba en manos del MP de Ocosingo, después de haber sido trasladado ahí el mismo día de los hechos (domingo 25) a las 16 horas. El día 27 "el mismo MP lo llevó a su comunidad de origen" (Nueva Esperanza), refiere el informe de los observadores. "Vimos que el cuerpo presentaba un orificio de bala de aproximadamente cinco centímetros de diámetro, en el lado derecho del pecho".
El cuerpo de Jacinto Hernández Gutiérrez fue visto por la brigada en la ranchería de Amaytik: "presentaba una herida profunda en el cráneo, de aproximadamente 10 centímetros de longitud, producida por fuertes golpes". En el mismo lugar, los observadores comprobaron que el hijo de Jacinto, de nombre Fernando, mostraba marcas en el cuello, pues los atacantes intentaron ahorcarlo.
Testigos de los hechos identificaron a los agresores, según el informe, como Jacinto Hernández Ballinas, "autor material de la muerte de Lorenzo", tras propinarle un balazo de escopeta; y Santiago Hernández Pérez, quien asesinó a Jacinto "tras golpearlo fuertemente en la cabeza con un garrote". Intervinieron también en la agresión Alfredo Hernández Ballinas, Gaspar Hernández Pérez, Jacinto Hernández Pérez, Santiago Hernández Ballinas, Camilo Hernández Ballinas, Nicolás Hernández Pérez, Nicolás Hernández Espinosa, Simón Hernández Gutiérrez, Nicolás Gutiérrez Espinosa y otros que no ha sido identificados.
El comandante de Seguridad Pública de Ocosingo, Deógenes López Toledo, declaró a los observadores haber llegado, junto con un agente del MP y elementos (no dice cuantos) de la Agencia Estatal de Investigaciones, a la ranchería de Amaytik alrededor de las 15 horas. Levantaron el cuerpo de Lorenzo sin testigos, "porque las familias de las ranchería abandonaron el lugar luego de los hechos violentos".
El comandante conversó con los observadores después de detenerles el paso en el puesto de control de la SPE en la carretera de acceso a la ranchería Amaytik.
Las diligencias del procurador
En tanto, en el hospital Gustavo A. Rovirosa Pérez, de Villahermosa, Tabasco (que además de encontrarse bastante más lejos de Amaytik que Ocosingo o Palanque, se ubica en otra entidad federativa), el procurador chiapaneco, Mariano Herrán Salvatti, acompañó personalmente al agente del MP para realizar las primeras diligencias en "el caso Amaytik", el día de ayer. De hecho, el titular de la Procuraduría Genreral de Justicia del estado (PGJE) encabezó la diligencia.
Acompañaba al procurador, a su vez, un enjambre de reporteros, fotógrafos y camarógrafos de los medios de comunicación chiapanecos y nacionales, que captaron con detalle el interrogatorio practicado a Nicolás Hernández Pérez, miembro del grupo agresor en Amaytik, a quien se veía bastante golpeado ante las cámaras y a Camilo Hernández Ballinas, priísta y miembro de la OPDIC (la misma organización, señalada como paramilitar, que ha agredido recientemente las comunidades zapatistas de La Culebra y Nuevo Guadalupe).
Si bien el incidente en el que Nicolás Hernández resultó lesionado consistió solamente en "dos familias que se enfrentaron con palos", según la versión de la PGJE, por "conflictos derivados de la aplicación de sus usos y costumbres en la realización de una boda" (y esto, en una remota aldea chiapaneca), también compareció ante cámaras y micrófonos, y acompañó a Herrán Salvatti, el secretario de Salud de la entidad, Angel René Estada Arévalo. Ambos funcionarios pudieron confirmar "que el herido se encontraba estable, conciente y con lesiones contusas provocadas al momento de la agresión entre varias personas".
Hernández Pérez ingresó el lunes al Hospital General de Villahermosa, "donde ha sido atendido de manera inmediata y se le han practicado estudios clínicos que apuntan a la recuperación paulatina y positiva de sus lesiones", informa hoy la prensa oficial de Tuxtla Gutiérrez.
Mientras las investigaciones de los organismos de derechos humanos que laboran en la zona indígena de Chiapas apuntan cada vez más a que el "caso Amaytik" se trató de una celada de miembros de la OPDIC contra miembros del municipio autónomo Ricardo Flores Magón, la PGJE apuesta todas sus canicas a la hipótesis costumbrista -dos familias, unos cuantos palos y un novio tacaño-, y la construye con el testimonio de un par de miembros del grupo que atacó a los hoy occisos (para designar en slang ministerial a Lorenzo Martínez Espinosa y Jacinto Hernández Gutiérrez), y cuyo asesinato es lo más concreto y definitivo de todo el "caso".