Reformas, indispensables para el crecimiento, dice
El tiempo apremia y México debe ser más competitivo, advierte el CCE
MIRIAM POSADA GARCIA
El presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Héctor Rangel Domene, apremió al gobierno federal y a los empresarios a trabajar en las reformas estructurales que requiere el país para hacerlo más competitivo, pues hoy se encuentra en el lugar 44 y ''el tiempo apremia'' por la entrada de China a la Organización Mundial de Comercio (OMC) y la firma de nuevos tratados comerciales entre Estados Unidos y América del Sur.
Durante la inauguración de la Semana de la Pequeña y Mediana Empresa Pyme 2002, aseguró que el sector empresarial apoya decididamente la propuesta de reforma energética enviada al Congreso por el presidente Vicente Fox, y destacó que ésta, junto con las reformas estructurales en materia fiscal, laboral y educativa, son indispensables para el crecimiento del país.
En su intervención, el secretario de Economía, Luis Ernesto Derbez reconoció que las empresas mexicanas se ven afectadas por la competencia desleal, y aseguró que el gobierno federal está empeñado en promover programas de financiamiento que permitan a los empresarios tomar el liderazgo internacional y así pugnar por la eliminación de subsidios aplicados por otros países que les restan competitividad a los nacionales.
En la Semana Pyme 2002 Rangel reconoció que las pequeñas y medianas empresas representan 90 por ciento de las instaladas en el país y generan 80 por ciento de los empleos; pero, advirtió, en México se vive la necesidad urgente de mejorar la competitividad.
Destacó que además de enfrentar la recesión económica de Estados Unidos, la caída de las exportaciones y el ingreso de China a la OMC, durante la próxima década México deberá enfrentar condiciones comerciales muy distintas a las actuales como resultado de la firma de nuevos tratados comerciales entre Estados Unidos y países de América del Sur.
Por ello instó al gobierno federal, al Poder Legislativo y a los empresarios a trabajar en una agenda que incluya temas como los precios y tarifas del sector público y de energéticos, el desarrollo de infraestructura, avanzar en una desregulación efectiva, establecer reglas claras para evitar prácticas monopólicas públicas o privadas, e impulsar el desarrollo tecnológico y la flexibilidad laboral.