No descartan organizar una huelga general para
defender la actual legislación
Convocan a crear frente común para rechazar
modificaciones a la Ley Federal del Trabajo
Los proyectos para reformar la LFT son "inducidos y
cerrados", señalan sindicalistas
FABIOLA MARTINEZ
El Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) y otras organizaciones
gremiales y académicas manifestaron su rechazo a cualquier reforma
a la Ley Federal del Trabajo (LFT) y, en especial, al proyecto que se redacta
en las oficinas del titular del ramo, Carlos Abascal Carranza.
En
una posición congruente con la "defensa estricta de la Constitución",
el SME agregará en su plan de acción, en contra de la iniciativa
presidencial para abrir la industria eléctrica al capital privado,
una serie de movilizaciones para rechazar cambios a la LFT.
Ante ello, diversas organizaciones convocan a los sindicatos
y ciudadanos en general que compartan esta postura a unirse a la "asamblea
nacional de trabajadoras y trabajadores" que se realizará el próximo
28 de septiembre, bajo el argumento de que "frente a la política
laboral foxista no hay otro camino que la lucha unificada".
Además, señaló el investigador de
la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), Max Ortega, el objetivo
de la asamblea sindical referida es convertir "la decisión de los
trabajadores asalariados y no asalariados en una poderosa fuerza de rechazo
al intento de reformar la legislación laboral".
En la cuarta mesa de debate en torno a la LFT, Ortega
advirtió que una eventual reforma al artículo 123 constitucional
y su ley reglamentaria es un tema de naturaleza histórica y estratégica
para el mundo del trabajo y para el futuro mismo de la nación.
Por ello, la pretendida reforma neoliberal exige a las
trabajadoras y trabajadores que para librar esta batalla apelen a las más
diversas instituciones de la sociedad civil, desde los sindicatos hasta
los partidos políticos, y recurran a las formas de lucha más
diversas: desde la asamblea nacional hasta la huelga general, agregó.
A diferencia de otras centrales como la Unión Nacional
de Trabajadores (UNT) que aceptan algunas enmiendas para modernizar la
legislación laboral y que incluso promueven su proyecto entre los
diversos partidos, el SME no acepta modificaciones, y en cambio exige el
cumplimiento de la LFT en su estado actual.
En 1999, tras la creación del Frente Nacional de
Resistencia en Contra de la Privatización de la Industria Eléctrica,
el SME firmó un pacto de unidad con la UNT; sin embargo, ahora acota
su participación al señalar que irán juntos "sólo
en aquellos puntos que nos acerquen, pero no en el proyecto para un cambio
integral a la ley", dijo Ramón Pacheco, vocero de los electricistas.
"Coincidimos en muchos aspectos con los compañeros
de la UNT, pero desde ahora dejamos en claro que nuestro objetivo principal
es la defensa de la Constitución y, en el caso del tema laboral,
defender la LFT actual, cuyo carácter tutelar debe seguir vigente",
señaló.
Actualmente se difunden tres anteproyectos de reforma
a la legislación laboral: uno que se redacta en la Secretaría
del Trabajo, otro presentado por la fracción parlamentaria del PRD
en la Cámara de Diputados, y uno más que elaboró la
UNT.
Ninguno de los tres, señala Ortega y organizaciones
como el SME y el Sindicato Independiente de Trabajadores de la UAM, fue
elaborado con base en la consulta directa a los trabajadores del país
sino en un proceso "inducido y cerrado", situación que motivó
la postura de rechazo del sindicalismo democrático y la exigencia
del cumplimiento de la ley vigente.