Nido caído, su última producción
Dejó Montoya el grupo Miguel y Miguel; ''fue
por razones personales'': Angulo
ARTURO CRUZ BARCENAS
Miguel y Miguel, grupo de música norteña
oriundo de Sinaloa, ha sufrido un cambio que preocupa a sus seguidores,
a su disquera y a quienes saben de sus aportaciones al rescate y promoción
de un estilo de cantar campirano, tradicional. Tras 17 años de trabajo
y con 24 discos grabados, dejó el proyecto Miguel Montoya, el requintista,
quien daba un sello único al sonido de los famosos migueles.
"¿Se
pelearon?", preguntaron algunos reporteros y amigos. Respondió Miguel
Angulo, primera voz y armonía: "Bueno, fue una decisión personal;
él quería descansar, retirarse, dedicarse a otros trabajos.
Más bien fueron cuestiones personales". Angulo seguirá trabajando
con el mismo nombre del grupo. A Montoya lo sustituye José Luis
Venegas y sigue Ariel Inzunza, segunda voz y bajo.
-¿Cómo le harán para que este cambio
no les afecte?
Responde Inzunza: "No creemos que nos afecte porque la
voz principal continuará siendo Miguel Angel Angulo, que es la voz
que identifica a Miguel y Miguel, la segunda voz de un servidor. El grupo
se escucha igual, tenemos fe de que la gente nos seguirá apoyando".
Filiberto Nery, representante del dueto-trío, comentó:
"El grupo se está renovando con el ingreso de José Luis.
Aporta experiencia y juventud, lo cual dará imagen. Será
esta una nueva etapa. Queremos llegar a más público y buena
vibra, tanto a México como a Estados Unidos''.
Fin de una etapa
Miguel y Miguel poseen un estilo que hace recordar el
tono, el sonido del canto de los ranchos. Sus letras hablan de amores grabados
en piedras de río, en la ausencia de calores corporales, en cartas
marcadas, en amores que duran lo que un viaje en camión por todo
Chihuahua.
Sus discos alcanzan ventas superiores al millón
y medio de copias, que es un número importante para los artistas
denominados populares, regionales, gruperos.
Los Migueles se conocieron en la adolescencia y tocaban
la guitarra por afición. Lejos estaban de adivinar siquiera que
sus discos El collar de Guamúchil y Cartitas de amor
vendieran 100 mil unidades cada uno. Son famosos en la costa del Pacífico,
Reynosa y Laredo, así como en el difícil Monterrey, Nuevo
León.
En el norte, en cuanta cantina que se dijera tal, se oía
una de sus canciones más queridas: Sonora y sus ojos negros,
que marcó un hito y detonó su popularidad. Esa composición
se hizo película, en formato videohome. Actúan ellos en los
papeles protagónicos y los acompaña Hugo Stiglitz.
En Disa han grabado 10 discos, el último de los
cuales se llama Nido caído, más otras 12 canciones
de romanticismo norteño, para serenatas. Esta producción
marcará el fin de uno de los duetos más singulares de la
música regional mexicana.