El grabado está ''un poquito'' de capa
caída, dice la crítica de arte Raquel Tibol
Comienza actividades la segunda Feria del Libro del
Zócalo del Distrito Federal
Presentarán en ese encuentro su libro Gráficas
y neográficas en México
MERRY MAC MASTERS
El grabado está ''un poquito" de capa caída,
sostiene Raquel Tibol. Se practica, hay personas con mucho talento. Recuerda
el entusiasmo de la exposición de nombre 5 x 100 -que la
crítica de arte curó para el Banco Nacional de México
en 1982- y que a raíz del material acumulado propuso un libro a
la entonces subsecretaría de Cultura de la Secretaría de
Educación Pública.
Así
nació Gráficas y neográficas en México,
de Raquel Tibol, libro que parte del siglo XIX, cuya primera edición
correspondió a Casa Juan Pablos en 1987. Ahora la Secretaría
de Cultura del Gobierno del Distrito Federal lo ha reimpreso y será
presentado por Rafael Barajas El Fisgón, Carlos García
Estrada y Nunik Sauret este domingo a las 17 horas en el Museo de la Secretaría
de Hacienda y Crédito Público, antiguo Palacio del Arzobispado
(Moneda 4, Centro Histórico), dentro de la segunda Feria del Libro
del Zócalo que hoy será inaugurada por el jefe del Gobierno
del Distrito Federal, Andrés Manuel López Obrador; Lázaro
Cárdenas Batel, gobernador de Michoacán, y Enrique Semo Calev,
titular de la Secretaría de Cultura capitalina
Al editarse por vez primera, ''fue saludado por los grabadores
con mucho gusto porque, primero, no era un libro tendencioso en el sentido
de defiendo el realismo y acuso al abstracto, o defiendo al abstracto y
acuso al realismo, sino que están metidos todos en el espectro muy
rico que ha tenido el grabado aquí".
De acuerdo con Tibol, ''algo que ha caracterizado a los
grabadores de México fueron las polémicas y confrontaciones,
que no se llevaron con agresividad, sino de manera fraternal, muchas de
ellas provocadas por mí. En los años 50 hacía los
siguiente: reunía por un lado músicos o bailarines o grabadores
-no lo hice con pintores- y armaba una mesa redonda privada, una especie
de concilio, para que discutieran. Lo hice con el Taller de Gráfica
Popular, con la Sociedad de Grabadores Mexicanos".
El ''riquísimo" material salido de esas reuniones,
primero, ''lo modifiqué y lo reordené cuando dirigí
la gran exposición, la más grande de gráfica que se
hizo en el país, que me pidió el Banco Nacional de México,
antes de la nacionalización -me tocó inaugurar la posnacionalización-,
que se llamó 5 x 100, porque eran cinco grabados de 100 artistas
diferentes, todos vivos, aunque en el transcurso del quehacer murió
Benito Messeguer".
Nuevas técnicas
-El libro abarca hasta 1984. ¿Qué ha pasado
con el grabado a partir de entonces?
-Se ha enriquecido más y más todo lo que
corresponde a lo que llamé neográfica. Lo que trata aquí
son las neográficas cuando usaban la copiadora, pero todavía
no usaban la computadora, ni lo que es digitalización de la imagen.
Hoy por hoy el grabado ha ganado en técnicas. En este libro no trato
la figura de Rufino Tamayo, porque lo descubrí como grabador con
posterioridad a su elaboración. Todavía no rescatábamos,
entre todos los que estábamos interesados en la obra de Tamayo,
primero la cantidad de obra hecha, la cantidad de técnicas utilizadas.
En el libro se discute mucho que si el color sí, que el color no.
Siqueiros les decía a los del Taller de Gráfica Popular,
'entren a las técnicas modernas, usen el color con más audacia',
cuando ya Tamayo traía tiempo, desde los años 50, que fue
a París a instalarse, y desde antes, cuando trabajó en talleres
de Estados Unidos. Pero quizá en el futuro reúna todos los
escritos que he hecho sobre Tamayo, donde lucirá realmente mi análisis
de su obra gráfica.