Ofrecen excarcelarlos mediante el pago de fianza;
los activistas rechazaron la propuesta
Demandan 3 mil personas la liberación de ecologistas
defensores del ex Casino de la Selva
Los manifestantes recorrieron las calles del centro
de Cuernavaca y realizaron un mitin
ARTURO JIMENEZ ENVIADO
Cuernavaca, Mor., 22 de agosto. Tan imprevisto
como el paso de lo cultural a lo político, esta ciudad se vio de
pronto sorprendida por una marcha de por lo menos 3 mil manifestantes que
demandaron la liberación de los 33
integrantes del Frente Cívico Pro Casino de la
Selva detenidos por policías de diversas corporaciones la noche
del miércoles.
Ante lo que consideraron una actitud "autoritaria y represora"
por parte del gobernador del estado, Sergio Estrada Cajigal, y del presidente
municipal de Cuernavaca, José Raúl Hernández Avila,
ambos de extracción panista, ahora aquí, en la capital del
estado, se encuentran representantes de movimientos sociales de poblaciones
morelenses como Tepoztlán, Cuautla y Ocotepec, e incluso de San
Salvador Atenco.
Estrada Cajigal y Hernández Avila quieren hacer
lo que el presidente Vicente Fox a
los ejidatarios de Atenco: comprar el metro cuadrado
de tierra a siete pesos, se dijo ante el palacio de gobierno durante el
mitin con el que concluyó la marcha.
Otros que manifestaron su respaldo al movimiento que ahora
pretende crear un
parque natural y un espacio cultural en el ex Casino
de la Selva fueron los de Greenpeace, quienes en voz de su representante
en México, Raúl Benet, exigieron también la liberación
de los detenidos. La actriz Ofelia Medina, de quien se dijo que vendría
a hacer lo propio, no había llegado hasta la
noche pero trascendió que enviaría un texto
solidario a los inconformes.
Los
ahora encarcelados formaban parte de un plantón en contra de la
tala de
unos 500 árboles y de la construcción de
un centro comercial en lo que fuera ese hotel, un espacio histórico
de amplio arraigo local y parte fundamental de la identidad de esta ciudad
por albergar murales y otros bienes culturales y naturales, dañados
por las obras.
Entre los detenidos destacan el cineasta Oscar Menéndez
y los pintores Angel
Guerrero Garro y Flora Guerreo Goff, también activista
ambiental, así como los ex diputados Ignacio Suárez Huape
y Gabriel Rivas Ríos. Una activista detenida tiene problemas de
salud y requiere de atención médica, pero hasta la noche
no había sido trasladada a un hospital.
Desde la iglesia del Calvario y aún con el sol
a plomo, la marcha comenzó a las 4:45 de la tarde con algunos cientos
de personas y comenzó a bajar por la calle de Matamoros al zócalo
como una creciente a la que se sumaban cada vez más inconformes
por las obras de la trasnacional Cotsco, que construye dos megatiendas.
"Fascistas y represores", decía, sin concesiones, una cartulina,
mientras otra consignaba: "Juicio político a Estrada Cajigal", mientras
su portadora se detenía, posaba y pedía a un fotógrafo
que captara la imagen.
Pero hoy las cartulinas y las consignas, siempre diversas,
convergían casi en un solo punto: "¡Presos políticos,
libertad!" Mientras, un espectador, recargado en un bastón, recriminaba
a unos patrulleros en su vehículo, en la retaguardia de la marcha:
"¿Ya ven? ¿Dónde está el cambio?".
En un recorrido que podría llamarse de la insurgencia,
pues de Matamoros la marcha viró a la derecha en Galeana y de ahí,
otra vez por ese lado, en Abasolo y luego en Morelos, para formar un cuadrado
al doblar del mismo modo por Hidalgo. Aunque luego de topar con el llamado
Palacio de Cortés la creciente fluyó por un túnel
para después ingresar al zócalo, frente al
palacio de gobierno.
Otra consigna recurrente era: "¡Parque sí,
Cotsco no!" Y una más, nunca mejor ubicada geográficamente,
en la mismísima tierra del Caudillo del Sur, advertía:
"¡Si Zapata viviera, qué chinga les pusiera!".
Un activista de Cuautla, con altavoz en mano, de plano
advertía a las autoridades que les iba a pasar "lo que a (Jorge)
Carrillo Olea", ex gobernador priísta obligado a pedir licencia.
Antes había dicho: "Les vamos a demostrar que traemos sangre zapatista".Aunque
la intención de algunas cartulinas era más bien reflexiva,
como en la que se leía: "¿Cuál es tu prioridad, comprar
o respirar?". O la de: "¡Verde sí, cemento no!", "¡Vamos
por ellos!"
Un punto culminante fue la llegada a las oficinas del
ayuntamiento, en la calle de Morelos, pues algunos manifestantes intentaban
derribar las rejas al grito de "¡represores!", mientras otros mostraban
su desacuerdo. Al final se impuso la cordura.
Para entonces, la protesta sumaba ya los 3 mil manifestantes
calculados, pero en el zócalo había otros tantos para participar
en el mitin, el cual concluyó a las 6 de la tarde.
"¡Vamos por ellos!", fue la consigna final y generalizada
para trasladarse a la Procuraduría de Justicia del estado, ubicada
en la avenida Emiliano Zapata, por el rumbo de la glorieta con una enorme
estatua del Caudillo del Sur. Hasta allá arribó, poco
antes de las 7 de la tarde, una delegación de
los ejidatarios de San Salvador Atenco.
La primera jornada de lo que se podría considerar
una nueva etapa de un movimiento local que comenzó hace año
y medio por la defensa del patrimonio cultural, y que hoy parece adquirir
dimensiones políticas nacionales continuaba pasadas las 9 de la
noche.
A esa hora las autoridades, aún asombradas por
la rápida respuesta social a la represión, hablaban de la
libertad de los detenidos a cambio del pago de fianzas, lo que no fue aceptado
por los manifestantes, quienes nombraron una comisión que se trasladó
al palacio de gobierno para entablar un diálogo.