Paco Ignacio Taibo II
De las pequeñas historias. El patio de la escuela
En 1973, en una esquina de la ciudad de México se fundó una pequeña telesecundaria. Tenía 20 alumnos en una aula. Pronto creció hasta tener tres salones.
Tierra polvosa donde Cristo perdió el sarape, construcción de lámina y tabique en las calles México y Saltillo, junto a la avenida Central. Era la etapa de crecimiento de Ciudad Neza. La colonia, en la frontera norte de Neza con Aragón, a unos metros del Distrito Federal, pero ya en el estado de México, se llamaba Vergel de Guadalupe.
Las necesidades educativas de la zona obligaron al crecimiento y pronto llegó a nueve salones con 200 alumnos; era todo lo que cabía en el pequeño terreno.
Aparte de los vecinos que tenían su tierra regularizada, comenzaron a producirse invasiones de paracaidistas y ante esta situación la escuela, necesitada de espacio vital, tomó un pequeño baldío de mil 600 metros para usarlo como patio. Los fraccionadores habían donado estos espacios como áreas comunitarias.
El terreno comenzó a ser usado como centro de actividades cívicas de la escuela, campito de deportes y poco a poco la comunidad de vecinos lo usaba para fiestas, asambleas, actos culturales, deportivos y sociales. Era el único centro de reunión de la colonia. Más tarde se habrían de construir, con apoyos de padres de familia y maestros, unas rudimentarias canchas de básquet, voli y fut.
Hacia fines de los 90 apareció el dueño de El Mariachi reclamando el terreno. No era la primera vez que alguien trataba de quitarle a escuela y comunidad su baldío, a lo largo de los años habían aparecido varios con esa pretensión y sin ningún tipo de papeles.
Pero esta vez el intento de despojo iba en serio. La zona había cambiado, estaba a 200 metros del Distrito Federal, pasaba el Metro enfrente, se programaba una nueva estación, la Nezahualcóyotl, que hoy ya existe; se había revalorizado el terreno. El dueño de El Mariachi, Juan Manuel Pulido, es propietario de un restaurante-bar enfrente, ya en terreno del Distrito Federal, en Bosques de Aragón, y además tiene tres hoteles por la zona.
Y esta vez sí presentaba papeles. Aunque fueron chafas. Alguien le había dado escrituras del baldío. Pero era una escritura muy chistosa, estaba basada en un juicio de usucapión (espero haberlo escrito bien), o sea, aquel que te da propiedad de una tierra si demuestras haber vivido cinco años de manera pública, pacífica y permanente en ella o tener 15 en litigio.
El fallo del juez era a todas luces irregular, puesto que el tal Pulido no había vivido allí ni un día, y no había habido el tal litigio. En último caso la propiedad debería habérsele dado a la escuela, que llevaba utilizando el baldío como patio escolar casi 26 años.
El fallo se dio en 1999. Pulido obtiene entonces el reconocimiento del terreno en el Registro Público de la Propiedad. Comienzan las presiones para apoderarse del baldío con policías y guaruras.
Pulido, sin embargo, no sabía con quién se enfrentaba: una comunidad organizada donde vivían ahora unas 10 mil personas, con asociaciones vecinales y una escuela donde los padres de familia estaban organizados y los maestros tenían la larga experiencia de aquella tremenda lucha sindical en el estado de México. No iban a ceder el único espacio público de la colonia; era ahí donde se realizaban las bodas, se representaban las obras de teatro y se jugaba futbol.
El despojo no prosperó. Sin embargo, la que debió ser la más activa de las defensoras, la Secretaría de Educación Pública, porque el terreno por derecho de uso pertenecía a la escuela, se inhibió en una primera etapa.
Juan Pulido demandó entonces, en un acto de cinismo, a Magdalena Villanueva y a Perla Esther, vecinas e integrantes de la sociedad de padres de familia, y a los profesores Lima y Figueroa, acusados de despojo y robo de varilla y materiales de construcción. El juicio resultaba tan absurdo que recorrió 10 juzgados; nadie se quería hacer responsable de tan burda maniobra. Finalmente el juzgado penal 6 los absuelve, pero Bautista se ampara y en Texcoco el tribunal local deja sin culpa a los maestros, pero inculpa a los dirigentes de los vecinos respecto al despojo. En una maraña de juicios, amparos y contrajuicios, el abogado de la escuela y de los vecinos se vende y se pierde el segundo juicio.
ƑPor qué está tan interesado el Ministerio Público? ƑPor qué meterse en este berenjenal de juicios? Se le vuelve a acreditar la propiedad. "En este país lo que vale son los documentos", les dijo en una conversación Pulido a los representantes de los profes.
El último capítulo de la historia es patético: una juez ordena que se le entregue a Pulido el terreno, y amenaza con multa de 200 pesos a los dos profesores y a las dos madres de familia.
"Nosotros no somos quiénes para entregar el terreno, pertenece a la SEP y a la comunidad por derechos de uso", contestan los amenazados, y no cumplen la orden.
La juez multa con 220 pesos al profesor Figueroa y el 6 de agosto pasado lo detienen saliendo de su casa y lo llevan directo al reclusorio del Bordo sin pasar por el Ministerio Público. Será detenido por 40 horas, acusado de delitos contra la autoridad, por lo que es un problema administrativo. El profesor saldrá bajo fianza.
Imagínese el lector si por deber 200 pesos a las autoridades los mexicanos nos fuéramos al bote. ƑQuién cerraría la puerta? Sorprendentemente, cuando se produce la detención estaba allí el abogado de Pulido, que le informó a su jefe de la misión cumplida.
El proceso sigue. Pulido ahora amenaza con construir una barda. Quiere hacer un hotel y un restaurante-bar. Los vecinos dicen que no pasará. Pulido puede comprar funcionarios. La tensión es grande.
ƑNo debería la Secretaría de Educación Pública intervenir en la defensa de la escuela y su patio? ƑNo debería el gobierno del estado de México impedir que un abusador con un título de propiedad chafa esté generando una confrontación social? ƑNo deberían las autoridades de Neza garantizar la justicia?