Sin su dirección el encuentro sería
estéril: Greenpeace
La UE debe tomar el control de la Cumbre de la Tierra,
opinan
Estados Unidos, gran ausente y blanco de las críticas
AFP
Johannesburgo, 19 de agosto. La Unión Europea
(UE) busca asumir el control de la Cumbre de la Tierra que comienza la
próxima semana aquí, en la cual Estados Unidos, el mayor
contaminador del planeta, será el gran ausente y el blanco de todas
las críticas.
"Se
espera que la UE confirme en Johannesburgo su compromiso constante en la
búsqueda de soluciones multilaterales, su voluntad de proteger el
medio ambiente, reafirmada por la ratificación del Protocolo de
Kyoto, y su interés por los problemas del tercer mundo", declaró
recientemente Romano Prodi, presidente de la Comisión Europea.
Para los participantes en esta conferencia de la Organización
de Naciones Unidas, la ausencia del presidente George W. Bush, sumada a
la escandalosa negativa de Estados Unidos a la hora de ratificar el Protocolo
de Kyoto (1997) sobre reducción de emisiones de gases contaminantes,
muestran que en el camino hacia un desarrollo mundial duradero y justo,
Washington ha perdido el control.
La conferencia de Johannesburgo fracasará "a menos
que la UE se ponga firme y trabaje junto con el resto de los países
para evitar el bloqueo que Estados Unidos está realizando contra
los acuerdos medioambientales", advirtió Ricardo Aguilar, de la
organización Greenpeace.
Los ecologistas, que se contarán por miles en la
ciudad sudafricana, instan a la UE a "caminar al frente, sin Estados Unidos,
pues de otra manera la cumbre podría ser completamente estéril".
Consideran que la Unión Europea se encuentra emplazada
ante la historia para encabezar la transición internacional hacia
la resolución de estos graves problemas medioambientales y sociales.
Mientras el Programa de Naciones Unidas para el Medio
Ambiente pelea para mantener un presupuesto anual de 100 millones de dólares,
Estados Unidos consagra sólo 10 mil 800 millones de dólares
al año a ayuda pública al desarrollo, es decir, 0.11 por
ciento de su producto interno bruto (PIB).
Los 15 gobiernos de la UE, que dedican actualmente 0.33
por ciento de su PIB a ayuda al desarrollo, desean aumentar en 2006 esta
cantidad a 0.39 por ciento, con vistas a llegar lo antes posible al objetivo
de 0.7 por ciento del PIB.
Por otra parte, las emisiones de gases contaminantes de
la UE de 2000 fueron 4 por ciento menores a las de 1990. Asimismo, se multiplicaron
los métodos de reciclaje y las formas de reducir la contaminación
en las grandes ciudades, así como los proyectos de cooperación
con gobiernos de países en vías de desarrollo.
A pesar de que existen espinosas cuestiones que les separan,
como las subvenciones agrícolas, los líderes de la Unión
Europea acudirán a la ciudad sudafricana con un complejo estudio
sobre acceso universal al agua potable y a la salud, planes para reducir
la contaminación, proyectos de asociación entre los sectores
público y privado, reducción de subvenciones que provocan
competencia desleal y otras iniciativas destinadas a reducir las desigualdades.
"El mundo necesita una guerra global contra la pobreza
y la degradación ambiental que sea tan agresiva y esté tan
bien financiada como la emprendida contra el terrorismo, encabezada por
Estados Unidos", según diversas organizaciones no gubernamentales,
que califican la actitud de Washington de "beligerante y destructora".
Por ello, uno de los retos de Johannesburgo será
poner en practica el multilateralismo a la hora de tomar decisiones en
un momento en que Estados Unidos está bloqueando todas las negociaciones
importantes.
"En Johannesburgo no será el momento de grandes
tratados políticos, sino la hora de mostrarse decidido y multiplicar
los esfuerzos para progresar en el camino que hemos comenzado tímidamente.
Esta es una tarea que sólo Europa puede cumplir, porque únicamente
ella posee a la vez la conciencia política y los medios económicos
necesarios", resumió Prodi.