REPORTAJE /CIRROSIS: SOLUCION EN PUERTA
Mexicanos afinan cura contra la cirrosis con base en terapia génica
Cada año mueren 23 mil personas por esta enfermedad: Armendáriz Borunda
Hace 20 años, el estudiante mexicano Juan Armendáriz comenzó a indagar las bases fisiopatológicas de la cirrosis. Hoy está en posibilidad de decir que la cura es un hecho
CAYETANO FRIAS FRIAS CORRESPONSAL
Guadalajara, Jal., 14 de agosto. En su oficina del Instituto de Biología Molecular en Medicina y Terapia Génica, de la Universidad de Guadalajara, el doctor Juan Armendáriz Borunda no oculta su entusiasmo: revela que ya se tienen tres desarrollos científicos probados para revertir la cirrosis hepática, dos de ellos auspiciados y financiados por esta casa de estudios.
"La cirrosis puede ir aumentando y agravando la salud del paciente, pero mediante estas estrategias que nosotros hemos desarrollado puede revertirse y llegar a curarse", asegura, acompañado del rector del Centro Universitario de Ciencias de la Salud, Raúl Vargas López, del cual depende el instituto.
En su extensa hoja curricular se lee que Armendáriz Borunda es originario de Delicias, Chihuahua; se graduó con honores en la Universidad Autónoma de Chihuahua, cursó maestría y doctorado en bioquímica en el Centro de Investigación y Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional y realizó un posgrado en biología molecular en la Universidad de Tenessee, siempre como becario del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).
Además, desde 1994 es miembro del Sistema Nacional de Investigadores, ganador del noveno Premio Nacional de Investigación, de beca de la Fundación Glaxo-Wellcome 1997, y del galardón Anual de Investigación Médica Dr. Jorge Rosenkranz 2000, auspiciado por el Grupo Roche-Sintex de México; asimismo, fue el primer distinguido con el galardón jalisciense de ciencia y tecnología.
Armendáriz Borunda explica que desde hace 20 años ha estudiado las bases fisiopatológicas de la cirrosis. "En otras palabras, qué es lo que sucede dentro del hígado cirrótico, dentro del hígado enfermo, para tratar de entender cómo curarlo."
Añade que fue hace aproximadamente nueve años cuando pensaron que podían utilizarse "genes humanos", por eso se llama terapia génica. "Utilizándola se revertiría la cirrosis hepática, esa fue nuestra hipótesis hace más de ocho años, cuando todavía estudiaba en Estados Unidos."
Después se iniciaron las primeras etapas de dos desarrollos de terapia génica, para llegar a comprobar en ratas de laboratorio sus hipótesis, induciendo la cirrosis hepática en más de mil 300 modelos.
Precisa que al comparar los animales cirróticos inyectados con terapia génica con aquellos a los cuales se les inyecta solamente solución salina, los primeros revierten la cirrosis y se mejoran todas las pruebas de funcionamiento hepático.
Armendáriz advierte que a la fecha estos resultados con protocolos de terapia génica "han sido presentados y aceptados en foros científicos de la más alta calidad, en Europa y Estados Unidos, y se han hecho acreedores a múltiples reconocimientos nacionales e internacionales".
Agrega que los dos diferentes desarrollos de terapia génica que combaten la cirrosis hepática se han hecho solamente en animales de experimentación, "pero todos los resultados nos han motivado y muy pronto vamos a empezar un protocolo clínico ya aplicado a humanos con la enfermedad, esto quiere decir en los próximos cuatro meses".
El investigador señala que este protocolo, ya probado para disminuir la fibrosis hepática, ha mostrado evidencia de que también puede ser usado para disminuir la fibrosis renal, que se origina de la diabetes mellitus. El tercer desarrollo ya está en su fase clínica desde hace cuatro meses y medio, con 40 pacientes que reciben el tratamiento y están revirtiendo la cirrosis, pero éste consiste en aplicar un medicamento proporcionado por un laboratorio de Estados Unidos, denominado Pirferidone, que tiene propiedades antinflamatorias y antifibróticas.
"Este es otro medicamento en el cual nosotros somos los primeros en el mundo en ser autorizados por la Secretaría de Salud y por la Food and Drugs Administration de EU para tratar cirrosis causada por consumo crónico de alcohol y por infección con virus de hepatitis C y/o B", explica el investigador.
Armendáriz Borunda establece que el fruto de las indagaciones realizadas es que en vez de uno se tienen tres desarrollos, dos de ellos de terapia génica, que ya probaron su eficacia y seguridad en animales de laboratorio, y un protocolo en vías de ser aprobado para humanos."
Falta el financiamiento
Los integrantes del equipo que encabeza el doctor Armendáriz Borunda, mexicanos todos, no pierden de vista que su principal limitación para llevar a fase clínica los desarrollos de terapia génica es la falta de recursos, pero aseguran que los van a conseguir.
"Falta dinero, falta obtener los permisos para hacer más pruebas de bioseguridad, pero los desarrollos de terapia génica han mostrado que son efectivos en cuanto a revertir la cirrosis; estamos en vías de aprobación por parte de la Secretaría de Salud y vamos a tener no solamente un desarrollo, un tratamiento para cirrosis, sino tres", advierte.
Insiste en que estos desarrollos son una esperanza para la humanidad, porque la cirrosis es un grave problema de salud, ya que mueren "aproximadamente 23 mil personas en edad productiva -de 15 a 65 años- y cada año se conocen 11 mil casos nuevos de cirrosis, enfermedad que representa la cuarta o quinta causa de mortalidad en la población".
En el caso del medicamento que ya se aplica en fase clínica, Armendáriz Borunda dice que posiblemente pueda estar en el mercado el próximo año, pero esto no les corresponde a ellos, "pues vienen las otras fases, sobre todo la de marketing, donde ya entran las big firms, las grandes compañías, por lo que no es tan simple".
Actualmente han recibido apoyo económico del rector de la Universidad de Guadalajara, Trinidad Padilla López, así como del Conacyt y del Consejo Estatal de Ciencia y Tecnología de Jalisco, además de los fondos concurrentes que ganan por concurso.
De esta forma han logrado sufragar la mayor parte de los gastos que han costado estos tres desarrollos, y cita como ejemplo la biopsia hepática. "Cuesta 10 mil pesos, y eso tiene que salir de algún lado, pero a los pacientes que se está tratando no les cuesta un solo cinco el tratamiento, es gratis. Ni los análisis, esos los pago yo, y el tratamiento, aquí está el medicamento, que lo proporcionan los laboratorios dueños del Pirferidone", expone.
Explica que en el Instituto de Biología Molecular en Medicina y Terapia Génica han logrado reunir un equipo de 20 médicos especialistas, biólogos, químicos, "todos con grado de doctorado en ciencias", quienes además de estos desarrollos trabajan en otras investigaciones que les permitirán iniciar ensayos clínicos en dos meses, relacionados con cáncer cervicouterino, de cabeza y cuello.
Reitera con orgullo: "Somos los primeros a escala mundial en utilizar la terapia génica, y también los primeros en aplicar este medicamento. Los 20 especialistas se han formado aquí, todos han ido en pasos graduales, unos más avanzados, otros menos, para la obtención de su doctorado en medicina genómica".