El presidente del tricolor acudió a fiesta por el cumpleaños 60 del ex candidato
Pacto de Labastida y Madrazo para fortalecer al PRI
Ahora sí se dieron la mano; notables priístas estuvieron presentes en la celebración
ENRIQUE MENDEZ
En un contexto de crisis interna en el Partido Revolucionario Institucional, el ex candidato presidencial, Francisco Labastida Ochoa, y el líder del tricolor, Roberto Madrazo Pintado, aprovecharon ayer el festejo del cumpleaños 60 del sinaloense para consolidar un pacto de unidad entre los grupos que ambos encabezan, que tiene como propósito fortalecer la presidencia del partido.
El vocero de Labastida en la campaña presidencial de 2000, Marcos Bucio Mújica, explicó: "El significado de este encuentro es el nuevo pacto de unidad del partido. La presencia de Roberto Madrazo en el cumpleaños de Labastida nos habla de una nueva etapa de unidad y de fortalecimiento del PRI".
Este es el segundo pacto que Madrazo y Labastida acuerdan. El primero fue el 29 de octubre de 2001, cuando negociaron que la 18 asamblea nacional del PRI fuera deliberativa y no electiva. Entonces decretaron una "tregua" entre ambos en la casa del ex gobernador de Guerrero Angel Aguirre Rivero, de la que informaron después a la entonces presidenta del partido, Dulce María Sauri, cuando, a diferencia de ayer, ni siquiera se dieron la mano.
Después, en marzo pasado, Madrazo le pidió a Labastida y a su esposa, María Teresa Uriarte, perdón por las ofensas en el proceso interno de noviembre de 1999, cuando ambos se tacharon de salinistas y mentirosos. En junio pasado la nueva relación entre los dos decantó una posición política en el CEN para Marcos Bucio.
Ayer Labastida no sólo salió a recibir a Madrazo para que los reporteros y fotógrafos instalados afuera de su casa, en Lomas Virreyes 950, presenciaran el abrazo que le dio, con sendas palmadas en la espalda, sino también a despedirlo, y a ratificar lo que la víspera había conversado con diputados federales en un restaurante de la Zona Rosa. "Les confirmo lo que dije ayer: necesitamos un partido y un presidente fuertes. Y necesitamos apoyar al presidente del PRI si queremos un partido fuerte", dijo a los reporteros.
Del CEN del PRI sólo fue invitado Ma-drazo; Elba Esther Gordillo no fue considerada en la celebración del cumpleaños.
Así que Roberto Madrazo llegó a la casa de Labastida sólo con su chofer y su secretario, a las cuatro de la tarde.
A esa hora ya habían llegado Marcos Bucio, el ex coordinador de la campaña Guillermo Ruiz de Teresa, Luis Martínez Villicaña, el senador César Camacho, el diputado Oscar Levín, el ex secretario de Pesca Guillermo Jiménez Morales, Jorge Alcocer, Ignacio Lara, el gobernador de Tamaulipas Tomás Yarrington, y el médico personal del ex candidato, Angel Zárate.
También Esteban Moctezuma Barragán, a quien Labastida cambió en la coordinación de la campaña a mitad del proceso, decisión que anunció en una gira por Querétaro.
Desde el teléfono celular, Madrazo le avisó a su anfitrión que estaba por llegar, y Labastida Ochoa salió a la calle para encontrarlo. Aprovechó ese momento para ofrecer una entrevista.
"Me siento muy bien, contento, pleno de vida. Estoy lleno de amigos y de familia, de nietos. Deseándole lo mejor al país. Veo complicaciones financieras y presupuestales muy graves. El presupuesto del próximo año tendrá problemas muy serios. Ya no hay bienes nacionales para vender", dijo.
-ƑCómo ve al gobierno de Vicente Fox?
-No voy a hablar de eso, pero al aumentar el gasto corriente se fue el doble de lo que pudo haberse recabado de la reforma fiscal.
-ƑY al PRI?
-El PRI debe cambiar y transformarse. Creo que Roberto Madrazo tiene la intención de hacerlo, confío en que tenga éxito. Yo creí que había que hacerlo, y dudé de si tenía que hacerse dentro de la campaña...
En ese momento se bajó Madrazo de la camioneta. "šHablando del rey de Roma!", exclamó Labastida, y se dieron un abrazo, y luego varios más ante la petición reiterada de los fotógrafos.
-ƑQué le desea en su cumpleaños a Labastida? -se le preguntó al dirigente priísta.
-šLo mejor! Lo mejor de la vida, en compañía de su familia.
A la casa llegó, para amenizar la reunión, el grupo Cautivo, y después arribó el secretario general del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana, Carlos Romero Deschamps, a quien se señala como responsable de haber transferido 480 millones de pesos a la campaña de Francisco Labastida en el año 2000.
Más tarde se sumaron al festejo el ex subprocurador José Elías Romero Apis; el secretario general de la CNC, Heladio Ramírez, junto con el diputado federal César Duarte, y poco después el ex candidato a la jefatura de Gobierno del Distrito Federal, Jesús Silva Herzog.
Hubo bufete de sopecitos, carne asada, callos de hacha y camarones, y en la mesa principal se sentaron Labastida y su esposa María Teresa Uriarte, Jesús Silva Herzog, Heladio Ramírez, Tomás Yarrington y el propio presidente del PRI.
Esa concentración de personajes no sólo en torno a Labastida, sino para expresar el apoyo a la figura del presidente del partido, refrendó -según los colaboradores cercanos del ex candidato- el acuerdo de unidad a favor de Madrazo Pintado, en este momento de crisis interna y de pugna con Elba Esther Gordillo.
A las 6 de la tarde, cuando Labastida despedía a Madrazo en la puerta de la casa, llegaron el gobernador de Hidalgo, Manuel Angel Núñez Soto, con su esposa, así como el nuevo secretario general de la CNOP, Manlio Fabio Beltrones Rivera.
Casi detrás de él llegó el coordinador de los senadores del PRI, Enrique Jackson, con sus compañeros de bancada Carlos Chaurand y Mariano González Zarur.
Francisco Labastida estaba feliz. No hubo pastel ni velas, pero sus nietos le cantaron las Mañanitas, y antes de entrar a su casa volvió a dirigirse a los reporteros: "Les confirmo lo que dije ayer: necesitamos un partido y un presidente fuertes. Y necesitamos apoyar al presidente, si queremos un partido fuerte".