El amor, constante en el nuevo disco del compositor
"En mis letras puede haber reclamo, pero no violencia", dice Raúl Ornelas
ARTURO CRUZ BARCENAS
La relación de pareja es el centro temático de las canciones del cuadrante radiofónico. Va de lo cursi a lo arrabalero. Raúl Ornelas es un cantautor chiapaneco que ha hallado un tono diferente, pero inserto en la tradición de los románticos de prosa suave, pensada. "En mis letras puede haber reclamo, pero no violencia", dijo en entrevista ayer en esta redacción.
Promueve su primer disco, titulado Manual de lo prohibido, luego de que ha entregado composiciones a Pedro Fernández, Pandora, Ana Cirré y Mijares, entre otros. Muchas veces un autor recibe regalías, pero no fama. Siempre pica la cosquilla de figurar. La mayoría fracasa, ya sea porque no tienen buena voz o eso que se llama presencia.
Pero Ornelas no canta mal las románticas, esas que hablan de las situaciones límite, de mujeres que desde el principio advierten que no son de nadie, que lo mejor es no creer que se quedarán. Tal es el caso de su canción Las cartas sobre la mesa, que ya se escucha en las estaciones de radio.
Manera de expresar lo que es el dolor
-En Las cartas sobre la mesa dices "lárgate", en vez de vete. ƑPor qué?
-Es una manera de tratar de expresar lo que es el dolor, pero no es necesario llegar a la agresión, como una mentada de madre o una cosa de esas; a lo mejor es mi manera de acercarme a eso, para agredirla, para maldecirla un poquito por no haberse quedado.
"El amor es una constante en el disco; hay muy poco de otras cosas, como la fe o algún rollo social, como en Gotitas de miel. No puedo decir que la cultura del dolor sea mundial, pero en América Latina sí hay mucho de eso; hay muchas maneras de decir te quiero. Puedes expresar que alguien es como el cielo, pero para decir que te está llevando el tren tienes más armas. Los mariachis siempre van a cantarte cosas de dolor y tequila para olvidar. Hasta puede señalarse que el mariachi me hizo bien, pero por dolor."
-ƑQué opinas de los extremos, tipo Paquita la del Barrio o Guadalupe D'Alessio?
-En mi caso prefiero una tonalidad sin agresión. De los extremos, creo que la mayoría de la gente hablamos así. Si estamos molestos, en una discusión de pareja así hablas, como en las canciones de Paquita. No estoy en contra, pero prefiero guardarme, contenerme, para decirlo sutilmente.
-ƑTu estilo, de los cantabares, de los cantautores, es una tradición o una moda?
-Quienes hemos estado en bares tenemos un círculo de personas que nos conocen, pero eso es lo necesario. Gente como Nicho Hinojosa puede ayudar a que se sepa que hay artistas valiosos en los centros nocturnos. Para mí esto no es cosa de moda. Siempre hemos estado ahí; lo que sí es que se está abriendo una puerta.
"No estoy de acuerdo en que Nicho no dé créditos, no diga los autores originales. Le piden canciones que se piensa que son de él, como Ojalá, de Silvio Rodríguez. Es una costumbre muy grave la de adjudicar una canción a alguien que la está cantando; es muy triste, y nosotros somos culpables, como cuando interpretamos una pieza de Serrat que no es muy conocida y no decimos que es de él."
Lo suyo es la bohemia y aunque se interesa por la circunstancia social de su estado, Chiapas, dice respetar a quienes abordan tal situación con canciones, "pero esto no es lo mío, no es mi bandera. Claro que hablar del amor es también una responsabilidad. De esto tengo las cosas más claras, porque es mi oficio y he hecho más de 600 canciones".
Comenzó a escribir canciones hacia los 20 años (hoy tiene 38); estudiaba administración de empresas turísticas ("la verdad es que estaba perdido en el espacio"). "Me fui a Veracruz, con mi hermano. Conocí a un tipo que cantaba todas las de Serrat. Me enseñó la otra cara de la música. Así comencé."
Se presentará el 24 de agosto en La Planta de Luz (en Plaza Loreto), con su grupo, y el 31 del mismo mes con Edgar Oceranski y David Filio, cada uno con su guitarra, en lo que promete será una velada especial.