Afecta el desempleo a 18 millones de personas en Latinoamérica, señala estudio de la OIT

Las expectativas de crecimiento para la región cayeron de 1.5 a menos 3.6 % este año

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Lima, 26 de julio. El alto nivel de desempleo en América Latina, que afecta a 18 millones de personas, pone en peligro la democracia y la gobernabilidad en la región, advirtió aquí la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

Las expectativas de crecimiento del producto interno bruto (PIB) latinoamericano para 2002 bajaron de 1.5 a menos 3.6 por ciento, lo que influyó en la tasa de desempleo en el primer trimestre, que llegó a 9.4 por ciento, según un informe.

Un estudio de la OIT señaló que esa baja implica que la tasa de crecimiento económico estimada para 2002 disminuya en casi 2.5 puntos porcentuales de la tasa esperada. Desde el punto de vista de crecimiento económico, la situación de 2002 sería la peor que habría experimentado América desde 1983, año en el que la tasa del crecimiento del PIB regional se contrajo en 2.9 por ciento.

El director regional para América de la OIT, Agustín Muñoz Vergara, llamó a los gobiernos latinoamericanos a estar alerta ante los evidentes signos de deterioro de los indicadores de empleo y hacer las correcciones necesarias para solucionar este problema.

Señaló en conferencia de prensa que de no reorientarse el actual modelo de globalización hacia políticas económicas y sociales, la democracia puede peligrar en Latinoamérica, al no asegurar gobernabilidad.

Muñoz Vergara indicó que la carencia de "trabajo decente" se refleja en desempleo regional que llega a 9.4 por ciento, la cifra más alta reportada en los pasados 22 años, y se prevé que al término de 2002 se ubique en 10 por ciento o más.

"El desempleo afecta muy fuertemente al trabajo decente, pues el déficit en el rubro empleo se incrementa con la presencia del trabajo informal en la región, que en 2000 fue de 47 por ciento y en 2001-2002 se avecina en los límites de 50 por ciento", dijo.

Esta carencia se ve también agravada por el poco desarrollo de los seguros de desempleo en la región y por la insuficiencia de protección en materia de seguridad social, agregó.

Precisó que un tercio de los asalariados urbanos no cotizan en sistemas de seguridad social, cifra que llega a 73 por ciento en el sector informal, mientras dos tercios de la población económicamente activa (PEA) de la región están al margen de ese beneficio.

El jefe de la oficina de la OIT para América, con sede en Lima, sostuvo, por otra parte, que en los primeros meses del año se ha registrado una disminución real de 1.5 por ciento en la tasa de crecimiento en los salarios mínimos.

Otro hecho con repercusiones en la materia es la fuerte baja en las expectativas de crecimiento, con previsiones de contracción de 3.6 por ciento del PIB en la región al cierre del año, el peor indicador de los últimos 19 años, detalló.

Muñoz Vergara consideró por ello importante centrar la atención hacia la micro, pequeña y mediana empresa vinculada a la economía interna, que a su juicio no ha sido suficientemente potenciada en las políticas de los gobiernos latinoamericanos.

"Esto hace necesario que los países de la región establezcan políticas económicas coherentes, fundadas más en salidas productivas y no en políticas financieras, como ha sido el caso hasta hoy día", enfatizó.