Destacó Sánchez Vázquez las contribuciones de éstos
a la cultura mexicana
''Retribuyeron los exiliados españoles la generosidad''
Insistió en que España aún está en deuda con
sus transterrados
ANGEL VARGAS
El filósofo de origen español Adolfo Sánchez
Vázquez reiteró ayer su convicción acerca de que el
país ibérico debe saldar cuanto antes el olvido histórico
en que tiene al exilio de republicanos en México y reconocer la
grandeza de sus legados político, moral y cultural.
''Reconozcamos que esa España está todavía
en deuda con el exilio. Ciertamente, en esta franja, como en otras de un
pasado no tan lejano, el olvido pesa más que la memoria", indicó.
"Pero
si en un principio se justificó este olvido y el de la Guerra Civil
como una necesidad para enterrar los fantasmas del pasado, ya es hora de
recuperar la memoria. Y no sólo para establecer la verdad histórica,
sino, sobre todo, para que con base en ella se eleve la consciencia de
que ese pasado jamás debe volver".
Orador principal en el homenaje que el Ateneo Español
de México brindó a los decanos del exilio español
en el país, Sánchez Vázquez sostuvo que ese grupo
heterogéneo de republicanos que arribaron al país a partir
de 1939, a pesar de estar en el "transtierro", fue de gran importancia
para edificar lo que es hoy día aquella nación europea.
Por ello, indicó que "es la memoria de lo que fue
y por qué fue, y no su olvido, lo que permitirá dar una vuelta
definitiva a una trágica página de nuestra historia. En el
caso del exilio, con la memoria, su reconocimiento, lo que entraña
indisolublemente el reconocimiento a México, que al abrir sus puertas
hizo posible ese fecundo legado".
El pensador dio lectura a un texto inédito, Miradas
sobre -y desde-- el exilio, que le fue encomendado para incluirlo en
el catálogo de una exposición sobre los pormenores de hecho
histórico que será inaugurada en Madrid a mediados de septiembre.
A través de esas páginas, discernió
sobre las ópticas que han tenido los mexicanos y los propios protagonistas
de la inmigración en torno de ese acontecimiento. Resaltó
la calidez, simpatía y hermandad que mostraron hacia el exilio los
gobiernos y habitantes mexicanos, desde la época que presidía
el país Lázaro Cárdenas hasta que falleció
Francisco Franco, en 1975, y con ello el regreso a la democracia en España.
De los exiliados, subrayó que supieron y han sabido
reconocer la generosidad de la tierra que los recibió, mediante
aportes innumerables en diversas áreas, entre ellas el conocimiento,
la cultura y la vida laboral.
Destacó que "el exilio mexicano" se distingue de
otros españoles de la misma época por los siguientes rasgos:
su naturaleza esencialmente política, republicana, antifranquista;
su dimensión masiva, no elitista, su amplitud social al representar
a todos los sectores y clases que defendieron a la República; la
adscripción de sus miembros a los más diversos oficios, profesiones
y ocupaciones; su procedencia multiterritorial que cubría todas
las regiones de España; y, a diferencia de otros exilios del pasado,
su larga duración de 34 años, de 1939 a 1975.
Sánchez Vázquez, para concluir su intervención,
reconoció que si bien los gobiernos españoles no han hecho
algo para pagar su deuda pendiente con esa parte de la historia que les
compete, sí se han ido encargado de ello, sobre todo en los últimos
años, determinados medios académicos, editoriales, autonómicos
y políticos de aquella nación.
"Al recuperar del olvido el exilio en todos esos empeños,
España, mediante ellos, recupera una parte de sí misma",
rubricó el también profesor emérito de la UNAM.