Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Sábado 20 de julio de 2002
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Cultura

Mañana concluye la muestra Animalia en el Museo de la Secretaría de Hacienda

Diálogo de 38 artistas con el reino animal

De Rufino Tamayo a Adolfo Riestra predominan las creaciones sobre perros

MERRY MAC MASTERS

La relación entre el ser humano y los animales es el tema de la exposición Animalia, que mañana concluye en el Museo de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, ubicado en el Antiguo Palacio del Arzobispado, en Moneda 4, Centro Histórico. Allí 38 artistas entablan un diálogo sui generis con el mundo animal.

Entre las obras exhibidas abundan los perros. De Rufino Tamayo es el boceto de Perro ladrándole a la luna (1942). Un can es la figura central del acrílico East Village Biko (1989), de Paloma Díaz, mientras que Adolfo Riestra fundió en bronce su Perro echado (1987).

El equino realista de Renato Esquivel contrasta con el feto de caballo embalsamado de Semefo (Teresa Margolles), presentado como Proyecto de parque infantil (1996). Un caballo ayuda en el tránsito de la vida a la muerte en el óleo Sueño (1995), de Sergio Hernández. Para deleite de La gata vanilla (1960), de Alice Rahon, está Busquen a la rata II (1973), de Rafael Coronel.

Fuerte es el nexo de la obra de Leonora Carrington con los animales. La artista está presente con el gouache Pato, ave que escogió Juan Soriano para su escultura en bronce. La selección incluye caracoles (Manuel González Serrano); moscas (Vanesa García Lembo); un grillo (Francisco Toledo); una mariposa nocturna (Manuel Felguérez); un oso polar (Héctor Xavier); un león (Miguel Castro Leñero); una serpiente (Vlady); un unicornio (Gilberto Aceves Navarro), y una llama (Roger von Gunten).

Se busca que el público reflexione, que las obras hablen por sí solas, por eso las cédulas son escuetas, explica la curadora Ingrid Suckaer. Una cita de J. M. Coetzee dice: ''La gente se queja de que tratamos a los animales como objetos, pero lo cierto es que los tratamos como prisioneros de guerra".

Selección de 17 obras

Una investigación del departamento de curaduría del museo, iniciada hace año y medio, coincidió con un tema del pasado Festival del Centro Histórico. De hecho, teníamos un guión muy extenso que abarcaba muchísima obra, pero por razones de espacio lo recortamos, apunta Suckaer.

Si de Pedro Friedeberg se presenta Reloj cocodrilo (2001), en el segundo nivel del recinto hay una pequeña muestra del pintor y escultor, quien es ''un artista muy activo en el programa Pago en especie", apunta la entrevistada.

Para Réquiem por una mosca. Obra reciente y de la Colección Pago en especie de la SHCP, se seleccionaron 17 de un total de 180 obras. Allí se aprecian las perspectivas que maneja Friedeberg y su uso constante de la palabra. El sentido irónico del artista se percibe en el ensamblaje en madera Infonavit de las cucarachas (2000).

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