En México laboran 8 millones de niños de entre 5 y 17 años; en el mundo, 352 millones
Anuncia el BID programa para reducir el empleo infantil
ANTONIO CASTELLANOS
El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) divulgó ayer un informe de la Organización Internacional del Trabajo, según el cual hay en el mundo 352 millones de niños de entre 5 y 17 años que trabajan, y de esa cifra, 17.4 millones se encuentran en América Latina.
Los datos más recientes destacan que en México la cifra alcanza a por lo menos 8 millones de infantes que trabajan en zonas urbanas y rurales. Aquí, según reportes oficiales, el problema radica en que muchos están clasificados como niños en situación de calle, que se derivan de la desintegración familiar y que no tienen un empleo fijo.
Frente a este panorama, el BID anunció la aprobación de 450 mil euros, destinados a identificar, financiar y difundir programas que reduzcan el trabajo infantil en la región, donde 16 por ciento de los menores se encuentran en esas condiciones.
Aun cuando la participación de los niños en la fuerza laboral en general ha disminuido gradualmente en América Latina, las tasas de trabajo infantil son mayores en las zonas rurales, y en muchos casos en países que registran deterioro en su crecimiento económico, entre otros factores.
"La reducción del trabajo infantil es un mecanismo importante para disminuir la transmisión de la pobreza de una generación a otra", afirmó Andrew Morrison. Con esta acción, el BID espera incorporar nuevas estrategias y herramientas en sus programas de desarrollo social y de alivio de la pobreza en América Latina.
De acuerdo con estadísticas recientes, provenientes de encuestas en hogares en América Latina y consultadas por el BID, mientras que en Argentina, Chile, Panamá, Uruguay y Venezuela menos de 5 por ciento de los niños de entre 10 y 14 años trabajan, este porcentaje excede 20 por ciento en Bolivia, Ecuador y Perú.
Los recursos aprobados, provenientes del Fondo Especial para Asistencia Técnica Europea a América Latina, administrado por el BID, apoyarán proyectos que recibirán financiamiento para mejorar su diseño, aplicación y desempeño, con particular énfasis en su evaluación.
Morrison manifestó que los programas serán seleccionados en forma competitiva, sobre la base de su viabilidad técnica, potencial de desarrollo y solidez del criterio de evaluación, y se dará prioridad a aquellos países con altas tasas de prevalencia de trabajo infantil.