"Estoy peleado con el Instituto Cultural de Aguascalientes; no soy un barbero, como otros"

El público me acepta porque le doy el humor que ha perdido el rocanrol, dice Armando Palomas

JAVIER HERNANDEZ ESPECIAL

Portavoz de la generación de compositores que dice las cosas con un lenguaje cínico, provocativo y guarro es Armando Palomas. El es un cantautor que usa la palabra para hacer reír, pero también para demostrar que el humor no está peleado con el compromiso. Desde hace seis años El Palomas, como gusta llamarse, tomó una guitarra y decidió decir su verdad de forma individual al abandonar Clica, banda en la que se inició como rocanrolero y que desapareció por problemas económicos. "Se acabó la banda, pero no el rollo creativo; y me animé a aventarme de a solapa." El sábado pasado presentó en el Foro Alicia su sexto disco, titulado Echenme aguas, producido por él.

"Llevo seis años de solista y llevo seis discos, se puede decir que uno por año; mucha gente piensa que soy chilango, pero no, soy de Aguascalientes, allí empecé a tocar en un bar que se llamaba El Ahuizote; yo era algo así como el rey del bar y ya sabían qué onda con El Palomas: ni siquiera cobraba un baro, yo llegaba a emborracharme. Me pagaban con tragos", cuenta entre suspiros y risas el compositor de El swing de Las Violetas (nombre de la zona de tolerancia de Aguascalientes).

Instalado en una de las mesas de la entrada del Foro Alicia y entre saludos y palmaditas de Rafael Catana, Gerardo Enciso y Fausto Arrellín, Palomas prosiguió con el relato de los inicios de su carrera: "Siempre he sido como el desmadrosito del salón; siempre fui el que hacía la punta para hacer relajo; siempre he sido un poco izquierdoso en muchos sentidos. Vengo de una familia católica en extremo, soy el más chico y de alguna manera fui como el rebeldón, el de la guarrez. Así como soy ahora soy desde niño".

De lo amoroso a lo festivo

Desde el escenario, Palomas lleva al público de lo amoroso a lo festivo, del albur a la interacción sólo con la guitarra y sus canciones. El amor abrió las piernas suena en la voz del aguascalentense y los chavos que llenan el Alicia están atentos, no sólo esa canción sino el desfile que la precedió.

Lo que se observó en el Alicia, es el común denominador en las presentaciones de Armando: "Hay gente que toca para ciertos niveles económicos, sociales; para diferentes chavos en cuanto a edad y nivel cultural. En lo mío, como es tan de pueblo, hay desde morritos hasta viejitos. Yo le canto al pueblo. Tampoco soy monedita de oro, pero la gente lo acepta porque no estoy diciendo ninguna mentira, y le doy lo que de alguna manera ha perdido el rocanrol mexicano: el buen humor. El rock mexicano está saturado de bandas, pero somos muy pocos los que retomamos el humor, no hay muchos que lo hagan, quizá lo más cercano sea lo que hace El Mastuerzo, pero lo mío es diferente: canto nuevocantopachecorrocanrolero que es rocanrol, aunque juegue con la cumbia, con el huapango, el son; la gente me identifica como rocanrolero, porque en realidad las letras son muy rocanroleras. Tampoco hay que cerrarse y llevar una sola bandera: yo soy blusero, yo soy... ni madres, lo mío es hacer música", comenta el creador de La canción pendeja, que viene en su disco titulado En Vivo.

A manera de anécdota y para finalizar, Armando cuenta su aventura con el Instituto Cultural de Aguascalientes: "Estoy peleado con él y ahora me acaban de vetar porque en un concierto que tuve un funcionario se encabronó conmigo: llegué al toquín y dije que el concierto se lo quería dedicar al pueblo, a los semilleros, a los antojeros, a los barrenderos. No soy como los otros lamegüevos que llegan y dicen: gracias al instituto, gracias... yo ni madres. Esto es para el pueblo, es para ustedes; de repente vi un objeto extraño volando y no era precisamente un ovni, era un elote -con mayonesa, carnal-; me le eché encima a quien lo aventó y le dije: chinga a tu madre viejillo culero, si no gusta pues cáite, entonces la gente le empezó a decir culero, culero. Se fue, luego regresó con unos tiras y resultó que el güey era algo así como el amigo o el presidente municipal. Por lo tanto, yo me metí en un superpedote. Ya me cancelaron todas las tocadas que tenía en Aguascalientes para presentar este disco".

Echenme aguas puede conseguirse en el tianguis de El Chopo y en el Foro Alicia.