Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Martes 16 de julio de 2002
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Política

Gustavo Leal F.*

ƑEl elefante se come a pedacitos?

El artículo 273 de la Ley del Seguro Social -modificada en diciembre de 2001 por el tecnócrata ahorrador Santiago Levy, gracias a las maniobras del actual director de la región sur, el priísta Jorge Stefan Chiriac- establece que el IMSS deberá presentar "un informe dictaminado por auditor externo a más tardar el 30 de junio de cada año".

Y en efecto, el que remitió Levy el 28 de julio al Congreso de la Unión y al presidente Fox afirma sustentarse en los dictámenes de Hewitt Farell, Salles, Sáinz-Grant Thornton y el Departamento de Actuaría del gobierno del Reino Unido. No sorprende que a sólo 10 días de su publicación, la Comisión de Seguridad Social de la Cámara de Diputados demandara a Levy una colección completa de esos dictámenes. Pero independientemente de que cumplan con esta solicitud, hay evidencia de que los dictámenes no coinciden con el cuadro apocalíptico que contiene el informe ni tampoco con la campaña mercadotécnica que, para amedrentar a la opinión pública, han desplegado las autoridades institucionales del gobierno del "cambio". Por ejemplo, el despacho Salles-Sáinz comunica que la "normatividad no coincide con los principios de contabilidad generalmente aceptados en México"; que para "determinar el monto necesario de reservas se requiere de un estudio actuarial específico" y que las "bases utilizadas en el balance general no fueron auditadas por nosotros y, en consecuencia, no expresamos opinión alguna".

Traicionando el mandato del cambio del 2 de julio de 2000, Vicente Fox nombró director general del IMSS al zedillista Levy para que le resolviera tres asuntos que conoció en su campaña presidencial: el desabasto crónico de medicamentos, consolidar la terminación de la obras en proceso y enfrentar coherentemente el diferimiento en las intervenciones quirúrgicas. Además de su perfil "financiero", sobre esta desafortunada decisión pesó también la inadecuada información de los head hunters y las deudas que el propio Fox acarreaba con el priísmo zedillista que simpatizó con la Alianza por el Cambio.

Lamentablemente los retos del IMSS superan, con mucho, la dimensión "financiera" y tienen todo que ver con aquello que se aguardaba del gobierno del "cambio": una auténtica mejora en el estado de salud y la atención de sus pacientes.

Era de esperarse que el gobierno foxista impulsara un uso estratégico de los recursos disponibles para enfrentar -šya!- los retos que plantea la adecuada atención a la enfermedad de los derechohabientes. No obstante, el "financiero" Levy prefiere escudarse en los pasivos (devengados y contingentes) del instituto para atender mejor sus sordos combates con Francisco Gil y la Secretaría de Hacienda y Crédito Público mientras sigue desgastando vertiginosamente su pobre "gerencia" a la "cabeza" del IMSS. Tal vez era mucho pedir a un "financiero" que habita el mundo de tres coordenadas macroeconómicas. Pero algo es claro: desde el "entendimiento" de los pasivos del IMSS, Levy no va a corregir, ciertamente, la economía nacional, aunque ello le sirva ahora de pretexto para descuidar la tarea a la cual fue convocado: garantizar buena atención médica al pueblo.

Con su apocalíptico informe, Levy busca desesperadamente remontar ese desgaste y persuadir al foxismo de que es "capaz" de enfrentar la "delicada" situación del instituto. Pero, como con su diseño de Progresa (hoy Oportunidades-Contigo), Levy se vuelve a equivocar. A pesar de los abultados salarios que, para su propio bolsillo, recargan la presionada nómina del IMSS y después de 18 meses de "gerencia" puramente "financiera", él y su director de Prestaciones Médicas, Onofre Muñoz, han sido incapaces de ofrecer a los pacientes del IMSS una sola alternativa clínica a la altura del gobierno del "cambio" que se esperaba. Es cierto que los pasivos del Régimen de Pensiones y Jubilaciones de los trabajadores del SNTSS deben ser ubicados en la perspectiva justa, nombrando a los responsables del no fondeo y proponer alternativas bilaterales políticamente viables. Aunque también es cierto, como apuntara Héctor Rangel Domene, del Consejo Coordinador Empresarial: el "elefante se come a pedacitos".

No cabe duda de que con el nombramiento de Levy, Fox también se equivocó. Después de los resultados electorales en Nayarit, a un año de la elección intermedia de 2003 y frente a la sacudida de Atenco, Ƒestará esperando al tercer año de gobierno para iniciar el "cambio"? ƑPodrá desechar el enfoque "financiero" de la atención a la salud para iniciar verdaderas estrategias que privilegien las garantías a la atención médica? ƑCuánto pueden confiar los mexicanos en los cálculos del informe elaborado por Santiago Levy, quien como subsecretario de Hacienda zedillista firmó los pagarés del Fobaproa?

* Universidad Autónoma Metropolitana-Xochimilco

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