TOROS

Decepcionaron los gordinflones y bien presentados novillos de Sergio Rojas

Herrerías, contratado por Miguel Alemán para ahogar a los Tiburones Rojos del Veracruz

Vuelta al ruedo a Mauro Lizardo en la Plaza México Segunda novillada de Telmex

LUMBRERA CHICO

Había gran expectación por ver el debut de la ganadería zacatecana de Sergio Rojas, contratada por la división taurina de Telmex para el segundo festejo de la Feria del Novillero en el embudo de Mixcoac. Desde la noche del pasado lunes, cuando los bovinos llegaron a las corraletas de Insurgentes, comenzaron a circular voces acerca de lo bien presentados que estaban y las buenas notas de tienta que traían. ƑY bien?

Ayer, ante una escasa concurrencia, suscitaron palmas al saltar a la arena en razón de su buena estampa y evidente trapío. Y venían fuertes, en verdad... al menos en apariencia. Don José, de 451 kilos; Colmenero, 423, y Mariachi, de 479, se fueron como saetas al caballo, metieron la cabeza ondeando el rabo, provocaron dos tumbos y un desmonte, respectivamente, pero luego, todos sin excepción, se agarraron a la arena, desarrollaron sentido, hicieron cosas de mansos y resultaron, a fin de cuentas, decepcionantes...

Para enfrentarlos, el promotor Pepe San Martín colocó en el cartel al tapatío Mauro Lizardo, al potosino José Briones y al neoleonés Gerardo Rodríguez El Giro, que tuvieron una actuación muy dispareja -vistos en conjunto-, porque el primero destacó por su intuición y buen oficio ante sus dos enemigos, mientras al segundo le ganó la abulia y al más joven se lo comió la inexperiencia.

Controversia

En sus dos faenas de muleta, con el abridor Don José y luego con el cuarto (y peor) del encierro, Lizardo mostró valor y conocimiento de los terrenos, así como sentido del ritmo para ligar por la derecha, a pesar de las dificultades que los bichos le plan-teaban en el último tiempo de la suerte, revolviéndose y buscándole las rodillas, pero el muchacho no se amedrentó.

Salió a saludar al tercio para agradecer los tímidos pañuelos que pedían la oreja, después de dejar una estocada desprendida al primero, mientras, luego de liquidar al segundo con un soberbio espadazo, convocó la animadversión contra el juez al dar una muy aplaudida vuelta al ruedo luego de que, desde el biombo, Ricardo Balderas desoyera la exigencia de premiarlo con un apéndice por su valiente faena a un novillo resabiado que se paró sin remedio, fuerza, ni mucho menos bravura.

El Giro, por su parte, buscó la variedad con el capote en sus dos turnos, con mejor fortuna ante el primero, Arraigo, de 483 kilos, al que recibió con un afarolado de rodillas, le intentó la verónica y la chicuelina sin conmover a nadie, pero después cuajó cuatro dramáticas gaoneras. Siempre animoso, comenzó el trasteo de muleta con un doble péndulo a muy escasa distancia del burel, pero entonces, cuando éste le demandaba una imposible sapiencia, zozobró en la cara del animal dejándose enganchar la franela y quedando muchas veces a merced del manso.

Por lo que respecta a Briones, el menos interesante de los tres, poco hay que agregar, si bien es cierto que el azar escribió en la papeleta de su lote la fórmula de la inercia, pues fueron dos mesas con cuernos con las que tuvo que vérselas.

Cuatro letras resumirían su trabajo: nada.Escualos en peligro

Mientras el ganadero y los toreritos combinaban la suma de sus talentos, limitaciones y esperanzas en la arena, en los tendidos corría de boca en boca el chisme de la semana, procedente no del submundo de la fiesta, sino del fondo del mar, o concretamente, del golfo de México. En una maniobra que no oculta el sello de la casa, el gobernador de Veracruz, Miguel Alemán, y su testaferro en materia de negocios cochambrosos, Rafael Herrerías, proclamaron el martes una alianza insólita.

Por agachona decisión de Alemán, Herrerías se ha convertido en presidente del equipo Tiburones Rojos de Veracruz, con el propósito de llevar a la cancha la misma estrategia que le permitió matar a la Monumental Plaza México. Ahora, el ''empresario'' taurino abrirá el estadio del puerto jarocho con el objeto de acarrearle el mayor número de pérdidas económicas, para luego restar éstas de las ganancias de otras empresas y así promediar un descarado robo al fisco. Será cuestión de verlo en cuanto empiece a rodar la pelota sobre el césped...