Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Lunes 15 de julio de 2002
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Política
Falló el intento de que sus actos fueran encubiertos por la impunidad perpetua

La memoria popular venció a los represores que apostaron al olvido, afirma Poniatowska

ANDRES MORALES Y DAVID CARRIZALES CORRESPONSALES

Los responsables de la guerra sucia en México apostaron al olvido para que sus actos fueran encubiertos por la impunidad perpetua, pero no contaron con la memoria popular, que aun con el tiempo transcurrido se resistió a dormirse y hasta el momento recuerda a cada uno de los asesinos de sus hijos, expresó ayer en Veracruz Elena Poniatowska.

En entrevista concedida a una radiodifusora del estado, la escritora consideró que es un signo de "justicia pública" obligar al ex presidente Luis Echeverría Alvarez a comparecer ante los tribunales judiciales por su responsabilidad en las matanzas de 1968 y 1971, así como enfrentarlo a la opinión pública.

"Independientemente de los posibles resultados de la investigación o castigos penales, la gente demostró que nunca olvidó y recuerda a Echeverría como un asesino, desfachatado y represor; ése es el castigo popular."

La autora de La noche de Tlatelolco agregó que tanto la comparecencia del ex mandatario como el reconocimiento oficial de que existió represión sistemática a los movimientos sociales en México son hechos sin precedente en la historia nacional.

"Lo que está sucediendo no tiene antecedentes, porque en México los funcionarios, y sobre todo los presidentes y ex presidentes, eran intocables, nunca se les acusaba de nada, sólo se murmuraba, pero legalmente jamás se les había acusado. (...) Echeverría jamás pensó que las represiones del 2 de octubre de 1968 y del 10 de junio de 1971 tendrían repercusiones a lo largo de los años y tuvo que enfrentar abiertamente lo que en silencio se murmuró durante más de 30 años: los calificativos de asesino, cínico, desfachatado y represor."

Añadió que la muchedumbre que endilgó al ex presidente el calificativo de "provocador" también recuerda que Echeverría siempre ha tratado de reivindicar su imagen tras la guerra sucia, y de eso también hablan varias situaciones pasadas, como cuando ingresó a Ciudad Universitaria y fue recibido a pedradas.

Al igual que Echeverría, abundó, todos los gobernantes involucrados en los actos de barbarie y en la represión de movimientos populares apostaron al olvido y esperaron que el halo de impunidad encubriera perpetuamente sus acciones.

"En 1968 no hubo reacción inmediata, pues la gente se sentó frente a sus aparatos de televisión a ver las Olimpiadas, y entonces pensaron que la matanza no iba a trascender, pero no imaginaron que sexenio tras sexenio sería la pregunta al rojo vivo que se haría a cada uno de los presidentes."

Agregó: "la memoria del pueblo se impuso a los intentos de olvido y esos acontecimientos han sido definitivos en la vida política y social del país".

Este lunes informarán médicos sobre la salud de Martínez Dominguez

Por otra parte, en Nuevo León, el cardiólogo José Luis Assad Morel y Homero Cantú, médico de cabecera del ex regente capitalino Alfonso Martínez Domínguez, darán a conocer este lunes un dictamen sobre las condiciones de salud del político, y si es posible que comparezca en la ciudad de México ante la Fiscalía Especializada en Movimientos Sociales y Políticos del Pasado, o si, por el contrario, por conducto de su defensa solicitará que se le permita declarar en su domicilio o por escrito sobre los hechos del Jueves de Corpus.

Salvador Pérez Chávez, vocero del también ex gobernador de Nuevo León, informó lo anterior, e indicó que el sábado por la noche Martínez Domínguez retornó a su casa ubicada en la colonia Bosques del Valle, en Monterrey, luego de permanecer "una semana en reposo" en su finca El Aguacate.

Agregó que a pesar de que lo observó más "recuperado", aún se ve débil, y sólo los médicos dirán si es posible que pueda comparecer ante la fiscalía especial.

El vocero de Martínez Domínguez dijo que éste mostró buen humor, platicó con todos sus hijos y confirmó sus intenciones de acudir a la ciudad de México a declarar sobre los hechos del 10 de junio de 1971.

Sin embargo Pérez Chávez añadió que, en su opinión personal, las condiciones de salud del ex regente no le permitirán comparecer, y que por eso la familia pensó que lo mejor es que los médicos sean quienes respondan a las preguntas de los representantes de los medios de comunicación en torno a si es posible que viaje en avión y por cuánto tiempo podría estar en un interrogatorio judicial.

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