Analiza en un libro el nexo cautivos-captores
Pilar Calveira indaga sobre los desaparecidos en Argentina
Las víctimas despejan la verdad, advierte Juan Gelman
CESAR GÜEMES
De forma contraria a lo que la tortura buscaría,
la desaparición de la memoria vía el castigo físico
o sicológico, el dolor de las personas que padecieron en los campos
de concentración argentinos hace 25 años (equiparable al
que se infligió en cualquier sitio de esta índole, sea México
o Alemania) está presente. Pilar Calveiro fue secuestrada por un
comando de la Aeronáutica el 7 de mayo de 1977, y luego de un largo
proceso de vejación y tortura, cuando el orden medianamente se restableció
para su persona y su entorno, decidió compartir su experiencia y
la de otros que atravesaron por tan penosa circunstancia.
El
resultado de esa indagatoria personal y social es el volumen Desapariciones,
memoria y desmemoria de los campos de concentración argentinos,
que en breve pondrá a circular la editorial Taurus en su serie La
huella del otro, cuya información ofrecemos aquí a manera
de adelanto.
Al inicio, Juan Gelman expresa: ''Este libro es una hazaña.
Pilar Calveiro atravesó la situación más extrema del
horror militar y ha tenido la difícil capacidad de pensar la experiencia.
Es singular que sean los sobrevivientes de los campos de las víctimas
que más ahondan en lo que aconteció. Salen así del
lugar de víctima que quiso imponerles para siempre la dictadura
militar y sólo ellas saben a qué costo. Su contribución
al despeje de la verdad y la memoria cívica es inestimable para
la sociedad argentina. Que algún día -espero- reconocerá
esa deuda".
El testimonio de Calveiro se convirtió, merced
a un severo ejercicio de la memoria, en análisis que aborda los
aspectos de la relación entre el cautivo y sus captores. El capitulado
abarca desde Poder y represión hasta Sobrevivencia, trivialización
y memoria, y corta en diagonal apartados como Resistencia y fuga, Ni cruzados
ni monstruos y Campos de concentración y sociedad.
Advierte Calveiro: ''Sólo la actualización
hace de la memoria un acto de resistencia porque impide congelar, fijar
la historia en un relato domesticado. La repetición incansable de
una 'misma' historia siempre igual a sí misma y, por tanto, cada
vez más distante de la vivencia; la cuadriculación de las
experiencias múltiples bajo parámetros y explicaciones que
se pretenden definitivos; la reducción de lo múltiple, complejo
y sobre todo contradictorio a simplificaciones que eluden la insuficiencia
de nuestra comprensión, sólo conducen a la banalización
y 'normalización del horror'. Cuando la memoria se convierte en
un relato 'cómodo', se desliza inexorablemente hacia el archivo
y pierde toda su fuerza resistente".
Terror y miedo, registros diferentes
Quien lea Desapariciones... tendrá no una
historia lateral o suavizada de los acontecimientos. Por el contrario y
sin caer en la tentación de lo mórbido, Calveiro apunta:
''No describiré los distintos métodos utilizados, pero sí
haré mención de los más frecuentes. Es importante
saber qué se le hace a un hombre para entender cómo se lo
aterroriza y se lo procesa. El terror corresponde a un registro distinto
del miedo. Mientras uno está sentado, leyendo, el terror es apenas
un concepto que se asocia vagamente con una especie de miedo grande, tal
vez con un género cinematográfico, pero basta seleccionar
cualquiera de estas técnicas, al que en lo personal parezca más
tolerable, y pensar en su aplicación sobre el propio cuerpo, de
manera irrestricta e ilimitada, repetida e interminablemente, para tener
una aproximación a cómo se produce el terror. Interminablemente
quiere decir exactamente sin fin, hasta la muerte o hasta un final arbitrario
que no depende de uno".
Gelman, poeta, quien como Calveiro reside en México,
señala: ''Pilar sale airosa del campo de concentración y,
con ella, vivos o muertos, todos sus compañeros de dolor. Es decir,
este libro es también una victoria".