Protestantes rompen el cerco del barrio católico
Al menos 34 heridos en la marcha de la Orden de Orange en Irlanda del Norte
REUTERS, AFP Y DPA
Portadown, 7 de julio. Por lo menos 34 personas resultaron heridas este domingo como consecuencia de un enfrentamiento entre manifestantes y las fuerzas de seguridad durante la tradicional marcha de la protestante Orden de Orange por la ciudad de Portadown, en Irlanda del Norte.
Los violentos enfrentamientos ocurrieron cuando los protestantes unionistas rompieron una barrera de acero instalada por policías y militares con el fin de evitar que marcharan por la calle católica de Garvaghy Road.
Los efectivos británicos se mostraron inicialmente cautelosos, pero tras la agresión de los protestantes, que comenzaron a arrojarles piedras y botellas, intentaron dispersar la manifestación -en la que participaron unas mil 400 personas- con chorros de agua a presión y disparos intimidatorios con balas de goma.
La refriega dejó 24 policías y una decena de manifestantes lesionados, y por lo menos tres personas fueron arrestadas.
Pese a los pedidos de calma y a la moderación, de todos los dirigentes políticos y religiosos, católicos y protestantes, las promesas de la Orden de Orange de que se manifestarían en forma "digna y pacífica", y el despliegue de más de dos mil efectivos, la marcha anual de Portadown volvió a provocar incidentes de violencia.
La marcha forma parte de una serie de desfiles organizados cada verano por la Orden de Orange para celebrar la victoria, en 1690, del rey protestante Guillermo III de Orange sobre las tropas del rey católico Jacobo II.
El desfile de los hombres de Orange se encamina cada año desde Portadown a la iglesia de Drumcree, donde dan la vuelta, pero desde 1998 se prohibió que la marcha cruzara a través de la calle católica de Garvaghy Road.
Las restricciones impuestas por las autoridades de Portadown, cuna de la Orden de Orange, son vistas como una afrenta por la comunidad protestante norirlandesa, que no puede concebir que sus desfiles sean considerados como una provocación por los católicos.
En ocho años de manifestaciones, ocho personas han muerto en hechos de violencia directamente vinculados con estas marchas.
Momentos antes de que diera inicio el desfile, el jefe del gobierno regional de Irlanda del Norte, David Trimble, antiguo líder de la Orden de Orange, advirtió que en caso de violencia únicamente serían responsables los grupos paramilitares. Los manifestantes sólo se dispersaron al anochecer a causa de la lluvia.