También acordaron superar intereses particulares y reactivar un frente común

Sindicatos universitarios presionarán para que se brinden más recursos a la educación superior

Denunciaron que la cuarta parte de los fondos para el retiro son ganancias para los bancos

JOSE GALAN Y CAYETANO FRIAS ENVIADO Y CORRESPONSAL

Guadalajara, Jal., 5 de julio. Las tres organizaciones de sindicatos universitarios del país acordaron dejar atrás intereses particulares, reactivar el frente amplio y ejercer presión, este otoño, ante la Cámara de Diputados y las secretarías de Hacienda y Educación Pública para obtener mayor financiamiento a ese nivel educativo y la solución al problema de las pensiones y jubilaciones universitarias, que atañe a 250 mil trabajadores.

De esta forma, la Federación Nacional de Sindicatos Universitarios (Fensu), la Confederación Nacional de Sindicatos Universitarios y de Educación Superior (CNSUES) y la Confederación Nacional de Trabajadores Universitarios (Contu), que en conjunto agrupan a los 74 sindicatos de las universidades públicas del país, acordaron realizar movilizaciones en el último semestre del año, así como reuniones con intelectuales, comunicadores, legisladores, rectores y funcionarios, para impulsar políticas de Estado en defensa de las instituciones de educación superior, en el contexto de las discusiones sobre el Presupuesto de Egresos para el año fiscal 2003.

Sin embargo, representantes de trabajadores de las universidades autónomas de Nuevo León, Sinaloa, Durango y de la Metropolitana rechazaron la posibilidad de buscar las alianzas con organizaciones extrauniversitarias, como la Unión Nacional de Trabajadores (UNT), y se manifestaron en favor de que, primero, se fortalezca la posición sindical universitaria antes de "diluir" su movimiento en los intereses de otros gremios.

José de Jesús Becerra López, líder del sindicato de administrativos de la Universidad de Guadalajara (UdeG), sostuvo que uno de los resolutivos de la reunión nacional de la FENSU celebrada aquí fue renovar la alianza de los sindicatos por medio del frente amplio porque, dijo, "a corto plazo no se vislumbra un cambio de la política del gobierno" respecto de la universidad pública, incluyendo el problema de las pensiones y jubilaciones.

"Las Afore sólo han servido para fondear a los bancos", añadió. "En lugar de fondos de ahorro, se han instalado fuentes de recursos para la banca, que condena a los trabajadores a pensiones miserables". Al respecto, el resolutivo de la reunión sostuvo que el modelo de las Afore "es un fraude para los trabajadores", ya que la cuarta parte de los ahorros "se queda en manos de las instituciones financieras".

El diputado federal perredista Gregorio Urías, miembro de la Comisión de Presupuesto en San Lázaro, advirtió la amenaza de "una grave crisis" en la situación financiera de la educación superior pública, porque, añadió, "no hubo cálculos ni de la SEP ni del ISSSTE ni del IMSS sobre el impacto de las pensiones. Fue una enorme falta de previsión. No hay una solución a la vista", subrayó el legislador. "Por ello, es necesario que sindicatos, instituciones y gobierno lleguen a un acuerdo para sanear las finanzas y otorgar pensiones dignas a sus trabajadores. Los legisladores tenemos que ser sensibles a estas demandas, y estoy seguro que esta inquietud la comparten todas las fracciones parlamentarias".

En el debate, Enrique Solórzano Torres, líder de los trabajadores académicos de la UdeG, desató la polémica al procurar defender las propuestas de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES) sobre un esquema de pensiones y jubilaciones. En medio del descontento del resto de los líderes gremiales, principalmente de Durango, Nuevo León y Sinaloa, así como representantes del IMSS, tuvo que retirar su postura.

Sin embargo, sostuvo en entrevista que se deben hacer alianzas con organismos como la UNT, con los patrones, el Estado, y los propios trabajadores para encaminar "un nuevo pacto social". En el caso de las pensiones y jubilaciones universitarias, sugirió un replanteamiento estructural en el que se combinen las variables de edad de jubilación, antigüedad, magnitud de la jubilación, bajo un esquema tripartita de aportaciones de trabajadores y de los gobiernos federal y estatales.

Para David Villarruel, secretario de Relaciones y Solidaridad del sindicato de la UAM, la alianza principal "debe ser entre nosotros, más que fortalecer ahora otros movimientos". Consideró que los trabajadores universitarios "debemos limar asperezas, reanimar el frente amplio, y salir ya a defender el financiamiento para la universidad pública".

Rechazó, como otros líderes, el esquema propuesto por la ANUIES porque, dijo, "sólo beneficia a los patrones", y aunque reconoció la lucha emprendida por la UNT, "los sindicatos universitarios somos los que estamos más jodidos".

Otros de los resolutivos de la jornada fue exigir al gobierno federal que deje de asumir los ordenamientos en materia económica, política y social, "que le definen los organismos financieros internacionales, que han traído como consecuencia instrumentar una política lesiva a los derechos y conquistas sociales de los trabajadores".

Además, los trabajadores universitarios se manifestaron en contra del desmantelamiento del IMSS, ISSSTE e Infonavit, y del deterioro de la educación pública en general, gracias al dictado de organismos internacionales, que se refleja particularmente en la universidad pública mediante insuficiencia de recursos.

"Prueba de lo anterior es que en las universidades públicas se pretende socavar el derecho de los universitarios a tener una jubilación digna, creando organismos para la privatización de la seguridad social, mismos que no garantizan el ejercicio de este derecho que tenemos los trabajadores", agregó el documento.