Gobiernos de 14 entidades velarán por el bienestar de los habitantes de zonas áridas
Formal, la descentralización de la Conaza
ALMA E. MUÑOZ
Por mandato legislativo, la Secretaría de Desarrollo Social (Sedeso) dejará de atender de manera directa el Programa de Desarrollo para los Habitantes del Semidesierto. La responsabilidad recae ahora en 14 gobiernos estatales que velarán por 4.9 millones de personas asentadas en las zonas áridas del país -aunque oficialmente se reconoce que en esa región la cifra supera los 8 millones de residentes.
Para cumplir con la orden, la titular de la Sedeso, Josefina Vázquez Mota, formalizó ayer la descentralización de la Comisión Nacional de Zonas Aridas (Conaza), organismo que brindó apoyo a 11 estados y tenía como prioridades satisfacer las necesidades de agua potable, incentivar los proyectos productivos e impulsar la agricultura y ganadería para quienes, de manera dispersa, se asientan en la región desértica, que abarca 54 por ciento del total del territorio nacional.
Ante los gobernadores de Nuevo León, Fernando Canales Clariond; de Aguascalientes, Felipe González, y del estado de México, Arturo Montiel Rojas, la titular de la Sedeso consideró al agua como un recurso básico para garantizar la gobernabilidad y seguridad nacionales.
Celebró que con casi 115 millones de pesos -90 millones de los cuales ayer fueron reasignados por el gobierno federal- los estados impulsen el desarrollo sustentable de aquellos mexicanos, porque para Vázquez Mota la falta de agua y la sequía "explican la pobreza y la marginalidad".
Los gobiernos estatales de Hidalgo, México, Oaxaca, Durango, Coahuila, Nuevo León, San Luis Potosí, Tamaulipas, Aguascalientes, Zacatecas, Baja California, Baja California Sur, Chihuahua y Sonora serán desde ahora los responsables del Programa de Desarrollo para los Habitantes del Semidesierto y tendrán bajo su mando la ejecución de proyectos productivos, de infraestructura social básica, principalmente de agua para uso doméstico y mejoramiento del entorno comunitario, y de acciones que controlen la desertificación de la zona.
Bajo la dirección de Conaza continuarán operando dos programas: el Plan Acuario, en coordinación con la Secretaría de la Defensa Nacional, para, durante el periodo de sequía, abastecer de agua potable a las comunidades rurales, y el de Vinculación Científica y Transferencia de Tecnología.
El diagnóstico de las zonas áridas
Desde hace 20 años, México ha visto afectados 40 mil kilómetros cuadrados de terreno por la desertificación, lo que provoca bajos rendimientos agrícolas, disminución del hato ganadero, menor disponibilidad de agua (en todas sus formas) para 25 mil comunidades dispersas (con menos de 2 mil 500 habitantes, en promedio), migración constante a centros industriales o a las fronteras del norte del país; agotamiento de las presas de almacenamiento; disminución de rendimiento de los cultivos; aumento de incendios forestales; sobrepastoreo de los agostaderos y aceleración de procesos de desertificación.
Datos de la Sedeso revelan que en la zona desértica del país, el ingreso promedio mensual de los habitantes es de 500 pesos y 47 por ciento de los 4.7 millones de personas que hasta ayer atendía la dependencia no tiene actividades productivas ni empleo fijo.
Ya el responsable de Conaza, Manuel Reed Segovia, había informado que los programas de las Secretarías de Agricultura y Desarrollo Social -Procampo, Microrregiones, Empleo Temporal y otros- sólo "sirven para un ciclo de agricultura de subsistencia" para estas familias, cuya condición socioeconómica provoca que en general carezcan de servicios básicos como energía eléctrica, fosas o letrinas, agua entubada y estudios básicos.
