"Como independentistas no le reconocemos legitimidad
al Estado español", afirma
Batasuna no pagará los 24 millones de euros
que reclama Garzón para evitar el embargo: Otegi
El problema no es una tregua de ETA, sino desarrollar
un proceso democrático, señala
ARMANDO G. TEJEDA CORRESPONSAL
Madrid, 4 de julio. Arnaldo Otegi, líder
y vocero de la coalición de la izquierda nacionalista vasca, Batasuna,
considerada brazo político de ETA, advirtió hoy que su formación
no pagará los 24 millones de euros que les reclama el juez de la
Audiencia Nacional, Baltasar Garzón, para evitar el embargo de todos
sus bienes muebles e inmuebles, cuentas bancarias y futuras subvenciones
públicas, ya que, dijo, "negamos legitimidad" al magistrado y a
la Audiencia Nacional de España.
En entrevista con La Jornada, el dirigente vasco
afirmó que a pesar de las condiciones existentes a raíz de
la aprobación de la nueva ley de partidos políticos, creada
ad hoc para la disolución de su formación, y de los
múltiples procesos judiciales abiertos en su contra continuarán
con sus actividades y reivindicaciones.
Otegi dijo que "Batasuna no pagará el di-nero que
exige Garzón, por lo tanto el em-bargo de bienes es inminente...
Primero, porque no disponemos de 24 millones de euros, y en segundo lugar
por una decisión política, pues si los tuviéramos
nosotros le negamos legitimidad a Baltasar Garzón y a la Audiencia
Nacional para adoptar medidas de bloque económico contra una formación
política en nuestro país".
Agregó que "eso supondrá posiblemente el
embargo de nuestros bienes muebles e inmuebles, lo cual demuestra una intencionalidad
clara de bloqueo económico para impedir que Batasuna siga ejerciendo
sus actividades políticas en Euskal Herria".
-¿Ya recibió su partido la notificación
oficial de la Audiencia Nacional?
-No hemos recibido todavía nada oficial, pero no
nos encontramos con un problema de índole jurídica, sino
que es de actitud política y en este caso la Audiencia Nacional
no es más que un instrumento del gobierno del Partido Popular y
de la estrategia que éste comparte con el Partido Socialista Obrero
Español para impedir el ejercicio a la libre autodeterminación
por parte del pueblo vasco, algo que para ellos es escandaloso y para nosotros
es simplemente un acto de naturaleza democrática.
"Aquí todo se hace en nombre de la libertad y la
democracia, hasta que una formación política legal no pueda
desarrollar su actividad política con normalidad. A modo de ejemplo,
se está haciendo lo mismo que hace Estados Unidos a Cuba".
Coyunturas que fortalecen
-Ante
este panorama, ¿cómo mantendrá su actividad Batasuna,
sin dinero y sin bienes, pues ustedes afirman que seguirán funcionando
como organización?
-Desgraciadamente los vascos ya hemos vivido coyunturas
que nos han golpeado muy duramente, pero que en definitiva también
nos han fortalecido. Tenemos un largo recorrido y por eso manifestamos
que por responsabilidad política no se puede plan-tear la resolución
del conflicto que vive el país ni un proyecto de liberación
nacional sin contar con Batasuna. Por eso muchas veces decimos que Batasuna
no es un sigla sino un proyecto político sustentado por miles de
hombres y mujeres en el sindicalismo, en la educación, en la recuperación
de la lengua y eso no se puede destruir.
"Esta es nuestra vocación y en eso vamos a seguir,
pues hemos pasado por circunstancias históricas muy diferentes en
las que se nos aplicaron legislaciones de auténtica excepción,
ahora se intenta por todos los medios bloquear las aspiraciones y las organizaciones
políticas que planteamos con claridad un modelo radicalmente distinto
al que plantean hoy los neofascistas en el Estado español".
-¿Cuáles serán las consecuencias
inmediatas del embargo de bienes y cuentas? ¿Tendrán que
cerrar oficinas y suspender sus actividades?
-Se supone que al no tener Batasuna fi-nanciación
no podrá disponer de la infraestructura necesaria para su actividad
política. Insistimos en que por encima de todas las dificultades
nosotros no somos un partido político al estilo convencional, porque
nos seguimos considerando militantes políticos y esa militancia
se podrá desarrollar, con mayor o menor precariedad".
-¿A qué se refiere al advertir que estas
decisiones tendrán una "respuesta contundente" por parte de la izquierda
abertzale (nacionalista)?
-Esta expresión siempre es utilizada por algunos
medios del Estado español para hacerla coincidir con lo que es la
actividad armada de ETA, pero nosotros no nos referimos nunca a eso cuando
hablamos de respuesta contundente. El camino es el de las manifestaciones
como las celebradas contra la ley de partidos o la jornada de huelga general
contra el gobierno español, pero el pueblo vasco le va a demostrar
al Estado español, como lo ha hecho históricamente, que no
se va a doblegar, y no porque mantenga una actitud obcecada sino porque
es urgente construir un marco de garantías y seguridad jurídica
para poder ejercer sus derechos. Eso se llama soberanía para el
pueblo vasco.
-¿Esta decisión, sumada a la conclusión
del sumario 18/98, es el comienzo de la disolución de Batasuna por
la vía judicial?
-Esta ley de partidos de momento es de difícil
aplicación, pues se han puesto encima de la mesa una serie de factores
que hacen que su puesta en marcha se retrase. El fundamental es que han
comprobado que tanto en el terreno internacional como en el de la movilización
popular en el País Vasco esa aplicación tiene consecuencias
no deseables para el gobierno español. Por eso hay cierta dilación
en ese proceso, que puede durar semanas o meses.
-En todo caso la nueva ley contempla algunas actividades
como delictivas. ¿De qué manera van a acotar, en caso de
que lo vayan a hacer, su funcionamiento habitual?
-Nosotros como independentistas y gente de izquierda siempre
hemos manifestado que no reconocemos legitimidad al Estado español
para que plantee niveles de injerencia en nuestra vida social, política
y asociativa, por lo tanto no vamos a variar nuestro rumbo político
ni los contenidos de nuestra propuesta, puesto que desde esa coherencia
hemos logrado formar una izquierda independentista con niveles de adhesión
social importantes.
-Con la nueva ley de partidos políticos, la asistencia
a actos como los homenajes a los cuatro miembros de ETA que murieron en
2000 al estallar su coche en Bilbao podrían ser considerados delictivos...
-Habrá que estudiar con detenimiento la ley, pero
el problema es que el Estado español lo que quiere hacer ver en
el exterior es que al imposibilitar que una formación política
legal pueda acudir a un acto de homenaje es un acto de reconocimiento a
la dinámica desarrollada por un militante concreto, sin que esto
quiera decir que se está de acuerdo o no con las cosas que ha hecho.
Es un acto al reconocimiento, a la memoria de una persona que ha sido capaz
de dar la vida por unos principios políticos. En el fondo lo que
pretende hacer ver el Estado español es que no existe un conflicto
político en el País Vasco sino que se circunscribe exclusivamente
a la presencia de una actividad armada ilegal.
-Con la nueva ley parece quedar claro que Batasuna tendrá
que hacer una condena explícita de los atentados de ETA, sobre todo
en las instituciones parlamentarias.
-Algunos dicen que nosotros callamos ante las actividades
armadas de ETA, pero eso es absolutamente incierto, pues lo que hacemos
es una lectura propia de por qué existe la actividad armada de ETA
y aportamos una propuesta para la resolución del conflicto. Esa
es nuestra posición, que evidentemente no gusta al Estado ni a ciertos
políticos. Pero nosotros no vamos a jugar al gato y al ratón
y no vamos a hacer debates semánticos sobre nuestra posición
en cuanto al conflicto armado del país.
-¿En qué condiciones está Batasuna
para propiciar una nueva tregua de ETA?
-Mucha gente piensa que Batasuna tiene capacidad para
influir sobre ETA, y hay gente que no. El problema no es si se piden o
no treguas sino crear condiciones que puedan permitir maniobrar políticamente
a ETA, pero de lo que no nos cabe duda es que ETA tiene absoluta voluntad
para crear escenarios democráticos de ese tipo, y por eso nosotros
debemos trabajar para generar las condiciones que permitan el desarrollo
de un proceso democrático en Euskal He-rria y un ejercicio práctico
del derecho a la libre autodeterminación.