Países pobres deben intensificar comercio mutuo, no pedir más acceso a mercados: Koehler
El FMI ''no puede resolver todos los problemas del mundo''
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Londres, 4 de julio. Las naciones ricas deberían dar a las pobres mayor acceso a sus mercados, pero los países en vías de desarrollo también deben responsabilizarse de impulsar el comercio entre ellos y tener políticas económicas racionales, dijo el director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Horst Koehler.
Al prestar testimonio sobre el papel del FMI ante un comité de parlamentarios británicos, el funcionario también destacó que el organismo no puede resolver todos los problemas del mundo. ''Los patrones de comercio deben cambiar'', destacó Koehler.
Países como Corea del Sur, China, Singapur y México muestran a las naciones africanas cómo, con sus propios esfuerzos, podrían sacar a sus pueblos de la pobreza, señaló.
''No resulta creíble que los países pobres pidan más acceso de mercado si no explotan la posibilidad de acceso de mercado entre ellos mismos'', dijo.
Koehler dijo que los países ricos y el FMI dieron el primer paso en el camino para enfrentar la pobreza con la cumbre sobre el financiamiento del desarrollo que se realizó en Monterrey este año, en la que Estados Unidos y la Unión Europea se comprometieron a dar asistencia financiera.
Pero esa promesa tuvo condiciones, como la promoción de buenas prácticas de gobierno y la erradicación de la pobreza, condiciones que Koehler dijo que fueron apoyadas por los líderes de los países africanos en el programa de la Nueva Asociación para el Desarrollo de Africa (NEPAD por su sigla en inglés).
''Este fortalecimiento de la responsabilidad, más un ambiente de solidaridad y diálogo, es el enfoque correcto'', sostuvo el funcionario. ''Observen este tipo de iniciativa histórica tan importante en Africa, donde los líderes africanos mismos han dicho: es nuestra obligación''.
Un aumento de la globalización es inevitable y hay que desarrollar políticas para que le sirva a la gente, indicó.
Los problemas en las naciones en desarrollo de ingreso medio, especialmente en Latinoamérica, muestran cómo las cosas pueden salir mal cuando los países no logran liberalizar sus relaciones comerciales. Al citar a Argentina como ejemplo de esto -pese a que en la década pasada el país fue elogiado por las drásticas reformas que aplicó a principios de los 90 para abrir su comercio-, Koehler dijo que la integración comercial se quedó rezagada con respecto a la liberalización de la cuenta de capitales, lo que implica que un país no puede generar suficientes exportaciones para pagar sus deudas.
Pese a las expectativas de la reunión sobre desarrollo que se realizó en México, un estudio de Naciones Unidas mostró el mes pasado que la cantidad de personas que viven con menos de un dólar por día en los países más pobres aumentaría 30 por ciento, a 420 millones, hacia 2015, en lugar de reducirse a la mitad, que era la meta de la conferencia de Monterrey.
Respuesta a críticas
El legislador británico opositor Michael Fallon preguntó a Koehler si la amplitud de los intereses del FMI, desde el libre comercio hasta el diseño de una nueva arquitectura financiera, pasando por la lucha contra la pobreza, no implicaba que el organismo se estuviera expandiendo en exceso.
Koehler respondió que un mundo globalizado necesita instituciones más globalizadas. También retó a los que critican al FMI diciendo que causa más daños que beneficios. ''Pareceríamos ser el chivo expiatorio de todo lo que sale mal'', replicó. ''No deberíamos olvidar que las instituciones de Bretton Woods (el FMI y el Banco Mundial) se fundaron después de una ola de nacionalismo, proteccionismo y guerras mundiales'', recordó.
El organismo recibió fuertes críticas recientemente por parte de Joseph Stiglitz, ex economista jefe del Banco Mundial, por forzar a los países a que recorten el gasto y suban las tasas de interés en momentos de crisis, empobreciendo a gran parte de su población.
Koehler indicó que piensa que aunque el FMI seguirá aprendiendo, muchas de sus políticas son las correctas, incluso en Rusia, donde el organismo fue acusado de contribuir al declive económico más rápido de los últimos 50 años. ''Es muy temprano para decir que lo que el FMI hizo en Rusia estuvo mal'', añadió.
En una línea similar, destacó que los préstamos para Turquía no estaban motivados por su valor estratégico para Estados Unidos -principal contribuyente del organismo- sino por las reformas locales. Turquía es el principal deudor del fondo.