Presenta Alejandro Calvillo libro en torno a la planta
Critican Kraus y Monsiváis inacción sobre Laguna Verde
Exponen diversas irregularidades en la nucleoeléctrica
CAROLINA GOMEZ MENA
Siete mil millones de dólares costó la construcción de la central nucleoeléctrica Laguna Verde, en la cual desde que se empezó a levantar, a mediados de los años 70, se reportan diversas anomalías en materia de seguridad debido a la irregularidad sísmica del terreno en el que fue asentada, a que sus reactores tienen defectos de fabricación y a que a más de dos décadas de su construcción la falta de mantenimiento es evidente.
Por ello, uno de los compromisos de campaña del ahora presidente Vicente Fox fue valorar el funcionamiento de esta central para decidir si se cerraba o se reconvertía, pero a un año y medio de la actual administración, la promesa parece haberse quedado sólo en eso, lamentó Arnoldo Kraus al participar en la presentación del libro Los expedientes de Laguna Verde, ƑCrónica de un desastre nuclear anunciado?, elaborado por Alejandro Calvillo, ex director de Greenpeace México.
El articulista de La Jornada consideró que la presentación del libro es un buen momento para exigir de nuevo a las autoridades tomen cartas en el asunto con la finalidad de erradicar la "impunidad y la corrupción que se arrastran desde los gobiernos priístas y que, al parecer, no ha logrado combatir la administración actual".
Sobre esta falta de respuesta, Carlos Monsiváis, quien calificó a Laguna Verde de "la venta a plazos del Apocalipsis", planteó que una de las razones por las que la "conciencia ecológica" no se ha politizado es porque hay un "problema de jerarquías", ya que actualmente "la usada por la autoridad es absolutamente mañosa y ya inservible".
"Mientras en esta jerarquía la conciencia ecológica no ocupe el primer lugar, será señal muy clara de desacierto", y agregó: "Lo que está detrás es el modo en que la ignorancia se transforma en indolencia, y si me piden una definición de la mayoría de los desastres del gobierno actual es su técnica para transformar la ignorancia en indolencia".
En opinión de Kraus son "la impunidad y la corrupción" en México, así como lo que él denominó el "gen valemadres" de los políticos, lo que ha impedido que se tomen acciones concretas para evitar un eventual accidente, el cual saldría mucho más caro en salud, en destrucción de ecosistemas, y también en recursos, de lo que se invirtió en la construcción de la planta.
Según la Comisión de Energía Atómica de Estados Unidos, el accidente en un reactor con 25 por ciento de la potencia de uno de los de Laguna Verde podría ascender a 14 mil millones de dólares y afectaría 400 mil kilómetros cuadrados.
Según Kraus, los principales responsables en "desoír" las recomendaciones y valoraciones hechas por diversos observadores externos en torno a la situación de Laguna Verde son "la Comisión Federal de Electricidad (CFE), la de Energía Nuclear y la de Salvaguarda", a los cuales se debe llamar a cuentas.
De acuerdo con la experiencia vivida en Chernobil, la fuga de material radiactivo incrementa la incidencia de varios tipos de cánceres, en especial el de tiroides y la leucemia. "En la región más afectada en Chernobil el cáncer infantil se incrementó en 60 por ciento en los años posteriores al siniestro, mientras que las enfermedades sanguíneas aumentaron 54 por ciento", pero también subió la tasa de malformaciones del producto durante el embarazo, entre otros.
Alejandro Calvillo lamentó que documentos como el informe de la Asociación Mundial de Operadores Nucleares (WANO, por sus siglas en inglés) y la auditoría realizada en 2000 a Laguna Verde por la empresa alemana TÜV hayan sido puestos en tela de juicio por la CFE y que incluso se hayan intentado desmentir, porque esto, dijo, lo único que propicia es que se frene un eventual cierre de la planta, lo cual ha sido demandado en repetidas ocasiones por Greenpeace México.