El cantautor se presenta mañana en el Metropólitan
Argentina está pagando el costo de vivir de los usureros: Leonardo Favio
JORGE CABALLERO
Mañana viernes se presenta en el teatro Metropólitan el cantautor argentino Leonardo Favio después de 20 años de no visitar México, "por el buen gusto de los mexicanos", dijo en broma. El también actor y director de cine opinó: "Argentina está pagando el costo de vivir de los usureros, son las consecuencias de no haber tenido dirigentes creativos, por eso estamos así. Tengo mucha esperanza de que todo mejore muy pronto".
El músico, famoso en nuestro país en las décadas de los 60 y 70 por canciones como Fuiste mía un verano, Ella ya me olvidó y Ding dong, las cosas del amor, entre otras muchas, mencionó a la pregunta de que si sus canciones románticas les gustarían a las nuevas generaciones: "Nunca he hecho canciones esperando que a alguien le gustarán, las hago porque me nacen, porque las siento", y agregó que nunca había escrito canciones de protesta "porque cuando me enojo no me sale nada, por eso prefiero escribir amor. Admiro a Silvio Rodríguez porque sus canciones de protesta están llenas de amor y pasión".
Durante un pequeño recital ofrecido en La Planta de Luz el martes por la noche, Leonardo Favio cantó 11 temas conocidos, desconocidos e inéditos, estos últimos de su próximo disco Antologías. "Siento miedo de estar en México, algunos dicen que tengo 8 años sin venir, pero yo calculo 20 años; nunca me había sentido tan nervioso, ni cuando debuté." Sobre la razón de su ausencia expuso: "No había existido interés de ningún empresario por traerme; ahora que un empresario suicida se animó, gustoso acepté. Espero que con estas presentaciones se me vuelvan a abrir las puertas y muy pronto pueda regresar."
''Anoche fue la primera vez que dormí sin miedo''
-ƑCómo te sientes de regresar a México?
-Tengo la ansiedad de un adolescente, siento un terrible miedo, soy como ese adolescente que comienza. Sé que México es un latido diferente al de toda América, es un latido con más amor, exigente y entregado. Estoy muy emocionado cantaré mis clásicos no sólo porque sé que son las que quieren escuchar sino porque es una obligación de mi corazón.
-ƑMiedo por qué?
-Desde hace mucho tiempo tengo miedo, anoche fue la primera vez que dormí sin miedo y desperté sin miedo. Y a mitad de la noche, cuando me desperté, tampoco tuve miedo. Siempre me despierto a medianoche con pesadillas, con mucho miedo... Miedo a todo: miedo a mí, miedo a la vida. En esas circunstancias me siento una piltrafa. Pero no sé qué ha sucedido, que de la noche a la mañana cambió todo. Creo que es el miedo de haber descubierto que soy alguien.
-ƑCómo fue que empezaste a cantar?
-Martín Andrade me había escuchado cantar muchas veces en mi casa. Yo solía cantar milongas sureñas, muchas eran de Atahualpa Yupanqui, y alguna que otra canción mía. Sin decirme nada, fue a ver a Eduardo Bergara Leumann, que en esa época tenía La Botica del Angel, y lo entusiasmó. Cuando me vio actuar, Vico Verti empezó a armarme una gira por la provincia de Buenos Aires. No sé de dónde venía el entusiasmo de Vico... un entusiasmo que me contagiaba, a pesar de que el público brillaba por su ausencia en todas las actuaciones que realizábamos. Es que yo venía de un mundo intelectual, del cine. Inclusive como actor había trabajado con directores que hacían un cine de tipo hermético. Yo notaba que cantaba ante la indiferencia de los pocos concurrentes.
''Así duramos varios meses hasta que me llevó a ver a John Lear, director artístico de la CBS, y lo convenció para que me grabara. Lo primero que grabé fue Quiero la libertad; el disco no lo compró nadie. Pero Vico no se resignó, a él lo emocionaba mucho la canción Fuiste mía un verano, así que insistió a la compañía para que volviera a grabar, pero con canciones mías. Así es que grabé Fuiste mía un verano y del otro lado Mi tristeza. Ahí nos tocó Dios. En aquella época éste fue el disco en proporción de mayor éxito en el mundo de habla hispana; nunca se había vendido, hasta ese momento, una cifra igual en tan breve lapso. Tuvieron que unirse para hacer los discos que grabé la CBS y la RCA o la Odeón, no recuerdo exactamente cuál de las dos. En Argentina se dobló la venta de tocadiscos a raíz de las enormes ventas del disco.''
-En una oportunidad hiciste un tema para Perón.
-Sí, Estoy orgulloso de mi general. Cuando llegó Perón a Argentina, en las unidades básicas se escuchaba más ese estribillo, que decía "soy soldado de mi pueblo y estoy orgulloso de mi general", que la marcha peronista. Pero tengo claro que nunca pude ser un cantante político, salvo en raras excepciones, como Si mi guitarra canta como canta, o Qué más, qué más. No me interesa esa línea, pienso que la música y las artes nunca cambiaron nada en el mundo, salvo el sentido estético. Hay gente a la que le brotan ese tipo de temas espontáneamente. Por ejemplo, Silvio Rodríguez estalla de amor por su revolución. A él se lo creo, porque exhala sensualidad. Lo de él con la revolución es una pasión tan sensual como la que se puede tener por una mujer, o por Cristo, que también debe ser un amor pasional. Con Cristo no puedes ser tibio, lo amas como para dormir ente sus brazos. A mí me ocurre así. A veces, en estados de depresión o de júbilo, cuando he pensado en Cristo he dormido entre sus brazos.