Abertzales, en la mira de paramilitares
Tres comandos formados por una treintena de ultraderechistas, "con el apoyo de las Fuerzas de Seguridad del Estado", realizan entrenamientos militares con el objetivo de, en un plazo de dos o tres años, dar muerte a 35 ciudadanos abertzales (nacionalistas), informó el diario vasco Gara, al citar la publicación Kale Gorria.
Están involucrados un agente del Servicio de Información de la Guardia Civil que se hace llamar Manu, y el secretario de Organización de la Falange Vasca, Gonzalo de la Peña Gumuzio. La publicación, en el número correspondiente a junio que presentaron en Bayona Xarlo Etxezaharreta, Igor Eguren y Ahoztar Zelaieta, da cuenta de los preparativos de las "nuevas acciones de guerra sucia". Zelaieta indicó que el martes interpusieron una denuncia en el juzgado de instrucción tres de San Sebastián y que hicieron pública esta información ante "la inmediatez del inicio de las acciones violentas". La investigación realizada por el equipo de periodistas encontró que los tres comandos operan en tres zonas: "la centro", en referencia a Madrid, "la sur", del Estado español, y "la norte", que sería el País Vasco. Asimismo, la Guardia Civil está en condiciones de facilitar "cobertura logística".
Zelaieta también advirtió que han podido comprobar los intentos de infiltración de "elementos ultraderechistas en la izquierda abertzale, en algunos casos se trata de menores".
Los responsables de la revista presentaron diversa documentación, tanto escrita como en imágenes, que pusieron a disposición del juzgado en San Sebastián.
La información detallada por Kale Gorria está basada en las declaraciones de un militante de la Falange Española en Madrid. "ƑQue por qué se prestó a realizar esas declaraciones? A nosotros no nos interesan las razones de las fuentes, sino la veracidad de las informaciones. Y en ese sentido hemos contrastado sus declaraciones con documentación interna de la Guardia Civil y hemos comprobado que son veraces. Además, las fuentes consultadas son diversas", señaló Zelaieta, cuyo equipo realizó su investigación durante más de diez meses. ARMANDO G. TEJEDA, CORRESPONSAL
