Se redujo el superávit público 37.7 por ciento
Cayeron 51.4% los ingresos no petroleros, informó Hacienda
El FMI ajustará a la baja expectativa de crecimiento para AL
ANTONIO CASTELLANOS, DAVID ZUÑIGA, ROBERTO GONZALEZ AMADOR Y AFP
El balance público registró un superávit de 21 mil 815.4 millones de pesos en el periodo enero-mayo que, comparado con igual periodo de 2001, representa una disminución de 37.7 por ciento; asimismo, el ingreso presupuestario de 546 mil millones cayó 0.9 por ciento y los ingresos no tributarios se redujeron 51.4 por ciento. Fueron de 64.9 mil millones. Los tributarios crecieron 11 por ciento al sumar 323.3 mil millones de pesos.
De acuerdo con el informe de las finanzas públicas a mayo dado a conocer por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), la deuda pública externa neta se ubicó en 75 mil millones de dólares, cifra inferior en 1.6 mil millones de dólares a la observada al cierre de diciembre de 2001. La deuda interna, al cierre de mayo, se ubicó en 721.2 mil millones de pesos, monto superior en 30.2 mil millones de pesos, respecto al cierre del año pasado.
La variación de los saldos se explica por un endeudamiento neto de 72.1 mil millones de pesos, ajustes de la deuda indexada a la inflación por 3.1 mil millones de pesos y un incremento en las disponibilidades del gobierno federal por 44.9 mil millones de pesos.
Los ingresos presupuestarios del sector público acumulados a mayo se ubicaron en 546 mil millones de pesos, cifra inferior en 0.9 por ciento real a la registrada en el mismo periodo del año anterior.
Esta disminución se concentra en el sector petrolero, toda vez que los ingresos propios de Pemex, los derechos y aprovechamientos sobre hidrocarburos y el impuesto especial sobre producción y servicios (IEPS) de gasolinas sumaron 152.2 mil millones de pesos, cifra inferior en 8.1 por ciento real respecto a la del año anterior.
Por el contrario, los ingresos tributarios ascendieron a 270.3 mil millones de pesos, monto superior en 4.8 por ciento real a los de igual periodo del año anterior. Al interior de los ingresos tributarios destaca el incremento real en la recaudación por concepto del impuesto sobre la renta de 13.2 por ciento como resultado de las medidas fiscales aprobadas para este año.
El reporte de las autoridades hacendarias destaca también que el gasto neto presupuestario del sector público ascendió durante el periodo enero-mayo a 524.2 mil millones de pesos, monto superior en 1.6 por ciento real al observado en igual periodo del año anterior.
Señala que el gasto programable pagado sumó 360.8 mil millones de pesos, lo que significó un aumento real de 6.3 por ciento con relación al registrado en igual periodo del año anterior.
Al interior del mismo destaca el incremento de 6.7 por ciento real de los recursos canalizados mediante las aportaciones federales para entidades federativas y municipios (Ramo 33) de las previsiones y aportaciones para los sistemas de educación básica, normal, tecnológica y de adultos (Ramo 25) y del Programa de Apoyos para el Fortalecimiento de las Entidades Federativas.
El informe de la SHCP señala también que el gasto programable del IMSS y del ISSSTE muestra un crecimiento de 6.3 y 12.3 por ciento real, respectivamente, excediendo con ello los montos programados para el periodo, de 7.9 y en 1.2 mil millones de pesos, en ese mismo orden.
Pronósticos para América Latina
Los pronósticos sobre el crecimiento económico para este año en América Latina entraron en terreno de revisión, luego de que el Fondo Monetario Internacional (FMI) indicó que ajustaría a la baja sus expectativas para la región. En México, mientras tanto, el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) alertó de un nuevo deterioro en las economías del continente.
En un reporte divulgado en la ciudad de México, el CEESP estimó que la economía de la región decrecerá 0.4 por ciento en 2002, en una evolución determinada por el incremento de los problemas políticos y económicos en Brasil, Argentina, Uruguay y Venezuela, y la débil recuperación de Estados Unidos.
En la misma línea, el Banco Santander Central Hispano planteó un escenario de dificultad para el desempeño de las economías latinoamericanas, que tendrán tasas modestas de incremento en el mejor de los casos y fuertes caídas en otros, como Argentina y Venezuela.
Al panorama poco alentador para las economías latinoamericanas se sumó este miércoles Horst Köhler, director gerente del FMI, quien anunció en Francfort que el organismo podría "revisar a la baja" las perspectivas de crecimiento para América Latina, y aseguró que la crisis brasileña era un "problema político" y no económico, diferente de la situación en Argentina.
En una reunión con la prensa, el director gerente del FMI dijo que, a diferencia de lo que ocurre con Latinoamérica, el organismo espera revisar al alza los pronósticos sobre el desempeño económico de Estados Unidos y la Unión Europea.
En el documento divulgado en la ciudad de México, el CEESP señala que en semanas recientes la volatilidad en los mercados financieros se ha acentuado debido a la devaluación en Uruguay, la creciente popularidad del candidato de la izquierda brasileña, Luiz Inacio Lula da Silva, y el alejamiento de un acuerdo entre Argentina y el FMI, agravado por la renuncia del presidente del banco central de ese país.
Respecto a México, el análisis señala que no se ha contagiado de la volatilidad en el resto de la región, aunque el tipo de cambio ha aumentado a cerca de 10 pesos por dólar. El CEESP aún confía en que el PIB mexicano crecerá 1.5 por ciento con una inflación de 4.7 por ciento, aumento de la inversión de 2.2 por ciento y paridad de 9.66 pesos por dólar al final de año.