Mesa redonda en Bellas Artes
La cárcel, metáfora de la cerrazón para Revueltas
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En la mesa redonda Literatura y cárcel, organizada por el Centro Nacional de Información y Promoción de Literatura del INBA, la investigadora Edith Negrín habló acerca de José Revueltas y su literatura, creada o inspirada en la cárcel.
"Escojo la cárcel como ambiente simbólico, porque no es sino un compendio, una compensación de las sociedades, las rejas del apando son las rejas de la ciudad, del país, las del mundo", señalaba José Revueltas, dijo Edith Negrín, quien ha estudiado profundamente la obra del autor de Los muros de agua.
La estudiosa del Instituto de Investigaciones Filológicas de la UNAM, agregó que la narrativa de Revueltas es muy existencialista, y en ella las cárceles siempre están presentes tanto como lugar donde se desarrollan los hechos como metáfora de la cerrazón e imposibilidad de actuar.
En la mesa redonda, celebrada en la sala Adamo Boari del Palacio de Bellas Artes, Gustavo Hirales, ex convicto integrante de la Liga 23 de septiembre, y Salvador Carrasco, quien paso más de cinco años en Lecumberri, hablaron acerca de sus vivencias. Con encierros en diferentes universos, los dos coincidieron en que en su reclusión conocieron la solidaridad brindada por los presos comunes, quienes les festejaban "sus luchas contra el gobierno".