Rafael Muñoz tradujo Del suicidio
y De la inmortalidad, ensayos del filósofo inglés
David Hume, una historia de feroz censura
Gil Díaz y Fernández de Cevallos son mentalidades
severas y ''llenas de prejuicios'', dice
ARTURO GARCIA HERNANDEZ
La censura, la superstición y la ignorancia son
viejos enemigos de la libertad de expresión y del pensamiento crítico.
No pertenecen a una época o a un régimen determinados, acechan
en todo lugar y momento, por lo que es necesaria una actitud constante
de alerta por parte de la sociedad. Esto concluye Rafael Muñoz Saldaña,
autor de la edición comentada y traducción de dos controvertidos
ensayos del filósofo inglés David Hume (1711-1776): Del
suicidio y De la inmortalidad del alma, reunidos en un volumen
de reciente publicación (Editorial Océano), donde traza ''el
paisaje cultural en que surgieron" y cuenta la brutal historia de su prohibición.
Para el lector actual ?reflexiona en entrevista Muñoz
Saldaña? ambos ensayos son importantes por esa historia de censura
a la que están indeleblemente asociados, pero también por
tratarse de ''dos textos excepcionales en la bibliografía de Hume,
en los cuales se concentran sus mayores críticas a la religión
(no a Dios) y a la estructura eclesiástica de su tiempo:
''Hay que ver ambos aspectos como parte de lo mismo. Son
importantes por la crítica que hace de la religión, pero
también es importante su historia porque precisamente por esas críticas
es que fueron prohibidos."
Traducción pragmática y estética
En un prefacio al libro de Rafael Muñoz, James
Fieser, especialista en Hume de la Universidad de Tennessee en Martin (Estados
Unidos), ubica al filósofo como uno ''de los más influyentes
en los últimos 250 años. Parte de su fama e importancia se
deben a su aproximación -atrevidamente escéptica- a una amplia
gama de asuntos filosóficos". Sin embargo, los puntos de vista más
controvertidos de su obra ''involucraron las creencias religiosas" y ofreció
''una de las primeras teo-rías éticas puramente seculares,
que fundamentan la moralidad en las consecuencias placenteras y útiles
que resultan de nuestras acciones".
La edición de ambos ensayos (Del suicidio
y De la inmortalidad del alma) está divida en una presentación
histórica, seguida de una edición restaurada de la versión
original en inglés y una 'traducción anotada", con apego
-explica Muñoz en una nota preliminar+ a dos criterios fundamentales:
''Es una traducción pragmática, en la medida en que
trata de poner énfasis en la precisión y la exactitud terminológicas".
Y es también ''una traducción estética, pues
busca preservar el contenido emocional y cognitivo de las obras, manteniendo
cierto nivel de equivalencia estilística".
Actitud compleja y polivalente
''La censura ?escribe Muñoz? fue uno de los mayores
problemas en la carrera de Hume. A causa de ella perdió oportunidades
de desarrollo económico y profesional, se le negó el acceso
a las aulas e incluso se repudió su compañía. Ante
la censura, la actitud humeana fue compleja y polivalente: en algunos momentos
Hume se mostró como la víctima inerme de una oposición
general, pero en otros actuó como un decidido provocador de hábil
ironía."
Rafael Muñoz se acercó a los ensayos de
Hume como parte de un proyecto del Instituto de Investigaciones Filosóficas
de la UNAM que trataba de hacer un repaso amplio de la filosofía
moderna y ver sus repercusiones en el pensamiento contemporáneo:
''Mi primera intención era analizar sus ideas filosóficas,
pero conforme me adentré en su texto sobre el suicidio fui conociendo
aspectos de su censura que se explica por el propio contenido". Esta fue
una primera etapa de su investigación. Posteriormente retomó
el tema, hizo algunas rectificaciones y amplió la información.
En total dedicó cuatro o cinco años a este trabajo.
Contó con la ayuda decisiva del profesor de Tennessee,
James Fieser, quien mantiene en Internet una página dedicada al
filósofo, cuya obra se sitúa en la llamada ''Ilustración
de Edimburgo, situada a su vez, en la Ilustración escocesa, una
época de excepcional florecimiento intelectual de esa región
geográfica".
Pobreza intelectual, otro problema
Muñoz llama la atención sobre un aspecto
del clima social y cultural en que fueron prohibidos los ensayos de Hume:
Inglaterra se preciaba de gozar de una irrestricta libertad de expresión.
Es en ese punto en el que es posible establecer una conexión con
el presente mexicano: ''Ahora nos preciamos de tener una gran libertad
de expresión y medios para difundir todas las ideas que queremos,
cuando en el fondo sigue habiendo mecanismos ocultos y discrecionales de
censura".
Lo llamativo ahora ?dice el especialista? no sólo
es la censura, sino que la gente lee mal: ''Se convierte en un lugar común
decir que la gente no compra libros y cuando compra, son malos libros.
Pero todavía es más grave cuando la gente compra buenos libros,
los lee, pero hace una lectura pobre de esos libros. De inmediato trata
de identificarlos con categorías que ya tiene arraigadas y es común
que surja una actitud de intolerancia o de censura.
''Como ejemplo, está el escándalo de un
secretario de Estado por la lectura de Aura, de Carlos Fuentes.
El verdadero problema es la pobreza intelectual de quienes muchas veces
definen políticas culturales y esto proviene de que su visión
del mundo está hecha de esas categorías, moldes previamente
elaborados a los que se pretende adaptar cualquier tipo de diversidad."
A juicio de Rafael Muñoz, políticos como
Francisco Gil Díaz y Diego Fernández de Cevallos representan
esas mentalidades severas, ''llenas de prejuicios y muy poco sensibles
a entender lo que la gente está expresando, personas iguales a las
que David Hume se enfrentó en su época".