DramaDanza estrena dos obras en la Covarrubias

El cuerpo debe descubrir lo que puede expresar, dice Filomarino

ANASELLA ACOSTA NIETO

A partir del desarollo de impulsos interiores, DramaDanza da rienda suelta a la energía física y presenta Los jardines del alma y Réquiem por mi amigo, bajo la dirección de la coreógrafa Rosanna Filomarino.

La directora de Dramadanza, quien hace dos meses recibió la Medalla Bellas Artes por 35 años de trayectoria, explicó: ''Parto del movimiento que surge de la conjunción de los impulsos vitales interiores provocados por la emoción y convertidos en formas, y a éstas -que nacen de lo íntimo del ser- les doy una organizacion definitiva según el tema del espectáculo".

Si bien DramaDanza pertenece al género contemporáneo, la interpretación de las obras ''es muy especial", señala Filomarino, pues se hace a un lado la ortodoxia del saber para descubrir éste en el cuerpo de los bailarines. ''Lo que importa no es que el cuerpo demuestre lo que sabe hacer, sino que descubra, mediante lo que sabe, lo que puede expresar", asegura.

Respecto del riesgo de caer en el sinsentido del movimiento, Filomarino argumenta: ''Busco la significación máxima del movimiento, lo llevo a su máxima posibilidad expresiva para que se agote en sí mismo. Por ejemplo, Los jardines del alma está construida sobre cuatro o cinco patrones de movimientos y dura 40 minutos, lapso en el que hay un desarrollo de las formas hasta su máxima significación. Mi interés es diametralmente opuesto al sinsentido".

Para la coreógrafa nacida en Roma, Italia, y formada en la Accademia Nazionale di Danza, ha llegado la etapa de madurez, en la cual siempre hay dominio del oficio.

''Tal vez ahora tengo menos fuerza que cuando era joven, pero tengo más energía, porque ésta es algo que se crea no sólo física sino mentalmente. A lo largo de los años uno aprende a manejar la energía a su antojo, a saberla distribuir para llegar a un producto final equilibrado. Los jóvenes se desbocan, pero en la etapa de madurez se llega a una administración sabía de la energía en la interpretación."

Solo sobre la muerte del otro

Hasta ahora, expresa Filomarino -Premio Nacional de Danza José Limón 2001- ''estoy plenamente satisfecha con la manera de bailar. Parece un contrasentido, pero no lo es; ahora soy capaz de expresar casi todo lo que quiero con el movimiento".

DramaDanza estrena hoy en la sala Miguel Covarrubias de Centro Cultural Universitario Los jardines del alma, con música original de Rodrigo Castillo.

Esta obra, en la que participan las bailarinas Amada Domínguez, Marcela Aguilar y Rosario Armenta, es una metáfora poética de lo que puede ser el itinerario de una pasión. Desde la pequeña y sutil profundidad de su germen, pasando por su expansión y crecimiento, así como por la liberación de la exuberancia hasta llegar al arrebato total y el decrecimiento que deja una especie de orfandad, explica la directora de la compañía.

Réquiem por mi amigo es otro de los estrenos para este jueves. El título fue tomado de la música bajo el mismo nombre del compositor polaco Zbigniew Preisner.

El réquiem es un solo interpretado por Filomarino, el segundo que realiza luego de Periplo. En esta obra ''asumo la sublimación del dolor que nos causa la muerte del otro mediante un acto de sacrificio. Me transformo en la muerte, que es la que llevamos dentro. Al morirse el otro se muere siempre una parte pequeña de nosotros. Esta coreografía es una expresión de lo íntimo ante una ausencia definitiva".

(Las funciones, con duración aproximada de hora y media, se realizarán jueves y viernes a las 20 horas, sábados a las 19 y domingos 18 horas y concluirán el 7 julio.)