Reconoce olvido de la Iglesia hacia los indígenas
Costará 300 pesos la misa de Juan Diego; el
Papa no cobrará: Zubillaga
JOSE ANTONIO ROMAN
La Iglesia católica ha tenido ''olvidos e insuficiencias''
en la defensa y promoción de los indígenas, prueba de ello
es que la canonización del indio Juan Diego se realizará
tan sólo 470 años después de las apariciones de la
Virgen de Guadalupe en el cerro del Tepeyac, reconoció el coordinador
de la Comisión de Indígenas para la quinta visita del papa
Juan Pablo II a México, Manuel Zubillaga, quien estimó que
el costo de la misa de canonización ni siquiera llegará a
los 300 pesos.
Añadió que, estrictamente, este costo será
apenas lo que pudiera gastarse de corriente eléctrica en la Basílica
de Guadalupe durante el tiempo que dure la celebración religiosa,
porque al Papa no se le dará dinero por esta celebración,
ni a los cardenales ni a los obispos que participan en ella.
El
religioso argumentó que la canonización se da hasta ahora,
casi cinco siglos después, porque este tipo de procesos en Roma
son ''bastante complicados'', pero el hecho de que finalmente se realice
significa también un ''dato evangélico'', porque ''siempre
se nos olvidan los pobres. ¿Que hasta ahora nos fuimos acordando
del pobre?, pues sí, porque el pobre queda siempre en lo oculto,
es el sin rostro''.
En conferencia de prensa estimó que ''el Evangelio
nos queda grande a todos'', y que efectivamente existen grandes incongruencias
entre el discurso de la Iglesia y lo hecho a favor de los indígenas.
''Yo no tengo ningún empacho en reconocerlo. A mí me queda
grande el Evangelio; yo no sé a los demás, pero a mí
sí me queda grande'', reiteró.
Pero afirmar que la Iglesia no ha hecho nada a favor de
los indígenas tampoco es honesto ni es cercano a la realidad, dijo
Zubillaga, quien reconoció que en la historia de la evangelización
hay luces y hay sombras. En la experiencia cristiana, agregó, el
compromiso con los indígenas no es de ahorita, no es coyuntural,
pero ''debo reconocer también que hay incongruencia entre las exigencias
del Evangelio y lo que se ha hecho por ellos, por supuesto que sí''.
Respecto a los costos de la visita papal, tema que siempre
rehúyen los organizadores de ésta y de visitas pontificias
anteriores, el sacerdote Zubillaga, a pregunta expresa, estimó que
el costo de la misa de Juan Diego no llegará, probablemente, ni
a los 300 pesos.
Sin embargo, precisó que la Comisión de
Indígenas ha gastado hasta este momento, a 33 días de que
arribe el pontífice a tierras mexicanas, la cantidad de 82 mil pesos
tan sólo en la promoción de sus materiales de evangelización,
como videos, trípticos y cuadernos informativos, sin tomar en cuenta
la infraestructura ya existente, los donativos en especie y el trabajo
del voluntariado. Sólo hay que recordar que el comité organizador
de la visita está dividido en una decena de comisiones distintas.
Durante la conferencia, realizada en el arzobispado de
México, se informó de algunos detalles de la misa de canonización
de Juan Diego, prevista para el próximo 31 de julio en la Basílica
de Guadalupe, a la que asistirán unos 3 mil 500 indígenas
de todo el país y representantes de diferentes naciones del continente,
quienes estarán adentro y afuera del templo mariano.
Acompañado por el coordinador de comunicación
social de la visita papal, el obispo Guillermo Ortiz, el presbítero
Zubillaga comentó que durante la semana previa a la canonización
se llevará a cabo un encuentro con los indígenas del Distrito
Federal que estarán presentes el 31 de julio en la Basílica.
El objetivo de este encuentro es generar la reflexión
en torno al significado de la canonización de un indígena,
como lo fue Juan Diego, y marcar pautas de acción que trasciendan
más allá de esta fecha para que la pastoral indígena
llegue a estructurarse como parte esencial del proyecto misionero.
Respecto a los sitios donde se hospedarán los 3
mil indígenas que estarán dentro y fuera del templo mariano,
y los 5 mil que presenciarán la beatificación de los mártires
de Oaxaca, al día siguiente, es decir, el primero de agosto, Zubillaga
informó que se han habilitado los espacios de las dos casas de peregrinos
con que cuenta la arquidiócesis de México en las inmediaciones
de la Basílica de Guadalupe.