La función corresponde a la PGJDF y a la SSP: Martuscelli

Descarta la UNAM investigar la venta de drogas en sus campus

Las autoridades no tendrán presencia fija en CU

SUSANA GONZALEZ, ANGEL BOLAÑOS Y JOSE GALAN

Sólo a petición de las autoridades de la UNAM y para investigar delitos que se cometan dentro de sus instalaciones como fueron los recientes homicidios, así como robos a transeúnte, de vehículo y venta de drogas en flagrancia, personal de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) ingresará a los campus universitarios, señaló el titular de la dependencia, Bernardo Bátiz Vázquez.

El miércoles pasado un vendedor de drogas, Fernando Velázquez Díaz, alías El Doc, fue capturado por agentes judiciales de la corporación en un operativo "encubierto", con la anuencia y en coordinación con las mismas autoridades, según lo dijo Javier Muciño, jefe de la segunda sección del Estado Mayor Policial, quien estuvo a cargo de la acción.

Al respecto, Bátiz explicó que se tiene conocimiento de la venta de droga al menudeo "y es posible detener en flagrancia, pero a solicitud de las autoridades o de personas interesadas. Permanentemente no vamos a tener a nadie ahí, ni agentes del Ministerio Público o policías judiciales ni peritos", aclaró.

Sin embargo, según fuentes judiciales, el problema de la venta de droga en las llamadas islas de CU es grave y se tiene detectados por lo menos a unos 50 traficantes, principalmente de mariguana y cocaína, por lo que se pidió la colaboración de la PGJDF para detenerlos.

Respecto a la posibilidad de instalar una agencia del Ministerio Público dentro del campus universitario, Bátiz Vázquez la descartó, pero consideró posible ubicar una en las inmediaciones, en el área comercial y de estacionamientos o en la estación del Metro Universidad.

Entrevistado al respecto, Jaime Martuscelli, secretario de Servicios a la Comunidad de la UNAM, dijo desconocer la forma como operó la Policía Judicial para detener a Velázquez Díaz y tampoco supo si la detención se llevó a cabo dentro de Ciudad Universitaria.

"No tengo conocimiento de cómo se hizo este asunto", dijo al ser entrevistado en las instalaciones de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) del Distrito Federal, donde participó en el primer foro sobre uso de drogas que organiza la dependencia.

Si bien el funcionario reconoció que la venta de drogas en la UNAM "es altamente preocupante", destacó que las autoridades de la institución no son policías ni tienen funciones investigadoras, la estrategia fundamental que han adoptado es trabajar de manera coordinada tanto con la Procuraduría capitalina como con la SSP, ya que son las instancias que "conocen muchísimo de los canales de distribución y hacen las aprehensiones respectivas.

"Hay puntos (de la UNAM) donde sospechamos que se puede dar más la venta de drogas, pero nosotros no tenemos capacidad investigadora. Dentro de Ciudad Universitaria (por ejemplo) es una cosa innegable lo que sucede en las islas (localizadas al costado de Rectoría). Los distribuidores en pequeño son muy conocidos entre la comunidad, entre estudiantes consumidores, pero el trato se hace muy rápido, no es cosa que se paren a discutir. Entonces el andar tras ellos es cosa complicada". Asimismo refirió que en el CCH Sur, donde un alumno, Ricardo Aguilar Reyes, fue asesinado a puñaladas el mes pasado en medio de una riña, "fue porque se andaban disputando el mercado de drogas".

Paralelamente, como lo hizo durante su ponencia en el foro citado, insistió en que el problema de las drogas debe ser atendido también desde una visión educativa y de prevención, diferenciando entre los distribuidores y los consumidores, ya que dijo que aunque el gobierno y el Estado mexicano tienen la obligación irrenunciable de perseguir y castigar a los productores y distribuidores, "el modelo punitivo y prohibicionista debe ser apoyado con la orientación educativa".

Alertó que la edad de consumo entre la población se reduce cada vez más y mencionó que en el caso de la población estudiantil de la UNAM, la UAM y el Politécnico existe un patrón de consumo similar, pues en una encuesta de la Escuela Nacional de Trabajo Social realizada en 1999, entre 21 y 23 por ciento de los entrevistados confesó haber consumido drogas alguna vez en la vida.

Martuscelli negó que las corporaciones policiacas estén limitadas para actuar en la UNAM, pero consideró que resulta "un asunto muy complicado para la comunidad" considerar la posibilidad de que la policía pueda actuar en el campus universitario aun cuando remarcó que "la autonomía no acepta extraterritorialidad".

También descartó la opción de que la UNAM contrate un cuerpo especial de vigilancia como lo hizo el Instituto Politécnico Nacional (IPN) desde diciembre de 2000 para combatir el porrismo y los actos delictivos dentro de sus escuelas.

"Nosotros lo descartamos absolutamente. Respeto mucho la decisión de las autoridades del IPN, pero en la universidad es muy complicado šhasta en la geografía! Tenemos una escuela, por ejemplo, que tiene seis entradas y por razones de seguridad no podemos cerrarlas y dejar abierta una sola. Profesores y estudiantes llegan al cinco para la hora y hacer revisiones de mochilas e identificaciones o poner arcos de metal es extremadamente complicado. El campus de Ciudad Universitaria es completamente abierto".

En cuanto a la capacitación que las policías Judicial y Preventiva del Distrito Federal ofrecieron dar a los 3 mil 600 vigilantes de la UNAM, a raíz de los asesinatos de dos estudiantes registrados en CU en los meses anteriores, el secretario de Servicios a la Comunidad manifestó que no se aceptó y que instructores de la misma casa de estudios están a cargo de capacitar al personal de vigilancia mediante un programa básico de medidas de seguridad, cuestiones jurídicas y de normatividad interna, adiestramiento físico y actividades deportivas, "porque andábamos medio mal", e incluso se les cambiará el uniforme para que la gente pueda identificarlos fácilmente.

Rechaza rectoría acusaciones de alumnos de la FFL

La rectoría de la UNAM rechazó ayer "categóricamente" las acusaciones de alumnos de la Facultad de Filosofía y Letras de que las autoridades universitarias fueron responsables de los hechos de violencia sucedidos el pasado martes durante la jornada para elegir nuevos miembros del Consejo Universitario, y que dejaron una docena de heridos, el robo de 4 urnas y la suspensión de los comicios en esa escuela.

El vocero de la UNAM, Néstor Martínez Cristo, calificó de "imputaciones infundadas" las acusaciones vertidas por estudiantes en una asamblea realizada el miércoles al mediodía en el Aula Magna de la facultad, con la presencia de los representantes de todas las planillas contendientes, y subrayó que "la comunidad de esa escuela tiene muy claro que las agresiones ocurridas en el proceso electoral provinieron de un reducido grupo de personas encabezado por gente ajena a la universidad como Jaime Martínez López, alias el Cisticerco".

Martínez Cristo recordó que este individuo fue expulsado de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales desde hace más de un año, luego de que el 6 de febrero de 2001 "participara en los actos de agresión y vejación de un grupo de profesores de ese plantel", y señaló que la comunidad de Filosofía "tiene perfectamente bien ubicados a quienes montaron la provocación el pasado martes". Además, reveló que el departamento jurídico de la UNAM estudia las evidencias documentales para determinar lo que proceda por la vía legal e incluso penal.