La comunidad reclama instalaciones en poder
de ex cegeacheros
Exigen poner fin a la impunidad en Filosofía
y Letras
Demandan al rector que aplique la ley, pero rechazan
que se recurra a la fuerza pública
KARINA AVILES
Por primera vez en la historia de la Facultad de Filosofía
y Letras (FFL) de la UNAM, alrededor de mil estudiantes y profesores -entre
ellos Adolfo Sánchez Vázquez, Miguel León-Portilla
y Alvaro Matute- unieron sus voces para pedir al rector Juan Ramón
de la Fuente que se generen las condiciones "de libertad de movimiento
y expresión" en la comunidad, "secuestradas" por un reducto de lo
que fue el Consejo General de Huelga, que tiene el objetivo de impedir
todo intento de discusión sobre la reforma universitaria.
También reclamaron la devolución del auditorio
Che Guevara, que se encuentra en manos de ese puñado de personas
desde hace casi dos años. Los profesores destacaron que su llamado
no es para convocar al uso de la fuerza pública -el cual de antemano
rechazan-, sino que las autoridades universitarias apliquen y den curso
a los recursos legales que tienen a su alcance.
Los académicos Federico Alvarez, Cristina Gómez,
Griselda Gutiérrez, Ricardo Horneffer, Javier Torres Parés,
Blanca Estela Treviño y Juan Gabriel Moreno dieron a conocer que
alrededor de mil miembros de la comunidad de dicha facultad -a los que
sumarán más en los próximos días- suscribieron
una carta dirigida al rector, con el objeto de pronunciarse por un debate
abierto y plural en torno a la reforma y a la posibilidad de un congreso.
Los profesores firmantes pertenecen a las distintas orientaciones
ideológicas, hecho que "se produce por primera vez en la historia
de la FFL, pues esto no pudo lograrse ni siquiera durante la huelga", destacó
Federico Alvarez.
Algunos de los nombres de la comunidad académica
que se adhirieron a este pronunciamiento son: Juliana Gónzalez Valenzuela,
Alvaro Matute ?ambos son miembros de la Junta de Gobierno de la UNAM?,
Luis Villoro, Miguel León-Portilla, Adolfo Sánchez Vázquez,
Margo Glantz, Sergio Fernández, Eugenia Revueltas y Federico Patán,
entre otros.
Acciones repudiadas
El grupo de lo que fue el CGH que se encuentra en la FFL
ha realizado diversas acciones que han sido repudiadas por la comunidad.
Entre éstas destacan la toma del auditorio Che Guevara el
20 de septiembre del 2000, el robo de urnas en la elección de integrantes
de la comisión especial organizadora del congreso universitario,
el 26 de febrero de 2002, y la toma de la facultad realizada el
8 de mayo, con el objetivo de impedir la realización de un foro
en el que justamente el tema central era discutir propuestas para la reforma.
La académica Griselda Gutiérrez señaló
que "por ciertas circunstancias políticas se dio un vacío,
donde las autoridades de la UNAM no aplicaron la ley y estos grupos se
enquistaron. Por ello, el llamado es para que en casos como los anteriores
se actúe y se dé curso al marco jurídico". En este
sentido subrayó que "la impunidad se genera porque la legalidad
no se ejerce".
Federico Alvarez también destacó la necesidad
de aplicar la ley, y manifestó que los académicos confían
en los recursos legales para hacer uso de sus derechos, como por ejemplo
utilizar el auditorio Che Guevara y expresar libremente sus ideas. "Este
grupo hace lo que quiere porque puede hacerlo, y no se ha generado una
fuerza universitaria capaz de enfrentarlo", comentó.
Por ello, la pretensión es "inaugurar una nueva
posibilidad de que la comunidad universitaria signifique una fuerza decisiva.
Por su parte, las autoridades tendrían que complementar y utilizar
los elementos que tienen a su alcance para que los universitarios puedan
hacer uso de sus derechos", añadió.
Al respecto, la académica Cristina Gómez
puntualizó que el pronunciamiento también significa un llamado
a la comunidad para que se exprese a través de sus instancias colegiadas,
y dejó en claro que "nosotros rechazamos que la solución
sea la violencia o la intervención policiaca".