La cancillería, sobregirada 702%, señala estudio del PRD sobre la cuenta pública de 2001
El gobierno no sabe gastar fondos que autoriza el Congreso
CIRO PEREZ SILVA Y ROBERTO GARDUÑO
El resultado preliminar de la revisión de la Cuenta Pública 2001 confirma lo que el Congreso anunció, "el gobierno federal no sabe gastar los recursos que esta Cámara le autoriza", afirmó la diputada perredista Miroslava García Suárez, luego de agregar que a esta deficiencia se suma el hecho de que "el gobierno de empresarios" es muy malo para hacer negocios, como quedó demostrado con la venta de Aseguradora Hidalgo (Ahisa).
"Queremos demostrar que el subejercicio y los recortes presupuestales fueron mucho mayores y que esto tuvo un impacto y un daño económico muy fuerte para el país en 2001, que además fue un año de recesión económica internacional y que con la aplicación de estas medidas económicas restrictivas lo único que se hizo fue profundizar más la crisis en nuestro país. Insisto, son las cifras de Hacienda, no las del PRD", aseveró.
García Suárez destacó que los ingresos del sector público presupuestario fueron mayores en 33 mil 737.4 millones de pesos a lo estimado, y derivado de ello en 2001 la relación ingresos-gasto presentó un superávit presupuestario de 56 mil 844.6 millones de pesos.
Los ingresos estimados, sostiene la responsable del área económica del PRD, fueron de un billón 468 mil 454 millones 800 mil pesos, en tanto que los ingresos obtenidos ascienden a 1 billón 502 mil 192 millones 200 mil pesos.
"El gobierno pudo haber ejercido 40 mil millones más de lo presupuestado, pero en vez de ello, gastó menos, y por si fuera poco, recortó el presupuesto en 16 mil 800 millones de pesos sin justificación, afectando programas prioritarios y de enorme impacto social", aseveró.
Por otra parte, la inversión física directa disminuyó 19 por ciento en relación con lo autorizado, afectando principalmente los rubros de salud y educación. Algunas de las causas de la menor inversión fueron: el desfase en el programa de inversiones de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), particularmente en proyectos termoeléctricos e hidroeléctricos; el retraso en la entrada en operación comercial de las centrales Río Bravo, Hermosillo y Saltillo; la demora en los procesos de licitación, las reducciones al programa de equipamiento de la CFE, con motivo de los recortes presupuestarios, los menores recursos asociados a la construcción de las carreteras a cargo de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, y la cancelación del Programa de Vivienda Progresiva en 11 entidades federativas. "En suma, cuando no es por escasez de recursos, es por deficiencias administrativas o por recortes deliberados", insistió.
Los servicios personales fueron superiores 3.1 por ciento real con respecto a 2000, en los que sobresalen los aumentos registrados en las nóminas de los funcionarios públicos federales y las entidades de control presupuestario directo. En contraste, programas como Alianza para el Campo observó un subejercicio de 226.7 millones de pesos.
Los programas de empleo temporal también presentaron un subejercicio de 342.6 millones de pesos; en el de vivienda progresiva sólo se ejerció la mitad de los presupuestado, es decir, 437.9 millones de pesos; el gasto ejercido en los programas para superar la pobreza extrema se dejaron de ejercer 3 mil 287.6 millones de pesos. Pero en el gasto de inversión física directa, la Presidencia gastó casi el doble de lo que se le autorizó, es decir, erogó 126.6 millones de pesos. La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) gastó 702 por ciento más de lo que se autorizó en este rubro, al pasar de 38 millones 300 mil pesos a 369 millones.
"Los lujos del secretario Castañeda son lujos que no podemos ni debemos pagar los mexicanos. Me refiero concretamente a la partida que tiene la SRE en el rubro de bienes inmuebles y muebles. En este caso, se ejerció 700 por ciento más de lo autorizado y, retomando la pregunta anterior, este es un claro ejemplo de cómo en este sector se violó el tope del presupuesto. Incluso fue mayor 5 por ciento del que tiene el Ejecutivo.
"La SRE es un claro ejemplo de los excesos, porque sólo en bienes muebles e inmuebles el secretario Castañeda se gastó 700 por ciento más. No sé si remodeló pisos o paredes, no sé dónde habrá comprado sus nuevos escritorios, pero es un exceso que salta a simple vista", afirmó la legisladora del PRD.
Simultáneamente, el gasto en inversión directa en educación y salud sufrió un subejercicio de casi 800 millones de pesos y la inversión en agricultura fue 729 millones menor a lo programado.
Por cuanto a la Presidencia de la República, el mayor gasto se explica porque gastó más del doble de lo autorizado en bienes muebles e inmuebles, 68.7 millones de pesos, al igual que la Secretaría de Gobernación, que tuvo que haber gastado 50.9 millones de pesos en ese rubro y ejerció 102.7 millones. Mientras, el gasto en bienes muebles e inmuebles en educación pública fue menor en 619.3 millones de pesos, en salud se autorizó un gasto en este rubro por 100 millones de pesos y sólo se gastaron 50 millones.
"Una conclusión preliminar de la Cuenta Pública demuestra que la actual administración desdeña los programas de desarrollo social y prevé que la solución a los problemas y rezagos en este ámbito se obtenga gracias a la libre acción de las fuerzas del mercado."